Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La disminución del riesgo país en Argentina es celebrada tanto a nivel local como global, y destacada por medios propios y extranjeros. En esta nota, analizamos este índice clave, repasando sus orígenes, su método de cálculo y la interpretación que se debe hacer de él según la cantidad de puntos básicos que lo componen.
En nuestro país, existen muchos indicadores que ayudan a tangibilizar la situación económica. Algunos son de índole más técnica, como la cotización de los dólares financieros y el valor de los bonos soberanos; otros, de carácter más visual, también ayudan a percibir el estado de la economía, como la cantidad de gente comprando en comercios o consumiendo en locales, el estado de las góndolas en supermercados y las personas en situación de calle.
La aparente estabilización del precio del dólar junto a los datos reportados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) que indican una inflación con tendencia a la baja y la consecuente apreciación del peso, vuelven a poner en el radar el descenso del riesgo país, un índice económico que mide la probabilidad de que una nación pague su deuda. Justamente, este indicador actúa como un termómetro de la confianza (o no) que tienen los inversores en el desempeño económico de un país.
Lo que se mide, en concreto, es la diferencia en el interés que debe pagar un país por su deuda (la sobretasa), en comparación con el interés que pagan los bonos de la Reserva Federal de los Estados Unidos, considerados un punto de referencia por representar el menor riesgo.
Si bien hay distintas organizaciones que miden la volatilidad de invertir en los diferentes países, el índice más popular es el que elabora todos los días el banco estadounidense JP Morgan, conocido por sus gilas en inglés EMBI (Emerging Markets Bond Index), que a través de un diferencial de tasas de interés, compara los bonos de cada Estado con los del Tesoro de Estados Unidos. Este índice proporcionó una medida cuantitativa que permite a los inversores comparar el riesgo de distintos países emergentes al evaluar sus bonos y desde entonces, se ha convertido en una herramienta clave en las finanzas internacionales para estimar la estabilidad y el riesgo de invertir en diferentes naciones. Claro está que, cuanto mayor sea el riesgo país, más alto será el interés que pidan los inversores para aceptar bonos de una nación con altas probabilidades de incumplimiento.
El riesgo país se construye a partir de varios factores interrelacionados que influyen en la percepción que tienen los inversores sobre la estabilidad y la capacidad de un Estado para cumplir con sus obligaciones financieras. Entre los más determinantes, se encuentran la deuda externa y su capacidad de honrarla, ya que un alto nivel de deuda puede generar dudas sobre la solvencia del país. Además, las políticas fiscales y monetarias ineficaces, que se materializan en un elevado déficit fiscal o en una inflación excesiva, pueden incrementar la percepción de riesgo al generar incertidumbre económica.
A su vez, la estabilidad política es otro factor clave, ya que los países con gobiernos inestables, conflictos internos o instituciones débiles suelen enfrentar mayores niveles de riesgo, afectando tanto la inversión extranjera como la confianza de los agentes económicos. Asimismo, factores externos como los precios de las materias primas (especialmente en países dependientes de ellas) y las relaciones internacionales también juegan un papel importante en el acceso al financiamiento internacional, siendo componentes que pueden disparar o atenuar el nivel de riesgo país.
Como se mencionó, el riesgo país es la tasa de interés adicional que tiene que pagar cualquier país respecto a Estados Unidos, por considerarlo como un deudor que nunca incumplirá. Cada 100 puntos básicos, se dará un aumento del 1% en la tasa de interés. Entonces, si la Reserva Federal dispone una tasa de interés inicial del 4% anual, un Estado con riesgo país de 200 puntos básicos (que equivale a un 2% más) podrá pedir dinero prestado al 6%.
Cuando se dice que una nación tiene un riesgo país de 200 puntos básicos, significa que los inversores consideran que hay un 2% más de riesgo en comparación con Estados Unidos, que se considera un deudor muy seguro.
Entonces, si Estados Unidos emite bonos a una tasa de interés del 4%, la nación con un riesgo país de 200 puntos básicos tendrá que ofrecer una tasa más alta para atraer a los inversores, debido al riesgo adicional. En este caso, tendría que ofrecer una tasa del 6% para que los inversores estén dispuestos a prestarle dinero. Es por esto que el riesgo país se traduce en un ‘costo adicional’ que los países tienen que pagar para atraer financiamiento en comparación con un país considerado seguro, como lo es Estados Unidos, por lo que influye directamente en el costo de la deuda.