A los 5 años, el Dr. Richard Amaro Gómez dejó atrás su Montevideo natal para instalarse en la Ciudad de Buenos Aires junto a su familia, y en este 2025, cumplirá 38 años en el país. En esta nota, nos comparte su historia de esfuerzo y superación, su relación con las ciencias económicas y el vínculo tan fuerte que lo une a Argentina y que hace que elija seguir viviendo de este lado del charco.

Si bien el lugar de nacimiento indica la nacionalidad de una persona, se puede nacer en un país pero sentirse de otro. Y también, puede ocurrir que la nación que te adopta, que te cobija, aporte mucho más a la formación de tu identidad que la que te vio nacer. Es por eso que para responder la pregunta “¿De dónde sos?” no alcanza solo con decir el lugar en el que naciste.

Los recuerdos que el Dr. Richard Amaro Gómez, Licenciado en Administración (Tomo 11, Folio 1) y Contador Público (Tomo 181, Folio 245), matriculado en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires, tiene de su Uruguay natal, al otro lado del Río de la Plata, son vagos. “Vinimos a la Argentina cuando yo tenía 5 años, era un niño. Mi papá, mi mamá, mis hermanos y yo nacimos en Montevideo. Prácticamente no tengo familia argentina, somos todos de allá. Mi padre decidió tomar a mi mamá, a mis dos hermanos y a mí, y venir a la Argentina en busca de oportunidades”, recuerda el colega, con más de 3 décadas y media en el país.

“Yo el desarraigo no lo sentí mucho porque era un niño. Te puedo asegurar que siempre que rondó esa idea de volver, dije 'ni loco me voy de Argentina'. De venir tan chico acá, yo me crié como un argentino más”, cuenta con naturalidad el profesional. “Mi papá vino, para usar una expresión popular que se usa en Argentina, con una mano atrás y otra adelante. Fue un proceso para ellos adaptarse a la Argentina. Fue como empezar de cero, sin nada y sin familia. Mi padre vino sin oportunidad laboral y con tres niños chicos”, grafica Richard sobre la arriesgada apuesta de cruzar el charco en esas condiciones, que finalmente tuvo su recompensa.

El Dr. Richard Amaro Gómez posa con su más reciente publicación: “Reforma Tributaria del Paquete Fiscal y Reforma Laboral de la Ley Bases”.

El valor del esfuerzo

Para llegar a este presente, Richard y su familia tuvieron que remarla”. “Mis padres son de clase obrera. Acá empezamos a  vivir en un hotel pero en lugares muy humildes. Yo me crié en un conventillo, en un lugar de una sola habitación. Nunca nos faltó para comer pero vengo de una clase muy baja”, sintetiza el colega sobre sus primeros momentos en el país, muy distintos a los de la actualidad que disfruta. “Tengo 42 años, 3 títulos profesionales, he escrito más de 10 libros, tengo mi propia casa, me casé y pude salir adelante. Este país tiene algo”, asegura el Dr. Amaro Gómez con tono de agradecimiento. “Argentina es una nación que a diferencia de otras, al extranjero, si vos venís con ganas de trabajar, de progresar, de hacer las cosas bien, pese a las crisis que ha pasado, te recibe con brazos abiertos. Es un país que no le da tanta importancia de donde venís, sino cuánto sabés, y eso es muy bueno. Son tantos que acá lo importante es el conocimiento”.

Cuando la Universidad de Buenos Aires picaba en punta, el colega ganó una beca para estudiar 5 años de manera gratuita en la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA) a raíz de su participación en un programa de televisión. Al principio, Richard sostiene que se sintió en un lugar que le era ajeno. “A mí me resultó chocante el primer año. La UMSA quedaba en Callao y Corrientes, y los que podían costearla son gente que viene de otro nivel. Imaginate para un muchacho criado en un conventillo empezar ese primer año de facultad. Vivía otro estilo de vida, había un choque cultural muy grande, por lo que me costó el primer año”, reconoce el profesional, quien aprovechó por completo la experiencia universitaria: primero se recibió como Licenciado en Administración y luego se coronó con su título de Contador Público “con un promedio por encima de 9”. También, logró darse el gusto de estudiar en la universidad pública: “El posgrado en Tributación lo hice en la UBA. Yo quería ir a la UBA”, agrega el colega,  quien primero lo hizo como estudiante y luego como profesor de la materia Régimen Tributario.

En diálogo con Repro Digital, Richard reflexiona: “Más allá de dónde vos vengas, lo importante es que te esfuerces y estudies. Porque si vos no te esforzás lo suficiente, te podés recibir igual, pero el tema es la calidad de profesional que sos y después eso marca la diferencia”.

De venir tan chico acá, yo me crié como un argentino más.

Abriendo caminos

Sus primeros pasos laborales iniciaron en plena cursada. “En el segundo año empecé a trabajar de cadete, me recorría toda la Provincia haciendo diligencias judiciales. Trabajaba toda la mañana, a la tarde estudiaba y a la noche iba a la facultad”, recuerda el colega sobre sus frenéticos días como estudiante.

Luego, una pasantía le abriría las puertas para conocer un estudio contable desde adentro. “Cuando vos trabajás tenés una visión distinta, y eso te ayuda mucho en la carrera. Nunca imaginé ser independiente, jamás. Nunca en mi vida se me cruzó, pero al pasar por diferentes lugares, Dios me llevó un día a dedicarme solo a lo que son los temas académicos”, sostiene Richard, quien se dedica a la investigación y a la enseñanza tributaria. “Yo me dedico a hacer consultoría en Errepar, a ayudar a otros profesionales, a dar cursos de capacitación en materia de impuestos. Soy profesor y escritor en temas tributarios”, resume en pocas palabras el colega sobre su extenso currículum.

Los uruguayos representan el 4,9% del total de inmigrantes extranjeros en Argentina, superando las 95 mil personas.

Desde su rol de capacitador, algunos de sus clientes habituales son los distintos Consejos Profesionales del país. “En el 2024, con todos los cambios de la Ley Bases y el paquete fiscal, estuve todo el año dando cursos de capacitación. Para la tributación, no podemos decir que fue un año recesivo”, comenta entre risas el profesional, quien a lo largo del tiempo, comprendió que las capacitaciones no pueden ser uniformes, sino que deben variar según las necesidades de los colegas. “La realidad que vive el profesional que está en La Plata, Avellaneda o en otros centros urbanos de Provincia es muy diferente a la realidad que vive el profesional de Trenque Lauquen o un pueblito. Y eso es lo bueno de estar en contacto con un Consejo como el de provincia de Buenos Aires. Tenés el profesional que está recontra especializado y el que tiene características del interior, el que hace de todo, y eso enriquece tu mirada y el nivel de conocimiento”.

Argentino de corazón, Richard le deja una recomendación a las personas que, al igual que él, siguen su camino en una nación distinta a la que nacieron. “Dejen de lado sus raíces y amen al país que le está abriendo las puertas. Me ha tocado ver extranjeros que están acá en Argentina y solo hablan mal de Argentina. Tenés que amar al país donde Dios te manda. Tal vez tu país tenga cosas que son mejores, pero estás acá, el país te abrió la puerta y tus hijos están progresando acá”.

Más allá de dónde vos vengas, lo importante es que te esfuerces y estudies.

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