Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Muchos son los colegas matriculados en nuestro Consejo que se encuentran radicados fuera de los límites provinciales. El Dr. Damián Barragán nació en Moreno, y cuestiones laborales lo llevaron a mudarse a Río Grande, provincia de Tierra del Fuego, desde donde abrió su propio estudio contable y pasó a dedicarse a la profesión independiente. En esta nota, repasamos los motivos que lo llevaron a radicarse en el Fin del Mundo y las particularidades de la provincia más austral del país.
Nuestro Consejo Profesional cuenta con una comunidad de más de 21 mil matriculados a los que defiende, representa y acompaña en el ejercicio de la profesión de manera permanente. Si bien la gran mayoría de ellos se desempeña en el propio territorio bonaerense, existen profesionales que extienden los límites y realizan su quehacer diario a cientos de kilómetros de su provincia de origen.
El Dr. Damián Barragán, Contador Público, (Tomo 177, Folio 146, matriculado en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires), nació en Moreno, uno de los municipios que integran el populoso Conurbano bonaerense, pero se encuentra radicado desde el 2010 en el sur del país, más precisamente en Río Grande, provincia de Tierra del Fuego.
“Desde chico me gustaba la carrera. Siempre tuve la vocación de los números, desde el secundario. Empecé primero a estudiar Administración en la Universidad de Luján, y a los 2 años comencé la carrera de Contador Público en la UBA”, comenta Damián sobre sus inicios, quien dio sus primeros pasos laborales en su Moreno natal. “He hecho de todo. Empecé en una empresa química y me fui buscando mi lugar. Por ahí la mayoría de los chicos cree que uno empieza y sigue siempre sobre la carrera. Pasé a depósito, compras y después terminé en Administración y Contabilidad, que era el lugar que me gustaba”, cuenta el colega, reflejando su camino de esfuerzo y dedicación.
Damián se desempeñó en la parte contable de empresas como Edenor, Simed y Plusbelle, hasta que un viaje por placer a Tierra del Fuego encendió la chispa de lo que un tiempo después sería su instalación en la provincia más austral del país. “Cuando entro a trabajar en Garbarino, al llenar la solicitud, me preguntan si me gustaría radicarme en otro lugar. Da la casualidad que a los 2 o 3 meses, se me da por ver dónde la empresa tenía planta, y una de ellas estaba ubicada en Tierra del Fuego”, afirma el contador.
“Sin pensar de venir ni nada, trabajé en Casa Central en Garbarino en Chacharita unos 4 años, y al cuarto año empieza a gestarse la posibilidad. Ante la chance de que haya una vacante, me preguntaron si tenía ganas de venirme. Todos los años iba la primera quincena de enero a tomar inventario con los jefes y los directivos de la empresa, por lo que conocía un poco el lugar”, sostiene el Dr. Barragán, que ya había hecho un reconocimiento de la ciudad que sería su hogar meses más tarde.
“Al año de esta charla, mi jefe me dice si todavía tenía ganas de ir para el Sur. Yo ya me había olvidado, tengo toda mi vida acá”, recuerda con sorpresa Damián ante semejante disyuntiva. Luego de 6 meses de negociaciones, reuniones de despedida y una mudanza a cuestas, el colega y su familia cambiaron finalmente de aires. “Para hacer estos cambios, tenés que cambiar el chip. Si vos te quedás con que Buenos Aires es todo lo que tenías, no te vas a adaptar nunca. El ritmo es otro, la gente es otra, y vos tenés que ir adaptándote. Los primeros dos años me costó”, reconoce el colega, quien aconseja que la persona que se mude debe integrarse a la idiosincrasia local. “Tenía un ritmo más acelerado de lo que es acá. Uno tiene que venir mentalizado y adaptar su trabajo, su mente y sus necesidades a lo que quiere el mercado”.
15 años después, Damián define esa decisión como “un desafío que no lo cambiaría. Lo haría de vuelta”. Y redobla la apuesta: “Si el día de mañana sale una oportunidad en otro lado del país o del exterior, también haría lo mismo, me animaría al cambio”. Para eso, es fundamental “tener un apoyo grande de la familia”.
Damián siempre trabajó en relación de dependencia hasta que en el año 2019 creó su propio estudio contable. “Empecé con un estudio chiquitito haciéndolo solo”, rememora el profesional. “Trabajaba en una química como contador, y en lo que me quedaba del tiempo, empecé a tener clientes y a ver que mi trabajo personal me rendía más que lo que hacía en mi trabajo en relación de dependencia”, sostiene el Dr. Barragán, quien luego de una charla con su familia, decidió dedicarse al 100% a su propio estudio, abarcando una “nueva” arista de la profesión.
En esa rama, afirma que el trabajo “ha ido creciendo exponencialmente”. “Tengo clientes particulares, chicos, empresas acá en Tierra del Fuego además de las que tengo en Buenos Aires y no me puedo quejar, hoy vivo de mi profesión. Trabajar para uno y trabajar de lo que uno le gusta es una satisfacción bárbara”, narra con orgullo el colega.
Casi 2.900 kilómetros separan el estudio contable de Damián de la Sede Provincial de nuestra institución. “Desde mi estudio estoy mirando el mar tranquilo. Estoy muy satisfecho con la decisión que he tomado”, comenta el profesional, en un tono que denota alegría y serenidad en partes iguales.
“Hay 2 ciudades en Tierra del Fuego que son las más importantes: Ushuaia, que tiene la parte turística y es la capital de la provincia, lo más cerca a la Antártida; y Río Grande, que es una ciudad que tiene todas las plantas industriales, electrodomésticos, textiles. Todas las industrias están acá por un tema de promoción industrial”, grafica el Dr. Barragán, haciendo referencia a la Ley 19.640, cuyo objetivo es promover el desarrollo económico fueguino por medio de incentivos fiscales (eliminación de impuestos nacionales, tales como el IVA e Impuesto a las Ganancias), y beneficios para aquellas empresas que se establezcan en la región. “Lo que aprendí acá en cuanto a industria no lo aprendí en Buenos Aires. El régimen es totalmente distinto: mucha importación, mucho comercio exterior, y la parte impositiva es completamente diferente”, señala el colega en diálogo con RePro Digital.
“Lo que se extraña a veces es el ritmo”, se sincera Damián. “Acá es más pueblo por más que sea una ciudad de 120 mil habitantes. Se conocen todos. Como toda ciudad del interior, resiste un poco lo que es Capital o Buenos Aires. Te cuesta entrar, pero después te vas haciendo de acá”, finaliza el contador, fueguino por adopción.