
Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
El Presidente Javier Milei sostuvo que a partir del 2026 no habrá más cepo cambiario. Lo que debe definir la administración libertaria es de qué manera hará lugar al levantamiento de la restricción en la compra de divisas. ¿Renunciar a la autonomía monetaria del BCRA vía dolarización o ir hacia un esquema de libre competencia de monedas, apostando a que la ciudadanía elija el peso argentino por sobre el dólar? En esta nota, la Dra. María Victoria Di Gloria analiza las alternativas que tiene el Poder Ejecutivo para cumplir dicha promesa, junto a sus costos y efectos.
El 2024 ha sido para la Argentina el año del saneamiento presupuestario y de la lucha contra la inflación, siendo el levantamiento del cepo cambiario uno de los desafíos que enfrenta el país. El Presidente Javier Milei expresó que “el 1° de enero de 2026 el cepo no existirá”, y que el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) puede acelerar la decisión. Llegado el momento, tendrá un dilema, ya que deberá escoger entre dos regímenes monetarios en función del Trilema de la imposibilidad monetaria de Mundell-Fleming, el cual indica que un país sólo puede manejar dos de estos tres objetivos de política: tipo de cambio fijo, manejo de tasas de interés (política monetaria autónoma) y libre movilidad de capitales.
Hay quienes opinan que el mejor camino sería el primero, es decir, renunciar a la autonomía monetaria del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para defender una cierta estabilización del tipo de cambio del peso y, en el mejor de los casos, apostar por la dolarización, ya que históricamente se ha demostrado que los políticos argentinos no han sido capaces de gestionar la autonomía monetaria del BCRA, generando inflaciones galopantes. De todas formas, Argentina necesitaría una cantidad de dólares que resulta inverosímil para un gobierno nacional que enfrenta un nivel tan elevado de pasivos, siendo inviable en el corto plazo.
Por otra parte, si pudiera reunir los fondos, ¿valdría la pena la dolarización para Argentina? Entre sus desventajas, se encuentra que es prácticamente irreversible. Además, tiene limitaciones para poder responder a shocks externos desfavorables y la falta de un prestamista de última instancia implica riesgos para los depositantes. Además, no puede resolver por sí sola el problema fiscal.
En Ecuador, después de adoptar la dolarización, siguió aumentando el gasto público, cayó en dos cesaciones de pagos de deudas y la economía del país se ha estancado en términos reales per cápita durante los últimos diez años. La dolarización puede ser un espejismo ya que parece rápida y atractiva, en lugar de un verdadero esfuerzo de estabilización. Además, plantea desafíos tanto políticos como legales. Milei tendría que discutir esos cambios estructurales de la política monetaria en el Congreso, y también el Presidente de la Corte Suprema de Justicia ha declarado que implementar la dolarización oficial sería inconstitucional en nuestro país.
Estos retos ponen de relieve la complejidad de implementar una política de ese tipo y la necesidad de un enfoque más matizado. En lugar de una dolarización oficial (al estilo de Ecuador), el plan de estabilización parece apuntar a permitir la competencia libre de monedas, en este caso, entre el peso y el dólar, al tiempo que se pondrá fin a los controles cambiarios existentes. En 2024, la competencia de monedas la ganó el peso y se espera lo mismo para el año 2025, por lo menos hasta las elecciones de octubre. Dicha alternativa es la posibilidad de que en una economía circulen libremente diferentes tipos de monedas además de la local, de modo que los actores económicos decidan cuál utilizar en sus transacciones.
La posibilidad de elegir es sin duda buena: los argentinos podríamos ir al dólar cuando pensemos que va a haber inflación y de esa forma protegernos, o pasarnos a pesos cuando vemos que las tasas de interés en la moneda local son más tentadoras. De hecho, las medidas recientes que anunció el Banco Central para que se muestren los precios en pesos y en dólares y así facilitar los pagos en la divisa estadounidense usando las tarjetas de débito o los QR que se utilizan en Mercado Pago o en Modo, ayudan a su buen funcionamiento. Facilitar el uso del dólar (sin llegar a dolarizar) es bueno ya que puede ayudar a reactivar la economía, pero no baja la inflación.
Entonces, si la Argentina no va a una dolarización, y el peso y el dólar siguen conviviendo, ¿qué políticas económicas se pueden usar para seguir bajando la inflación? Para eso, se deberá mantener el equilibrio fiscal a rajatabla, porque si hay déficit, va a haber emisión monetaria no deseada que generará inflación, además de aumentar el riesgo país y por tanto, el costo de financiamiento.
A su vez, se deberá mantener la independencia del Banco Central del poder político y darle un mandato claro, para que pueda llevarlo adelante. El cepo se va a eliminar, es decir, tendremos libre movilidad de capitales, y se va a ir a un régimen cambiario mucho más libre, en el que, si hubiera algunos controles, seguramente estarían orientados a evitar movimientos especulativos de corto plazo. La política monetaria y cambiaria se volverá más desafiante y será fundamental decidir si el tipo de cambio se manejará dentro de un régimen de flotación sucia, de banda cambiaria o si se sigue con un crawling peg.
Todas las economías muestran patrones de expansión y contracción que se conocen con el nombre de ciclos económicos. Uno de los objetivos claves de las políticas macroeconómicas es utilizar la política monetaria y fiscal para reducir su inestabilidad y, de esa forma, sentar las bases de la prosperidad a largo plazo del país mediante un crecimiento económico sustentable, basado en el ahorro y la inversión, que eleve el nivel de vida de sus ciudadanos.
El gobierno de Javier Milei, durante el 2024 e inicios del 2025, ha logrado estabilizar la inflación con políticas restrictivas sin afectar el nivel de actividad económica ni la pobreza. La reducción del gasto público y en consecuencia el superávit fiscal, hizo posible dejar de emitir y frenar la inflación. Al bajar el déficit fiscal, también se reduce el riesgo país y con ello el costo de financiación, haciendo posible la refinanciación de deuda en condiciones más favorables como también contar con la posibilidad de nuevos acuerdos con el FMI para acelerar la salida del cepo. El punto más importante aquí es poder mantener el equilibrio presupuestario, ya que el Congreso puede considerar necesario aprobar mayores gastos públicos.
Como ciudadana rechazo la dolarización como una salida adecuada para nuestro país, ya que, además de los riesgos que trae aparejados, debemos defender nuestra autonomía monetaria y nuestra moneda. Si hemos logrado estabilizar la economía durante el 2024 sin haber afectado el nivel de actividad económica ni el nivel de pobreza, creo que los tres poderes del Estado y el pueblo argentino debemos acompañar este plan económico de estabilización, demostrando que sí somos capaces de gestionar la autonomía monetaria de nuestro Banco Central, sin necesidad de acudir a una medida tan drástica como lo es la dolarización.
Para ello, debe haber un cambio cultural donde las políticas económicas respeten a rajatabla el equilibrio fiscal, la independencia del Banco Central, la estabilidad de la moneda y la erradicación de la corrupción, sin desproteger a los más vulnerables. La economía puede crecer si la población trabaja arduamente, ahorra más y acepta riesgos, si el gobierno es estable, si proporciona un capital social adecuado, si promociona el comercio interno y en el exterior, y si regula la economía de una forma compatible con el libre mercado.
Finalmente, la economía puede crecer más rápidamente si se aprovecha bien el capital y la tecnología, más aún si son utilizados y mantenidos eficazmente por recursos humanos cualificados y formados. El nuevo modelo de crecimiento para el gobierno de Javier Milei, se sustenta en la innovación tecnológica y en la economía del conocimiento, basados en la inversión privada como motor del progreso.
Pero para lograr un crecimiento económico con equidad considero fundamental que el Estado garantice la igualdad de oportunidades para todos los argentinos, siendo la educación una de las principales herramientas para romper el encadenamiento perverso que determina la reproducción social de la pobreza. Un nivel educativo bajo de los padres, generalmente vinculado con magros ingresos, restringe las oportunidades de bienestar y educación de los hijos. Estos niños criados con deficientes niveles de nutrición, salud y capacitación se incorporan a actividades de escasa productividad y bajos salarios, y así se reproduce el patrón de desigualdad de la generación anterior.
Si los argentinos somos capaces de unirnos para erradicar la corrupción, estabilizar la economía y defender nuestra moneda, con más razón seremos capaces de garantizar nuestra seguridad y la igualdad de oportunidades para todos.
1. Samuelson, Paul; Nordhaus, William; y Pérez Enrri, Daniel. Economía. Buenos Aires: McGraw-Hill, 2004.
1. Javier Milei habla en exclusiva con Bloomberg News: Davos 2025
2. El gobierno de Javier Milei avanza en la competencia de monedas: qué es y en qué se diferencia del bimonetarismo. Chequeado, 19/01/2025.
3. Nuevas medidas del BCRA avanzan hacia la competencia de monedas. Banco Central de la República Argentina (BCRA), 16/01/2025.
4. Cepo al dólar: el mercado analiza una triple jugada del Gobierno y recalcula el fin de las restricciones. Ámbito, 29/01/2025.
5. La quita de retenciones disparó el precio del aceite de soja y puso a la industria del biodiesel al borde de la quiebra. LaPoliticaOnline, 30/01/2025.
6. ¿Cuáles son los principales retos de la economía argentina para 2025?
7. “El hada de la dolarización”: un artículo del Financial Times advierte sobre el potencial peligro de la medida. La Nación, 01/09/2023.
8. Bimonetarismo, competencia de monedas y cómo bajar la inflación. Por Miguel Kiguel. La Nación, 26/01/2025.
9. ¿Cómo afectaría la dolarización a la competitividad de Argentina? Economics Observatory, 17/05/2024.
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