Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Nuestro Consejo representa a más de 21 mil profesionales que desarrollan su labor en territorio bonaerense, estén o no radicados en la Provincia. En esta ocasión, compartimos la historia de la Dra. Verónica Blanc, matriculada en nuestra institución, quien desde hace más de seis años reside en la localidad correntina de Monte Caseros, donde en enero de 2025 abrió su propio estudio contable.
“Desde los 5 años que tengo en mi cabeza la profesión”, afirma la Dra. Verónica Blanc, Contadora Pública (Tomo 157, Folio 124, matriculada en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires), evidenciando la convicción que desde pequeña tenía sobre el camino que quería seguir cuando fuera adulta.
“En ese entonces no sabía que se llamaba contador. Tengo fotos de chiquita con los cuadernos de primaria, de tapa dura, jugando a que era una computadora. Siempre le decía a mi familia que iba a trabajar de esto”, recuerda Verónica, quien recién en la escuela pudo ponerle nombre a la profesión que le gustaba: “Cuando en la primaria descubro que existe un contador, ahí ya está. Yo iba a ser contadora”. Dicho y hecho.
La colega es la única matriculada de nuestra institución radicada en Corrientes. Desde el 2019, se instaló junto a su familia en la localidad de Monte Caseros, una ciudad que no es ajena para ella: vivió allí desde los 3 años hasta que partió con destino a Capital Federal para anotarse en la facultad.
Con más de 31 mil habitantes, la profesional narra una particularidad de su pago chico. “Es una localidad triple frontera: voy a la zona de la costa, miro y tengo a Uruguay, y me voy por el otro extremo y lo tengo a Brasil. Hay un monolito figurativo en el centro, donde se encuentran las 3 aguas”, relata la Dra. Blanc, quien agrega que la tranquilidad y la manera de vivir los carnavales en esa ciudad son dos características destacadas de Monte Caseros.
Si bien desde muy pequeña sabía que quería estudiar contabilidad, hubo en cambio en los planes sobre en qué universidad seguir la carrera. “Fue una decisión de último momento. Terminaba el secundario, y ya me iba a anotar en la Universidad de Concordia. Ahí estaba toda la familia paterna, tenía lugar en la casa de la nona, estaba todo organizado”, rememora Verónica, hasta que una invitación a conocer la Universidad de Buenos Aires, en una visita guiada organizada por la propia unidad académica, modificó los planes iniciales. “Me enamoré de la UBA”, sostiene la profesional. Fue en Capital Federal, a casi 600 kilómetros de su hogar, donde también conoció al padre de sus hijos. A raíz de su profesión (militar) y la posibilidad de que le asignen funciones en cualquier lugar del país, la contadora fue previsora: “Ya planifiqué todo mi futuro para trabajar de forma remota”.
En diálogo con RePro Digital, la colega recuerda sus inicios facultativos, no exentos de obstáculos. “A los 3 meses de empezar la carrera, despiden a mi papá del ferrocarril. Tengo la cultura de que hay que esforzarse y tener una carrera universitaria, que lo económico no sea un impedimento. Así que ahí empecé a trabajar. Desde el primer año trabajé y estudié”, sostiene la profesional, en la ardua tarea de compatibilizar ambas actividades.
En tercer año de la facultad, le llegó la oportunidad de trabajar en su primer estudio contable. “Mi visión era ser independiente, y para ser independiente tenía que acaparar todas las áreas. Comencé en un estudio contable. Pasé desde servir el café, atender el teléfono y cargar comprobantes, hasta llegar al punto de liquidar y visitar a los clientes”, relata la Dra. Blanc, cuyo itinerario profesional tenía un único fin en el horizonte: adquirir experiencia en la mayor cantidad de áreas posibles para crear su propio estudio contable.
“Yo sabía que me faltaba toda la parte de sueldos y previsional, entonces me fui a trabajar a Flecha Bus liquidando todos los sueldos de todos los choferes”, ríe Verónica. “Estuve 3 años más y sabía que me faltaba la pata de sociedades. Busqué un lugar donde pudiera hacer sociedades. Me tomaron como junior y terminé siendo la responsable. Mi vida es gratificante”, remarca emocionada la profesional.
En el inicio del 2025, todo ese esfuerzo se materializó en aquel sueño de abrir el estudio contable propio. “El 6 de enero de este año puedo decir que tengo una apertura hacia el público. Siempre había ejercido en mi hogar, tranquila, y justo este año me mudé a una casa y armamos un pequeño estudio con difusión en redes, radio. Es nuevito, fresquito”, comenta la contadora. Como cualquier emprendimiento que recién inicia, demanda una gran cantidad de tiempo: “Abrir un estudio implica también otra responsabilidad, hay una exposición pública que afrontar, además de los trabajos que yo hago en Provincia o Buenos Aires. Hay días en los que me levanto a las 6 de la mañana y son las 12 de la noche y estuve todo el día en la compu”.
Inquieta, Verónica también se recibió como profesora universitaria y se encuentra a 4 materias de alcanzar el título de productora de seguros. “Mi visión es la del estudio integral, que abarque las ramas de todo lo que es laboral-tradicional de cualquier estudio, y yo quiero la pata de profesionalización como un servicio brindando a los estudiantes de los últimos años. Apunto a hacerlo”, finaliza la Dra. Blanc, quien día a día sigue sumando conocimientos y aristas de la profesión independiente, en un cartón que cada vez está más lleno.