La matrícula no es un simple trámite burocrático: es el sello que transforma al graduado en profesional habilitado. Las leyes 20.488 y 10.620 fijan con claridad esa exigencia y reservan actos exclusivos a los matriculados, como firmar balances, emitir certificaciones, realizar auditorías o intervenir como perito o síndico judicial, entre otras funciones. Más que un requisito, la matrícula es garantía de idoneidad: protege al profesional, respalda a los clientes y sostiene la confianza pública en las Ciencias Económicas. En esta nota, repasamos diez actividades que solo pueden ser desempeñadas por un profesional matriculado.

ARTÍCULO PUBLICADO EL 2025-10-31
Edición N. 147 - Septiembre / Octubre 2025

REALIDAD PROFESIONAL


* Estos artículos pretenden acercar a la comunidad
la tarea de los profesionales en Ciencias Económicas,
destacar la importancia y obligatoriedad de contar
con la matrícula que habilita el ejercicio
de la profesión, y promover la consulta
a profesionales matriculados en línea
con la campaña unbuenconsejo.com.ar.

Cada año, cientos de jóvenes se gradúan en Ciencias Económicas y dan el paso definitivo para convertirse en profesionales: la matriculación en el Consejo. Ese trámite, que puede parecer rutinario, es en realidad el que habilita legalmente al ejercicio de la profesión.

La obligatoriedad no es nueva: desde la sanción de la Ley Nacional 20.488 (1973), el ejercicio de las Ciencias Económicas en todo el país quedó regulado, definiendo actos reservados a cada título. En la Provincia de Buenos Aires, la Ley 10.620 (1988) refuerza ese marco, reconociendo al Consejo Profesional como organismo de control, representación y disciplina. De este modo, el título universitario acredita formación, pero es la matrícula la que confiere legalidad.

Sin matrícula, cualquier servicio prestado en nombre de la profesión carece de validez legal y expone tanto al graduado como al cliente a situaciones de riesgo. En algunos casos, incluso, se incurre en la figura de ejercicio ilegal de la profesión, penada por la ley.

El Acto de Juramento es el momento en el que el Presidente del Consejo habilita a los colegas a ejercer la profesión en territorio bonaerense.

En esta ocasión, compartimos un listado con 10 actividades que un Contador Público no puede realizar sin estar matriculado:

1. Ejercer la profesión
La base de todo. Ningún graduado puede ofrecer servicios profesionales en Ciencias Económicas sin matrícula vigente. Hacerlo es ejercer ilegalmente.

2. Firmar balances y estados contables
La presentación de balances ante la Dirección Provincial de Personas Jurídicas (DPPJ) u otros organismos de control exige la firma de un matriculado. Un documento sin firma profesional carece de validez formal y puede ser rechazado por el ente receptor.

Ningún graduado puede ofrecer servicios profesionales en Ciencias Económicas sin matrícula vigente.

3. Emitir certificaciones profesionales
Certificaciones de ingresos, manifestaciones de bienes, informes especiales: todos requieren la rúbrica de un contador matriculado. Son documentos que otorgan fe pública y tienen impacto directo en operaciones comerciales, bancarias y judiciales.

4. Realizar auditorías externas
Las auditorías de empresas, asociaciones civiles y fundaciones son actos reservados. Solo un matriculado puede ejercer como auditor externo, brindando garantía sobre la razonabilidad de los estados financieros.

5. Actuar como perito o síndico judicial
La Justicia requiere profesionales inscriptos en el Consejo para desempeñarse como peritos contables o síndicos. Sin matrícula, no hay designación válida ni posibilidad de intervenir en causas judiciales.

6. Representar a contribuyentes ante organismos fiscales
Para firmar declaraciones juradas, actuar como apoderado o realizar trámites formales frente a ARCA, ARBA u otros entes recaudadores e impositivos, la matrícula es condición indispensable.

7. Ocupar el cargo de síndico societario
La Ley General de Sociedades establece que solo un Contador Público matriculado puede ejercer este rol, central en la fiscalización interna de las empresas y en la protección de socios y accionistas.

Con más de 21 mil matriculados, el Consejo Profesional es la institución que respalda, regula y representa el ejercicio de la profesión en toda la provincia de Buenos Aires.

8. Intervenir en concursos y quiebras
La Ley de Concursos y Quiebras reserva a los matriculados funciones clave como la verificación de créditos y la elaboración de informes. Estas tareas son determinantes en la continuidad o liquidación de una empresa.

9. Ejercer como liquidador de sociedades
La disolución y liquidación de sociedades requiere la intervención de un profesional matriculado, responsable de rendir cuentas y garantizar la transparencia del proceso ante socios y organismos de control.

10. Presentar informes profesionales ante organismos de control
Banco Central, Comisión Nacional de Valores, Superintendencia de Seguros y otros entes exigen informes firmados por contadores matriculados. Nadie más puede asumir esa responsabilidad.

La Justicia requiere profesionales inscriptos en el Consejo para desempeñarse como peritos contables o síndicos. Sin matrícula, no hay designación válida ni posibilidad de intervenir en causas judiciales.

Una cuestión de legalidad y confianza

No se trata solo de una obligación normativa. La matrícula es la herramienta que protege al profesional y, al mismo tiempo, resguarda a la sociedad. Al exigir que solo los matriculados puedan realizar determinados actos, la ley asegura que quienes los llevan adelante están sometidos a un régimen ético, disciplinario y de responsabilidad profesional.

En tiempos en que la confianza pública es un valor esencial puesto en tela de juicio, la matrícula funciona como garantía de idoneidad y transparencia. Para los matriculados, significa respaldo institucional; para los clientes, seguridad en que los trabajos tienen validez y están realizados por profesionales habilitados.

Si bien el título universitario convalida el conocimiento técnico, es la matrícula la que habilita el ejercicio legal de la profesión. Ejercer sin ella es ilegal y, además, desleal con los colegas que cumplen con las normas.

Por eso, matricularse no es un trámite más: es el paso definitivo para convertirse en un profesional de Ciencias Económicas con todos los números.


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