Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Desde hace más de tres décadas, un grupo de matriculados lleva los colores del Consejo Profesional a cada Encuentro Deportivo Provincial y Nacional. Entre ellos, los Dres. Gustavo Medina y Fernando Araujo, integrantes del equipo de fútbol 11 que nació en la Delegación Lomas de Zamora pero que hoy reúne a colegas de toda la Provincia, son testigos de una historia que combina deporte, amistad y sentido de pertenencia. Lo que comenzó como una forma de compartir tiempo fuera del estudio se transformó en una verdadera tradición. Año tras año, el grupo organiza la logística para estar presente en cada olimpíada, representando a nuestra institución con compromiso y entusiasmo. En esta nota, comparten cómo la profesión y su pasión por el deporte dieron origen a una amistad que trasciende los límites de la cancha y del estudio contable.
Desde hace muchos años, un grupo de colegas participa en los eventos deportivos organizados por el Consejo Profesional y por la FACPCE, con su equipo de fútbol 11. Si bien los jugadores se renuevan con el tiempo, el espíritu competitivo se mantiene firme, y hay nombres que se repiten edición tras edición.
Uno de ellos es el del Dr. Gustavo Medina, Contador Público (Tomo 92, Folio 226, CPCEPBA). “Esto data de hace muchos años, desde 1987 o 1988. Yo me incorporo a un grupo de fútbol que jugaba en una liga en Monte Grande, en la zona sur, y allí había muchos contadores. Cuando me recibo, me matriculo en la Delegación Lomas de Zamora y ya empiezo a ir a la primera olimpíada provincial en Necochea, en 1990”, recuerda con detalle el colega.
“Cuando me recibo me matriculo, entre otras cosas, para poder participar de las olimpíadas”, comenta Gustavo, encantado con la combinación entre deporte y profesión. “Empezamos a participar con un grupo de colegas, había muchos matriculados principalmente en Lomas, esa es la base del equipo, somos una Delegación muy futbolera”.
En deportes individuales o por parejas, ponerse de acuerdo puede ser sencillo. Pero coordinar un viaje con cerca de quince personas requiere otro nivel de organización. “Siempre en el grupo tiene que haber uno o dos líderes. Son quienes, cuando hay un evento, apenas se enteran, empiezan a empujar. Hoy con el grupo de WhatsApp se hace más fácil. Fernando Araujo hace las veces de delegado en el Consejo. Es un poco el que lleva las riendas del grupo: nos avisa cuándo son, nos reúne, fomenta la unidad. El líder es el encargado de hablar con el Consejo, logra que colabore con vestimenta o alguna reducción del canon para participar. Eso también es importante”.
Los avances tecnológicos transformaron la manera de organizarse. “Empezamos con teléfono fijo, después celulares pero solo llamadas, luego vino el mail y el SMS, y hoy es mucho más fácil la comunicación. También con el tema de las transferencias y el hecho de no tener que movilizarse para ir a pagar”, relata el contador, en tiempos en que todo se resuelve con un par de clics.
Para Gustavo “un líder tiene que arengar, ser resolutivo: si falta plata hacemos una vaquita, si no tenés auto te pasamos a buscar. Siempre tuvimos alguien que nos motivó y gracias a eso el grupo sigue vigente”.
El equipo, en sus inicios integrado casi exclusivamente por colegas de la Delegación Lomas de Zamora, amplió su geografía con el paso de los años. “Muchos vivimos cerca, en Lomas, Banfield, Adrogué, Monte Grande y CABA. También nos juntamos con la gente de Zárate, de Chacabuco y de Junín. En su momento éramos rivales en las Provinciales y después nos unimos para jugar las Regionales y Nacionales. En las últimas Regionales éramos como 18”, detalla Gustavo. Desde ya, el equipo dijo presente en los Juegos realizados en Posadas, del 6 al 9 de agosto del presente año.
“Nos conocemos de años y la verdad que la pasamos bárbaro. En una época íbamos con nuestros hijos; después los chicos fueron creciendo, pero siempre algún adolescente se suma”, afirma Gustavo, quien supo contar con hinchada propia.
La relación, consolidada a partir de la competencia, excede los límites del campo de juego. “Cuando te vas enganchando, te das cuenta de que el grupo es lindo. Se sumó gente del interior que es fenomenal, que a su vez fue incorporando colegas. Así se fue armando un grupo espectacular, que hoy se junta por fuera de las olimpíadas”, comenta el Dr. Medina.
La dedicación y el profesionalismo en la organización elevan la calidad de los eventos. “Salir a la cancha con un grupo de amigos, con la importancia que le da el Consejo que te ofrece cancha, predio, terna arbitral, para nosotros es importante porque te sentís un jugador más. Después te olvidás de que sos un contador que practica el deporte de forma amateur. Uno lo único que hace es decir ‘voy’ y pagar. Me saco el sombrero con quienes organizan”.
Dentro de las exigencias laborales y familiares, Gustavo siempre busca hacerse un tiempo para participar. “He faltado por cuestiones laborales o familiares, y de los que falté me arrepiento. A veces uno se engancha en cuestiones de trabajo y no se anota; después, cuando llega la fecha, te arrepentís. Porque más allá del resultado deportivo, cuando ves fotos, videos, anécdotas, decís ‘tendría que haber ido’. Hoy tengo 57 años y pienso en seguir yendo. Cuando nosotros empezamos éramos recién conocidos y hoy con algunos tenemos una amistad de más de 30 años”, finaliza el Dr. Medina.
El Dr. Fernando Araujo, Contador Público (Tomo 89, Folio 72, CPCEPBA), también es un apasionado del deporte. Tal es así que, al momento de elegir su carrera, evaluó opciones relacionadas con la actividad física. “Cuando había que elegir qué estudiar, estaba entre periodismo deportivo, profesor de educación física y contador. Me decidí por contador porque era la que más me gustaba y porque entendí que iba a ser la profesión que me iba a dar una mejor herramienta en el día de mañana desde el punto de vista económico”, comenta el colega.
Las Ciencias Económicas no solo le dieron una profesión, sino también un espacio de pertenencia. Fue a partir de su matriculación y de una consulta profesional que recibió la invitación para sumarse al equipo de colegas de la Delegación Lomas de Zamora. “Cuando arranqué de forma independiente, lo llamo a Fernando Gago, colega e integrante del equipo, para comentarle y ver el tema de clientes. ‘Lo vemos, están las olimpiadas, ¿no te querés venir?’, fue la respuesta que recibí”, recuerda el Dr. Araujo, quien se alistó para viajar a San Juan en 2014.
“Y tuve la suerte de que salimos campeones en fútbol 11. A partir de ahí seguí participando con ellos”, relata Fernando, quien no podría haber tenido un debut más auspicioso.
“Para mí fue un desafío, porque nunca había jugado por los puntos. Hoy para mí es costumbre, quiero ganar pero no es una presión extra. En ese momento estaba con toda mi familia, lo disfruté mucho con mis hijos. Mi hijo me vio campeón, lo llevé en los hombros, fue un momento de mucha felicidad”, rememora con alegría.
Más allá de los resultados, la conformación de un grupo de colegas y amigos es la clave para seguir participando año tras año. “Compartimos un muy buen momento, para nosotros es irse de vacaciones con amigos, y eso es lo que te hace participar y tratamos de disfrutar”.
Además del aspecto lúdico y recreativo, la competencia se vive a flor de piel. “Viajamos en general todos juntos, tratamos de compartir el viaje en tres o cuatro autos, nos hospedamos todos en el mismo lugar. Vivimos como un equipo”.
Una participación exitosa comienza mucho antes de que suene el silbato inicial. “Dentro del grupo cada uno tiene un rol. Siempre sabemos que vamos. Con poco tiempo lo definimos y hacemos la reserva. Después la logística del transporte, entre tres o cuatro que ponen a disposición el vehículo, no hay problema. Hay uno que se encarga de la ropa, otro de llevar las cuentas y dividir los gastos. Yo tengo la responsabilidad administrativa, que estén todos anotados y habilitados para jugar, las cuestiones reglamentarias. Otros son los líderes carismáticos del grupo”, detalla Fernando.
El equipo juega con camisetas que inmortalizan a Leonardo Lara, delegado histórico del grupo. Y claro está, todos quieren jugar y nadie se quiere quedar afuera. “Alguno viene a dar una mano para armar el 11, quién juega y quién sale, y se le respeta la decisión y cómo vamos a jugar”, agrega el Dr. Araujo.
Con quince jugadores a disposición, entre deporte, amistad y camaradería, también hay espacio para el trabajo: “Te referencian clientes, hacemos trabajos en conjunto. A lo largo de estos más de 10 años que juego con ellos, hemos tenido muchísimo trabajo”, cierra Fernando, ansioso por la próxima competencia que volverá a reunir al equipo y representar, una vez más, los colores del Consejo.