La digitalización redefine la forma en que las organizaciones producen, gestionan y analizan la información. En ese contexto, los profesionales en Ciencias Económicas tienen un papel clave: interpretar datos, anticipar tendencias y acompañar decisiones en entornos cada vez más tecnológicos. La vigilancia tecnológica surge como una herramienta clave para cumplir ese rol. Permite identificar innovaciones, cambios normativos y transformaciones de mercado que impactan directamente en la profesión. Adoptarla no requiere grandes inversiones, sino una actitud proactiva y una mirada estratégica. En esta nota, el Dr. Leonardo Cuesta analiza cómo la vigilancia tecnológica puede convertirse en una aliada fundamental para el ejercicio profesional.

ARTÍCULO PUBLICADO EL 2025-12-05
Edición N. 148 - Noviembre / Diciembre 2025

NOTAS DE AUTOR




Dr. Leonardo Cuesta
Contador Público (Tomo 121, Folio 47,
Consejo Profesional de Ciencias Económicas
de la Provincia de Buenos Aires).
Especialista en Gestión Tecnológica e Innovación.



Ing. Miguel Guagliano
Coordinador de la Unidad de Vigilancia
Tecnológica de la Facultad de Ingeniería
de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.


* Este artículo se desprende de una capacitación llevada a cabo por el Instituto de Postgrado
e Investigación Técnica (IPIT) de nuestro Consejo Profesional. Consulte al IPIT acerca
de la disponibilidad de sus cursos en internet
o por nuevas ediciones de esta formación.

La digitalización está transformando profundamente la forma en que las organizaciones producen, gestionan y utilizan la información. En este nuevo escenario, los profesionales de las Ciencias Económicas ocupan un rol estratégico: son quienes interpretan los datos, evalúan riesgos y acompañan a las empresas en su toma de decisiones. Para hacerlo con efectividad, resulta indispensable incorporar herramientas que permitan anticipar tendencias y comprender los impactos del cambio tecnológico. Una de ellas es la vigilancia tecnológica, disciplina que combina información, análisis y estrategia para fortalecer la competitividad profesional.

 

¿Qué es la vigilancia tecnológica?

La vigilancia tecnológica (VT) es un proceso sistemático de búsqueda, análisis y difusión de información sobre tendencias tecnológicas, económicas, regulatorias y de mercado que pueden influir en la actividad profesional o en las organizaciones donde se desempeña un profesional de Ciencias Económicas (Contador Público, Licenciado en Administración, Licenciado en Economía o Actuario). No se trata solo de estar informado, sino de anticiparse al cambio para tomar decisiones estratégicas basadas en evidencia.

Para el profesional de Ciencias Económicas, la VT puede aplicarse a distintos niveles: desde la identificación de nuevas soluciones de software contable o sistemas de gestión financiera, hasta el monitoreo de innovaciones en blockchain, criptoactivos, ciberseguridad o inteligencia artificial aplicada a auditoría y análisis financiero.

 

Aplicaciones prácticas en el ejercicio profesional

  • Modernización de los estudios contables: la vigilancia permite conocer las herramientas tecnológicas emergentes que optimizan tareas rutinarias como la conciliación bancaria, el control de inventarios o la presentación de declaraciones impositivas. Incorporarlas de forma temprana puede mejorar la eficiencia y liberar tiempo para actividades de mayor valor agregado;
  • Asesoramiento estratégico a clientes: los profesionales en Ciencias Económicas pueden usar la VT para detectar tendencias que impacten en sus clientes, como nuevas regulaciones sobre economía digital, cambios en medios de pago, o la adopción de plataformas de análisis de datos. Esto les permite posicionarse como asesores proactivos capaces de anticipar escenarios;
  • Evaluación de riesgos y cumplimiento normativo: las tecnologías también traen riesgos asociados (brechas de seguridad, responsabilidad de los datos, automatización de auditorías). La vigilancia ayuda a identificar cambios regulatorios y normativos para asegurar el cumplimiento y proteger la información sensible;
  • Desarrollo de nuevos servicios profesionales: el seguimiento de innovaciones tecnológicas puede inspirar la creación de nuevos servicios de consultoría digital, auditoría de sistemas o gestión de activos digitales. En lugar de ver la tecnología como una amenaza, la vigilancia tecnológica invita a verla como una fuente de oportunidades.

Adoptar la vigilancia tecnológica no requiere grandes inversiones, sino metodología y constancia. Algunos pasos iniciales son

Adoptar la vigilancia tecnológica no requiere grandes inversiones, sino metodología y constancia.
  1. Definir temas de interés: por ejemplo, automatización contable, ciberseguridad, regulaciones impositivas digitales o inteligencia artificial aplicada a auditoría;
  2. Seleccionar fuentes confiables: organismos internacionales, portales especializados, boletines de AFIP o de software contable, y publicaciones académicas;
  3. Monitorear periódicamente: dedicar un tiempo semanal o mensual a revisar fuentes, identificar novedades relevantes y compartir hallazgos dentro del estudio o equipo;
  4. Analizar impactos: valorar cómo las tendencias detectadas podrían afectar procesos, clientes o normativas;
  5. Tomar decisiones: aplicar los hallazgos en la mejora de procesos, capacitación del personal o desarrollo de nuevos servicios.
Integrar la vigilancia tecnológica a la práctica profesional permite interpretar la información con mirada estratégica y anticiparse a los cambios del entorno digital.

Un cambio de mentalidad profesional

La vigilancia tecnológica implica un cambio cultural: pasar de una actitud reactiva a una proactiva. Significa no esperar a que las tecnologías transformen el mercado, sino anticiparse a ellas. Los profesionales en Ciencias Económicas, por su rol transversal en las organizaciones, tienen una posición privilegiada para liderar estos procesos.

En definitiva, incorporar la vigilancia tecnológica a la práctica profesional no solo mejora la competitividad individual, sino que fortalece el sistema empresarial en su conjunto. Permite que los profesionales de Ciencias Económicas se mantengan vigentes, relevantes y preparados para un entorno donde la información y la tecnología son los principales activos del conocimiento.

Los contenidos que se publican son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no expresan necesariamente el pensamiento de los editores.


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Ciencias Económicas, riesgos, inteligencia artificial, ejercicio profesional, profesionales, innovación, clientes, competitividad, conocimiento, adaptación, estudio contable, Vigilancia tecnológica,
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