Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La Caja de Seguridad Social no solo acompaña a los profesionales al momento de la jubilación: también ofrece becas, subsidios y una amplia variedad de créditos para hacerse presente durante la vida activa de los colegas. Entre ellos, el préstamo hipotecario es uno de los más relevantes. Según el Censo 2022, en la Provincia de Buenos Aires una de cada cinco familias alquila, por lo que acceder a la vivienda propia sigue siendo un desafío para muchos colegas. Con dos modalidades disponibles, el crédito hipotecario se consolida como una herramienta concreta para dar ese paso que muchas veces se posterga. En esta nota, la Dra. Claudia Precona comparte su experiencia y cuenta cómo, gracias al acompañamiento de la Caja, pudo comprar un terreno en Valeria del Mar y retomar el proyecto de la casa propia.
La Caja de Seguridad Social se hace presente durante toda la vida de los profesionales. Aunque suele asociársela principalmente con el resguardo de los aportes de los colegas para cuando llegue el momento de la jubilación, su presencia durante la vida activa de los afiliados también se manifiesta a través de becas, subsidios y préstamos.
Dentro de la variedad de créditos disponibles, el préstamo hipotecario ocupa un lugar central. Y no es casual: según el Censo 2022, en la provincia de Buenos Aires una de cada cinco familias vive en una casa que alquila. En un contexto donde acceder a la vivienda propia sigue siendo un desafío extendido, este préstamo se convierte en una alternativa concreta para dar ese paso que muchas personas postergan.
“Imaginate la importancia que tiene: si no fuese por este préstamo, seguiría alquilando”, relata la Dra. Claudia Precona (Tomo 149, Folio 156, CPCEPBA). Es que, para acceder a un crédito otorgado por una entidad bancaria, los requisitos son varios. “Cuando tenés sueldo de docente, monotributo y una situación que no es lo más estable del mundo, no es tan fácil que te califiquen. Soy profesional independiente, docente y también trabajo en relación de dependencia”, comenta la colega, quien se enteró del préstamo de la Caja a partir del newsletter semanal que se envía todos los viernes.
“Mi primera intención fue sacar un préstamo bancario para comprar una casa ya terminada o un departamento. Pero no logré obtener esos préstamos, por lo que se me ocurrió la idea de buscar un terreno”, cuenta la Dra. Precona. Cuando parecía que la chance de la casa propia se diluía, el préstamo hipotecario de la Caja reflotó una posibilidad que parecía perdida. “Para el terreno, lo que me prestaron estaba bárbaro, me alcanzaba perfecto. La idea es construir la vivienda permanente”, narra Claudia, quien ya compró su lote ubicado en la localidad de Valeria del Mar, partido de Pinamar.
En relación al trámite, la colega lo definió como “muy rápido”. “Entre que lo pedí oficialmente y me lo otorgaron, pasó un mes. Desde mayo que les estoy escribiendo, porque primero les pregunté todas las dudas que tenía. No hubo ningún inconveniente”.
La Caja ofrece dos líneas de crédito hipotecario. Por un lado, el Préstamo Hipotecario sin destino específico, que permite solicitar financiación utilizando como garantía un inmueble —propio o de un tercero— inscripto previamente en el Registro de la Propiedad. Por otro lado, el Préstamo Hipotecario para compra de inmueble de titularidad del adjudicatario está orientado a quienes desean adquirir una propiedad que quedará a su nombre y que, a su vez, funcionará como garantía del crédito.
“No es lo mismo una hipoteca sobre inmueble propio que para uno que estás comprando. Para la Caja también es un trámite distinto. Uno tiene que ser muy claro y muy prolijo en el envío de la documentación”, enfatiza Claudia en diálogo con RePro Digital.
En ambas líneas de crédito, la Caja puede financiar hasta el 60% del valor tasado del inmueble que se use como garantía. Para definir cuánto se puede prestar, ese porcentaje se combina con el IPMA (Ingreso Promedio Mensual por Aportes) del solicitante y con el límite máximo previsto para cada línea. Por su parte, la tasa de interés vigente es del 29% nominal anual, uno de los principales atractivos del beneficio.
“Las opciones de devolución dependen de cada profesional. En mi caso, va a ser aproximadamente 130 meses”, asegura la profesional, que aconseja a los colegas que se encuentran en su misma situación “sacarse todas las dudas desde el comienzo con la gente de la Caja, que son muy amables y te responden todas las consultas. Sí les recomendaría que se aseguren de que la propiedad sea apto crédito”.
Muchas prestaciones no pasan como un beneficio más. En el caso de Claudia, se trata de “la posibilidad de cumplir un sueño”. “No debería ser un sueño tener la casa propia. La verdad que no sería posible si no fuese por este préstamo. No obtuve respuesta en otras instituciones de crédito”, relata agradecida. Y agrega una infidencia: “Un profesional de otra Caja, de una profesión distinta, se manifestó con un poco de envidia porque nosotros tenemos préstamos hipotecarios y ellos no. Con una envidia sana”, cuenta entre risas la Dra. Precona, con la tranquilidad de tener un terreno a su nombre para proyectar un futuro con mayor seguridad.