ARTÍCULO PUBLICADO EL 2025-12-05
Edición N. 148 - Noviembre / Diciembre 2025

EDITORIAL

DEL ESCRITORIO DE LA PRESIDENTE

Dra. Lucía S. Barcia Dra. Lucía S. Barcia Presidente del Consejo Profesional
de Ciencias Económicas de la Provincia
de Buenos Aires.

El pasado 7 de noviembre he asumido la Presidencia de nuestro Consejo, al que amo y ahora quisiera compartir con los colegas que lean estas líneas, lo que expresé en el momento de asumir, para que sea de todos. 

Estoy muy emocionada de estar acá, transitando este presente como algo hermoso que la vida me dio y que intentare retribuir con lo mejor de mí.

Quiero agradecer en primer lugar, a todos los que han hecho posible que este Consejo, que es nuestro, sea una institución sana, solvente, apartidaria y promotora de una fuerte solidaridad entre pares, con su programa de acción social y con una caja de previsión social, autogestionada y autocontrolada que es mencionada como ejemplo por su transparencia y sostenibilidad.

También quiero agradecer a los colegas que me han elegido para proponer este cambio de formato y a la madurez del musculo político que ha hecho posible que aquella chica de Mar del Plata que vino en 1997 por primera vez a la sede provincial, hoy este aquí hablándoles desde este lugar.

Finalmente, a mi familia y a mis seres queridos, que me han animado y acompañado en todo.

¡Gracias, muchas gracias!

El mundo en el que hoy vivimos no es el que nos gustaría. Sociedades fragmentadas por diferencias ideológicas, étnicas, religiosas y una desigualdad social que atraviesa y duele, hay mucho por hacer. 

Y dentro de todo esto, nosotros, nuestra institución, que, si bien ha nacido por delegación del poder del estado provincial, hoy es mucho más que eso, nos hemos convertido en una conquista social, en un faro esperanzador. Acá no hay grietas, acá compartimos realidades que nos son comunes a todos, y necesitamos trabajar fuerte y unidos para que los graduados de ciencias económicas encuentren en la institución el lugar de contención.

Y que la pertenencia sea una elección y no solo una obligación, esa será nuestra mayor fortaleza para enfrentar embates a las instituciones de profesionales. 

Fuimos unos adelantados a éste modelo geopolítico, federalizando hace más de 40 años a nuestro Consejo. Quiero resaltar el rol de la dirigencia territorial, nuestras delegaciones. Ellas están día a día frente a los matriculados como el lugar de cercanía, deben fortalecerse y estar capacitadas para dar respuestas.

Sabemos que la digitalización ha mermado la concurrencia, por eso necesitamos establecer nuevas convocatorias para mantener y redefinir los vínculos humanos desde la pertenencia y nadie mejor que el que comparte la cultura de la zona para plantear desde dónde. 

Durante muchos años veía los lemas de los congresos, que indicaban la jerarquización de la profesión. Hoy creo que este concepto ha quedado vetusto, el mundo moderno no ve con los mismos ojos esto de órdenes ascendentes o descendentes; hoy la sociedad es más transversal, y la profesión debe adaptarse, por eso nuestra misión será una profesión necesaria, valorada y reconocida, tanto en el  ámbito privado como en el público, en el ejercicio liberal de la profesión como en la gestión dentro de empresas y organizaciones, las que hoy son un lugar más apetecible dada la relación entre la cantidad de entes y los profesionales.

Estos tres elementos se movilizan desde distintos puntos de partida. La necesidad parte de lo colectivo que es el aporte fuerte de la institución, una comunicación efectiva para una absorción informada de nuestra oferta. 

El segundo es más individual, la responsabilidad de estar formado para la tarea que se nos encomienda, en ese lugar construimos, ya que contamos con un activo muy presente que es el IPIT, cuya oferta ampliaremos con la formación en las meta competencias, llamadas también habilidades blandas, hoy condición indispensable para la valoración, pensar estratégicamente y coordinar acción con otros cuando estamos en la táctica, en la de todos los días, marca la diferencias y agrega valor a las relaciones interdisciplinarias, nos ayuda a regular emociones y a tener un propósito determinado en la forma de ejercer la profesión y de vivir la vida.

Pensar estratégicamente y coordinar acciones con otros, aún cuando estamos inmersos en la rutina, marca la diferencia y agrega valor a las relaciones interdisciplinarias. A su vez, nos ayuda a regular emociones y a sostener un propósito claro tanto en la forma de ejercer la profesión como en la de vivir la vida.

Nada es rápido, divertido y fácil, la formación requiere compromiso y disciplina y la utilización de los hoy llamados enemigos silenciosos, como la IA por nombrar al más vigente, convertidos en aliados estratégicos. Esto nos dará la posibilidad de utilizar menos tiempo en las tareas repetitivas programables y tener tiempo para pensar y relacionarnos desde otro lugar con clientes y organizaciones. 

Luego cuando la necesidad sea manifestada y la valoración de los resultados expuesta, el reconocimiento económico vendrá solo.

 Dicen que uno es en lo que cree, para los que no me conocen aún:
- creo en el diálogo como única forma de entenderse, 
- creo en la solidaridad entre pares, en la equidad y la justicia, 
- creo en que para tener relaciones sanas hay que tener conversaciones incómodas,
- creo en que los equipos de trabajo valen por sobre los procesos,
- creo en que la razón vence a la fuerza, 
- creo en la tolerancia, 
- creo en la posibilidad de equivocarse y enmendar, 
- creo en la libertad sin interferencias, 
- y por sobre todas las cosas creo en la ética, el respeto y la empatía como hilos que tejen las paredes invisibles de las organizaciones.
 

Ahora un deseo y un pedido

Que estemos a la altura de elaborar las respuestas que los matriculados y la sociedad esperan de nosotros, que vayamos todos juntos en busca de objetivos pequeños y alcanzables, sumando día a día, que estemos presentes a lo largo y a lo ancho de la Provincia, dentro y fuera de nuestra tribu, que nos demos cuenta que la democracia no es un derecho sino una obligación de participar. Que nadie hará por nosotros lo que no estemos dispuestos hacer por nosotros mismos, y que consigamos que este sea indefectiblemente el lugar de todos.

 

El pedido

Que nos apoyen, sobre todo cuando no estén de acuerdo, porque para mí, a esta altura de mi vida, apoyar no es decir todo que sí. Las grandes construcciones de la historia se han cimentado en diferencias, y no somos las personas las que discutimos, son los argumentos los que se enfrentan y gana el que este más cerca de la verdad independientemente de quien lo exprese. Si hay una queja que se presente, si hay una critica que se argumente, si hay una idea que se aporte, pero acá, en este, el lugar de todos.

Para terminar, les pido me acompañen en una oración que se ha utilizado mucho en grupos que persiguen un objetivo en común y dicen que nadie sabe quién la escribió, pero es hermosa y dice así:

"Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar.
El valor, para cambiar aquellas que si se pueden
y la sabiduría para reconocer la diferencia."

Hasta la próxima.


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