NUESTROS JUBILADOS

NOTA 2

Tras la obtención del título universitario se abren miles de oportunidades. Cada profesional va atravesando distintos caminos y anécdotas y a quienes hoy homenajeamos son fieles representantes de esta hipótesis. La docencia secundaria, la música y el valor del tiempo, son algunas de las historias que estos colegas compartieron con nosotros.

El Dr. Roberto Oribe, matriculado de la Delegación Bragado. Contador Público y músico.

Una profesión musical

Matriculado de la Delegación Bragado, el veinticinqueño Dr. Roberto Oribe recuerda que “cuando era muy chico trabajé en una oficina de consignatarios de hacienda. El jefe era una persona de bastante buen corazón pero muy rudo en sus formas de tratar y eso me marcó mucho para tomar conciencia de lo que es trabajar en relación de dependencia. Cuando mi padre me dio la opción de estudiar no lo dudé, y sumado a mi orientación, opté por las Ciencias Económicas”.

Tras graduarse comenta: “Hice unas prácticas en un estudio en La Plata de una gente de Alberti, y luego me decidí venir a vivir a 25 de Mayo. Empecé en un frigorífico local y luego salí a ofrecer mi servicio en algunas de las principales empresas y en dos de ellas quedé como Contador. Además armé mi estudio”, sintetiza en pocas palabras el colega, tras toda una vida de ejercicio profesional.

Abocado también a la actividad agropecuaria reconoce que “eso me gusta mucho. La profesión me dio una visión muy vasta del negocio; es bastante amplia para analizar y ver mejor el mundo empresario y poder ayudar a terceros con los servicios que uno presta”.

Aun así, el Dr. Oribe supo buscar los momentos para disfrutar de un hobbie que según él “es muy lindo y me dio muchas satisfacciones”. “Me gusta la música, estoy en un grupo de canto folclórico llamado Sentir Nativo. Vamos a festivales importantes del país y estamos inscriptos en el Instituto Cultural de la Provincia”.

La Dra. Norma Marzano, recibiendo su distinción en manos del Dr. Ricardo Arzoz, Presidente de la Caja de Seguridad Social.

Todoterreno

“La carrera de Ciencias Económicas es muy completa y te da herramientas para desempeñarte en muchos ámbitos”, declara con fundamentos la Dra. Norma Marzano, chivilcoyana de nacimiento, y platense por elección. Es que tras graduarse en la UNLP, la vida profesional le brindó distintos desafíos a los que pudo hacerles frente sin problema.

“En la escuela me di cuenta que era la orientación que me gustaba para el resto de mi actividad. Primero empecé trabajando en la administración pública, en IOMA, a la par que estudiaba. Inmediatamente después que terminé la carrera comencé en dos empresas privadas y luego, cuando tuve 4 hijos, gran parte de mi trabajo fue la docencia secundaria”, cuenta la colega.

Comparte el estudio con su marido, también Contador, y asegura que por eso “nunca dejé de estar relacionada con la actividad profesional propiamente dicha. Y eso en la docencia es muy importante porque además de los conocimientos se puede aportar la práctica”. Docente en varias escuelas de La Plata, dictó materias del área economía como Contabilidad y Administración. En ese sentido recuerda que “en algún momento se incorporaron las prácticas profesionales, y armamos una experiencia interesante en micro emprendimientos en un convenio con la Municipalidad. Los alumnos capacitaban a los micro emprendedores para el desarrollo de su actividad”.

Con mucha vocación de servicio solidario, la profesional también destaca que colabora con el Centro Nutrir la Vida de CONIN La Plata “que es una entidad muy conocida en la comunidad. Hoy tengo más tiempo para hacerlo y estoy como Contadora pero a nivel solidario. Es un aporte personal a la entidad”.

Dr. Horacio Isola. “La nuestra es una de las pocas profesiones que se mantiene de forma liberal e independiente”.

El valor incalculable del tiempo

El Dr. Horacio Isola, matriculado de la Delegación Lomas de Zamora, ya decidió continuar con la actividad profesional a pesar de haber alcanzado la jubilación. “Mientras el cuerpo resista, seguiré”, dice entre risas al ser consultado por RePro.

El colega le da un valor muy importante a una característica de la profesión: “Hay que tener salud, ganas de trabajar y ser perseverante, pero es una de las pocas profesiones que se mantiene de forma liberal e independiente. Dependés de tu capacidad y de la buena relación con los clientes. Tuve oportunidad de trabajar en grandes empresas pero siempre preferí ejercer la profesión de forma liberal, no lo cambio por nada. Porque en el fondo el tiempo vale más que el dinero”.

Graduado de la UBA, comenzó con la actividad profesional ligado a las PyMEs, en un estudio privado. “Primero liquidaba impuestos y ya se veía que era incipiente el comienzo de la computación en nuestro trabajo. Lo que hacía era visitar clientes para empezar a procesar la documentación, en lugar de traerla al estudio. Fueron cambios tecnológicos importantes que se dieron desde el inicio de mi profesión”, recuerda con entusiasmo. “La parte impositiva en nuestro país tiene muchas variantes, aunque la base de los impuestos o la Ley de procedimientos lamentablemente no cambió tanto, pero el apoyo del aporte tecnológico fue fundamental”, sostiene.

Convencido de volver a elegir la profesión, cuenta que a sus labores como Contador le fue sumando “algunos desarrollos paralelos junto a mi hijo que es Martillero”. El Dr. Isola comenta con entusiasmo que “hicimos algunos emprendimientos juntos como una pequeña fábrica de pastas, un campo de blueberries y algunas construcciones de dúplex en Pinamar”. Coincidiendo con lo dicho por la Dra. Marzano, el colega asegura que “la profesión me sirvió mucho para estos emprendimientos, sobre todo en temas de costos”.


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