NUESTROS JUBILADOS

NOTA 4

El acto de entrega del beneficio jubilatorio que organiza la Caja de Seguridad Social en las instalaciones compartidas con el Consejo Profesional sirve de excusa para que profesionales de distintos horizontes lleguen hasta la Sede Provincial a disfrutar un grato momento.

Sin proponérselo, los agasajados traen consigo experiencias y saberes producto de años de trabajo, y suelen coincidir en el apego a los números como un primer motivo por el cual eligieron la profesión.

Pero cuando los papeles y carpetas de sus escritorios de trabajo se empiezan a mirar con atención y a leer entre líneas, asoman relaciones, similitudes y lazos que los conectan más allá de un título universitario. Así fue que RePro pudo juntar en una virtual sala de entrevistas al hijo de un matrimonio de inmigrantes polacos, a un colega que lleva años en el Correo Argentino y a un profesional de la docencia.

Dr. Héctor Vegetti (Delegación La Plata)

Nacido en Ensenada y radicado en La Plata, el Dr. Héctor Vegetti contabiliza los principales hitos de su vida según los años. Se recibió en 1975, se matriculó en 1976 y se casó en 1978. “Los números aparecen en mí como una facilidad para las matemáticas. En esa época uno se orientaba para aquello que le parecía más fácil de alcanzar, y con la base que yo tenía, intuí que podía lograr un crecimiento si me especializaba en las Ciencias Económicas”, comienza con detalle el colega.

“Cuando te levantás todos los días y vas con ganas al trabajo, te das cuenta si elegiste bien tu profesión”, declara explicando cómo fue que hizo de su profesión una compañera de toda la vida y continúa: “Comencé como muchos, con mi estudio en Ensenada, pero me duró poco. No había mucha actividad y mis inquietudes eran otras. En el año 1977 ingresé en Capital al Grupo Bridas donde empecé como empleado y terminé de Director de Administración y Finanzas de una de las empresas”.

Haciendo camino al andar, pero dejando tras de sí su propia huella, el Dr. Vegetti pudo “recorrer el país como Jefe de Administración o como Gerente de Administración y Finanzas creando centros de operaciones”. Así fue que desde Cañadón Seco en Santa Cruz hasta Tartajal, Salta, “recorrí el país haciendo presencia física como responsable central de lo que se hacía. Todo eso en el tiempo generó en mi mucha satisfacción”.

Su llegada al Correo Argentino (en ese momento, EnCoTel) significó para el colega un desafío profesional importante: “Se buscaban profesionales que puedan hacer de una empresa del estado, como era EnCoTel, una con perfil de empresa privada porque se iba camino a la privatización. Yo entré en el grupo de trabajo original”.

Dr. Raúl Di Santo (Delegación Pergamino)

Orgulloso de haber sido el líder del proyecto del primer sistema SAP en el país, “actualmente continúo en el correo. Estamos transitando una propuesta a 5 años de crecimiento en general, desde lo edilicio hasta nuevos sistemas de actualización de maquinas”, detalla.

 

La vocación como guía

En Pergamino, el Dr. Raúl Di Santo supo combinar la labor de su padre empleado del correo con la vocación de servicio de su madre docente y, empujado por un apego a los números, hizo carrera en las Ciencias Económicas. “Comencé los estudios en un Centro Regional de la Universidad Católica que funcionaba en mi ciudad. Luego me trasladé a Capital donde me recibí y tuve mis primeras experiencias al frente de un aula”.

La tarea judicial apareció en la vida profesional del colega como una especialización de sus saberes tras realizar cursos de posgrados. “Empecé a desarrollar la actividad a partir de la especialización de Sindicatura Concursal y hoy tengo gran parte de mi vida profesional ocupada en la actividad judicial, alrededor de un 60%. A partir de los años 90, y siguiendo por ese amor por la docencia, dicté en posgrados y actualmente estoy en materias en la misma especialización de Sindicatura Concursal en distintas Universidades en Buenos Aires, Pergamino, Junín y La Plata”.

El Dr. Ricardo Zwolinski (Delegación Avellaneda) junto a su esposa la Dra. Estela Marcataio.

Cuando aparece el tema de la docencia comienza otro reportaje ya que el Dr. Di Santo nos muestra un costado de su vida ligado fuertemente a esta actividad, convencido de que “es devolver a la comunidad todo lo que uno recibió. No puedo dejar de volcar eso. No vivo de la docencia, aunque tengo mucho tiempo dedicado”. Ejemplo de ello son los múltiples cargos y tareas que realiza en distintas entidades educativas desde Director de la carrera de Sindicatura Concursal de la Universidad Católica hasta Coordinador de la misma carrera en la Universidad de Morón.

Padre y abuelo, comparte estudio profesional con su mujer con quien formaron “un gran equipo de trabajo”.

Lo primero es la familia

Esposa y colega. Docencia. Muchos años de trayectoria trabajando con su mujer en el estudio. Mismos tópicos que se repitieron en la charla con el Dr. Ricardo Zwolinski, matriculado de la Delegación Avellaneda. Es que él tuvo la dicha de compartir el acto del beneficio jubilatorio con su mujer, la Dra. Estela Marcataio, también matriculada. “Trabajamos junto con mi esposa. Ella luego se dedicó a la docencia y ahora también se jubiló. Nos acompañamos juntos durante 37 años. Con esta profesión formé mi familia, tengo cuatro hijos y uno de ellos estudia para Contador”, consigna con visible emoción el profesional.

Nacido en Sarandí, se crió como un típico hijo de inmigrantes polacos: “Fui a la Sociedad polonesa en Dock Sud durante mucho tiempo. Crecí en todas esas colectividades, yendo a bailar y a jugar con fuertes arraigos europeos. Mi padre vino en el 1927, era sastre. Conoció a mi madre aquí, en la colectividad. Somos tres hermanos, uno es médico y el otro comerciante”.

“Me gustaba la matemática”, recuerda, aunque sus inicios en la Universidad fueron por el lado de computador científico. Pero dice agradecido que eligió una profesión que “me permitió viajar, tener buenas vacaciones, darle una casa a cada uno de mis hijos. Mis clientes son mis amigos, que es fundamental. Abracé la profesión con orgullo y agradezco que uno de mis hijos continúe tal vez el legado que le dejo”.

Con una vasta trayectoria en la Cámara de Comerciantes en Artefactos para el hogar del sur en Bernal, el Contador asesoró firmas de distintos rubros como panadería y repuestos del automotor. “Hoy tengo mi estudio en Quilmes. Continúo con mis clientes y tengo cuatro nietos. Sigo trabajando por ellos y para ellos y vivo, como se dice, esperando a que uno haga falta hasta que Dios disponga”.

Lejos de dejar la actividad, los colegas coinciden en continuar con la profesión que tan feliz los hizo a lo largo de su vida. Las cartas están sobre la mesa y los tres tienen un As bajo la manga.


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