Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Ubicada a muy pocas cuadras de la playa, específicamente en la zona de La Perla de la ciudad de Mar del Plata, la Dra. María Luján Alí desarrolla sus actividades y tiene el mayor caudal de su trabajo en época de verano.
“Tengo mi estudio en el macrocentro de la ciudad. En los meses de verano tenemos más trabajo que el resto de los profesionales, ya que los organismos como AFIP, ARBA o el Ministerio de Trabajo salen a hacer sus inspecciones y por ese motivo nos consultan mucho más”, relata.
A su vez, agrega que “también se incrementa el trabajo porque hay muchos que son temporarios, como los concesionarios de las playas o los bares, y son negocios que funcionan por la temporada”.
Si bien puede llegar a tener la tentación de disfrutar del mar y el sol, la Dra. Alí admite que trabajar en su estudio la tiene muy ocupada de lunes a viernes por lo que “a la playa voy sábados o domingos; el resto de los días estoy trabajando por más que estoy a pocas cuadras”. Y agrega: “en marzo, abril, o quizás noviembre voy porque hay algunos días lindos y me gusta aprovecharlos”.
Para el Dr. Conrado Taboada los meses de diciembre, enero y febrero en la localidad de San Bernardo, en el Partido de La Costa, afectan sin lugar a dudas el funcionamiento de la ciudad y de su trabajo: “Vivo a una cuadra y media del mar y la actividad turística afecta muchísimo la rutina. En invierno tengo la posibilidad de estacionar en frente del estudio y en verano me pasa que a tengo que hacerlo a dos cuadras”.
“También se incrementan las visitas de los clientes que tengo todo el año, además de los comercios que abren en temporada y necesitan asesoramiento con liquidaciones impositivas, impuestos, personal y las visitas que quitan muchísimo tiempo. La diferencia es abrumadora, sobre todo en una ciudad chica como San Bernardo. Económicamente esto tiene una cara positiva”, agrega.
En cuanto a la tentación de escaparse a la playa mientras realiza sus actividades en la temporada, el profesional asegura que no le sucede “porque de alguna manera me agota tanta gente”. En este sentido, explica que “en enero, por ejemplo, fui solo dos veces con mi esposa a una playa alejada porque la cantidad de personas es mucha. Aprovecho meses como noviembre, marzo o abril para hacerlo”.
Muy conforme con San Bernardo, expresa que “no me mudaría para nada” ya que “me encanta el lugar”. “Trataría solo de buscarle la vuelta para que la temporada no afecte tanto a la ciudad y el cambio se sienta tan grande. La vida me fue trayendo hasta San Bernardo y agradezco que eso me haya pasado”, sintetiza.
Desde Monte Hermoso, al sur de la Provincia y a poco más de 100 kilómetros de la ciudad de Bahía Blanca, se encuentra el estudio de la Dra. Eugenia Tau. En diálogo con RePro Digital, la profesional reconoce que la actividad turística influye en su trabajo.
“En los meses de verano la atención al público es mayor y particularmente en el mes de enero los organismos de control realizan inspecciones. Además, en nuestro estudio también administramos consorcios”, indica.
A su estudio, que originalmente fundó su padre, arribó luego de recibirse y trabajar durante unos meses en La Plata: “Viajé a Monte Hermoso para hacer una temporada de trabajo y ayudar a mi padre. En ese momento vi que había muchísimo por hacer por lo que finalmente decidí quedarme".
Sobre la cercanía con el mar, la Dra. Tau indica que “algunas veces me tienta ir”, pero se abstiene dado que “de cualquier manera los domingos voy a la playa con mi familia y creo que eso me alcanza”.
Muy arraigada a su ciudad, afirma que gracias a las redes sociales y los avances tecnológicos “uno se encuentra mucho más conectado y, en ese sentido, el Consejo me ayuda a actualizarme por medio de las capacitaciones, la información que recibimos los viernes por el newsletter o bien por comunicaciones por parte de la Delegación”.
“A cualquier colega que esté pensando en mudarse le puedo sugerir que lo haga. El trabajo para un Contador es el mismo y en una ciudad chica los problemas como las distancias no existen”, sostiene.