Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Guadalupe Araoz realizó la carrera de Lic. en Economía en la Universidad de Torcuato Di Tella. Luego estudió durante dos años en la Universidad de Buenos Aires una Maestría de Estadística Matemática, aunque debió abandonarla porque comenzó a trabajar en Finanzas.
Desarrolló sus actividades en el mercado de capitales para una empresa privada, donde llegó a manejar carteras, y pasó por varios empleos más hasta que sintió que sus cambios constantes tenían que ver con una disconformidad personal.
“Me di cuenta de que ya me había aburrido de mi trabajo. Sentía que no podía ser que cambiara tan seguido. Algo me estaba pasando. Empecé a evaluar por qué no estaba contenta”, asegura.
Fue entonces que en unas de sus vacaciones conoció a un joven argentino que viajaba por Israel y, al hablar con él y conocer su historia de vida, se convenció de que ella tenía el poder de dejar en pausa su vida profesional y hacer lo que realmente soñaba.
“Volví a Buenos Aires a mi trabajo en Finanzas y pensé que tenía dos opciones: comprarme mi primer auto, o tirar el tablero, vivir muy barato, irme a Asia y ver cómo me las arreglaba. Fue en 2012 que me tomé un avión a China y estuve un año dando vueltas por varios países: viajé por Tailandia, Indonesia, Malasia, Vietnam, Camboya”, relata.
Desde entonces, Gudalupe viajó en moto y comenzó a escribir para su blog hastaprontocatalina haciendo una publicación semanal, donde además incluía entrevistas a habitantes locales.
Tras sufrir un accidente que la obligó a volver a Argentina y pasar alrededor de 10 meses de recuperación, comenzó a conseguir espacio para escribir en revistas de viajes: “ese año viví sola y pude mantenerme. Me di cuenta que podía vivir de eso, y además afiancé mi relación con la moto. A pesar del accidente me di cuenta que la quería mucho, y que podía ponerle protección suficiente para que sea más segura. Es mucho más lo que me da que lo que me quita”.
El 21 de febrero de 2015, con una Honda XR125L, partió desde Buenos Aires hacia Ushuaia y luego comenzó a viajar por todo el continente. Recorrió todos los países de Sudamérica (incluidas las tres Guayanas), Centroamérica y Norteamérica, pasando por Alaska.
Consultada sobre si en algún momento extraña su antigua vida, Guadalupe indica que “en algún momento me dieron ganas de volver a mi departamento, a mi cama, tener una ducha caliente, pero no de volver al mismo estilo de vida. He dormido mucho en carpas, en la calle, y también en las casas de personas que me abrieron sus puertas. Descubrí que hay mucha más gente buena que mala en el mundo, solo que la mala tiene mayor publicidad. Hubo gente que me ayudó muchísimo. Por esas cosas nunca quise volver a mi viejo estilo de vida”.
La profesional reconoce que sus estudios la ayudaron para poder afrontar sus nuevos desafíos, ya que pudo aplicarlos en su forma de pensar. “En la carrera de Economía no enseñan herramientas, sino a pensar de una forma analítica. Aprendí a hacer presentaciones de trabajos, a hablar con empresarios, a poder entender cómo piensan ellos y qué les puedo ofrecer yo que les pueda interesar para patrocinios”, expresa.
“También observé que, extrañamente, cuando uno dice que está dando la vuelta al mundo en una moto la gente te cataloga y te tilda de ‘hippie’. Sin embargo, cuando decís que tenés un título en Economía, que trabajaste en Finanzas, la gente cambia su manera de pensar y confía más en vos. Volvería a ejercer mi profesión de Economista pero no en la forma que antes lo hacía; lo haría ayudando a una ONG o en algún ambiente donde pueda devolver algo”, agrega.
Acerca de su emprendimiento y los desafíos que debió sortear para mantener y actualizar hastaprontocatalina, que actualmente es en un blog muy consultado por los viajeros, revela que fue “un gran reto, porque uno mismo tiene que ser su productor, fotógrafo, camarógrafo, responder los mensajes, escribir en la web, conseguir el hospedaje, administrar el dinero. Debería ser un trabajo de varias personas y lo hago yo sola, por lo que a veces se hace difícil”.
Este 2018, Guadalupe comenzó el año cruzando en su moto el Desierto del Sahara, y actualmente se encuentra recorriendo África para poder seguir sumando nuevas aventuras.
“Soy hija única y siempre estuve acostumbrada a convivir conmigo misma. Tengo un mundo interno muy desarrollado y disfruto mucho de mi propia compañía. Necesito la autoevaluación, la autocontemplación y momentos a solas de lectura y de escritura; siento que la moto me da libertad en este sentido”, concluye.