Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Enseñar a agradecer
Hay profesores que, además de la vocación de educar, son agradecidos con los sitios que formaron parte de su formación. El Dr. Bernardo Samartino, matriculado de la Delegación Tandil, es uno de esos profesionales que eligieron volver a su antigua escuela para dejar de ser ex alumno y convertirse en docente.
ARTÍCULO PUBLICADO EL viernes 13 de abril
Edición N. 102 - Marzo / Abril 2018
PROFESORES MATRICULADOS
Parte 28
“Actualmente estoy dando clases en el instituto Inmaculada Concepción de la ciudad de Rauch en la materia Sistemas de Información Contable y tengo a cargo un total de 26 alumnos”, comienza relatando el profesional en diálogo con RePro Digital.
Sus orígenes en la docencia fueron al frente de un curso terciario de la ciudad de Azul en 2009, momento en el que el Dr. Samartino viajaba todos los sábados para cumplir con su tarea. “Luego seguí dando clases en una Escuela Media en Rauch, donde la gran mayoría de mis alumnos eran chicos que trabajaban y que no tenían la posibilidad de ir por la mañana y muchos de una avanzada edad que no pudieron en su momento terminar sus estudios”, recuerda.
En cuanto a su formación, reconoce que haber realizado diferentes cursos le permitió consolidarse desde el punto de vista pedagógico. “Eso también me ayudó a ver el enfoque que busca el Ministerio de Educación hoy en día en lo que es la etapa de Educación Media”, indica.
“Observo que hay un enfoque más social y real y no tan formal como lo era antes, hay una cuestión contextual de cómo ver al alumno y no ponerse en una posición jerárquica con ellos sino demostrar empatía para con ellos y hacerles entender que no sólo vienen a la escuela a escribir sino que también son personas que tienen sus problemas, que sufren, que están alegres, que tienen sus expectativas y muchas veces no saben a quién demostrárselos y el docente cumple un poco con ese rol contenedor”, agrega.
Animado por su propia experiencia, el profesional comenta haber tenido una buena respuesta por parte de sus alumnos en todos los cursos que ha dado clases. Al respecto, expresa: “Se han interesado en las distintas materias que tuve la oportunidad de dar y eso me ha llevado a querer seguir, a plantearme nuevos desafíos y he tenido una buena relación con los chicos. También me ayuda un poco a desconectarme de la rutina diaria de mi trabajo como Contador en el estudio”.
A su vez, observa que “algunos de los alumnos de hoy en día, como consecuencia del nuevo sistema educativo, no dan todo su potencial y ponen sus expectativas solamente en aprobar los exámenes finales. Yo trato de formar en ellos una idea de que el esfuerzo se construye diariamente y que la ‘ley del menor esfuerzo’ no sirve. Busco tomarles lecciones todas las semanas, como para mantenerlos estudiando y que estén al día”.
Antes de finalizar, el Dr. Samartino revela el motivo especial que tiene para él dar clases en el Instituto Inmaculada Concepción: “Tiene un valor muy importante para mí, ya que realicé todos mis niveles educativos ahí. Que hoy le pueda retribuir de alguna manera lo que la escuela me dio en su momento es muy gratificante”.
“Cuando empecé sentía como un desafío el dar clases y lo quería asumir como tal. Quería encontrar la forma de poder llegar a los alumnos y poder plasmarles mis conocimientos. Sentí que era una manera de ver si me gustaba y pude confirmarlo. Día a día voy planteándome diferentes desafíos. También es una forma de saldar una deuda con la universidad pública que me brindó la educación en forma gratuita”, sintetiza.
