La taquigrafía es un sistema de escritura que permite transcribir un discurso a la misma velocidad a la que se habla. La velocidad es la amiga del mejor taquígrafo y el anhelo de los que recién se incorporan a este oficio. En ella radica el secreto de desempeñar la labor con eficacia y responsabilidad. En ese punto se une esta tarea de origen griego con el trabajo diario de los profesionales en Ciencias Económicas.

La Dra. Melisa Rolla y el Dr. Carlos Sorbelli, además de ser colegas, son taquígrafos por elección y desempeñan la profesión en la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Con el título de Contador Público enmarcado y colgado, siempre tienen a mano una libretita con renglones y, al menos, dos lapiceras: de esa manera, cada vez que se topan con un discurso en la televisión, escuchan una entrevista en la radio, o simplemente repasando las tareas del día siguiente, se vuelven taquígrafos y convierten en símbolos todo lo que escuchan.

“Mi mamá me enseñó porque me interesaba”, expresa la Dra. Rolla, nacida en La Plata y taquígrafa por herencia. “Me generaba mucha curiosidad verla a escribir esos simbolitos y quería saber de qué se trataba”, continúa. Recordando esos momentos, la colega admite que le copió una técnica que aun hoy le da resultado: “la clave es la velocidad y la práctica. Por eso lo que hago es dividir la hoja en dos de manera que cuando llego a la mitad voy para abajo, así no hago mucho recorrido al final del renglón”. Si bien reconoce que son apenas segundos los que gana, en la taquigrafía el tiempo es oro. Como las libretas que usa en la Legislatura tienen espiral en la parte superior, al acercarse al final de la hoja, con la otra mano tiene preparada la página para pasarla rápido y seguir. “Son trucos que te hacen ganar tiempo”, detalla.

Para el Dr. Sorbelli la taquigrafía llegó en su secundario y lo fue acompañando mientras crecía su capacidad para desempeñar esta terea dentro de un selecto grupo: el de los más rápidos del país. “En la Escuela Nacional de Comercio de La Plata teníamos como materia obligatoria estenografía. Una profesora incentivaba a los alumnos que tenían más velocidad haciendo pruebas paralelas y gracias a ella desarrollé esta característica”.

Si bien su trabajo en la Cámara de Diputados de la Provincia se circunscribe a la labor en las sesiones, anualmente la Asociación Argentina de Taquígrafos Parlamentarios organiza una jornada y en ese marco se realizan los campeonatos nacionales de velocidad taquigráfica, de comprensión y corrección de textos. “Están pautados diferentes tipos de velocidad, hay normas para la constitución del jurado, el desarrollo de la prueba y la selección de textos. El dictado es en vivo, sobre la base de un texto seleccionado por un concursante. Después del dictado, los concursantes tienen que hacer la transliteración y se entregan con algún nombre o sigla que solo conozca el concursante, de manera que el jurado cuando evalúa no sabe la prueba de quienes está evaluando”.

"Consejo Profesional de Ciencias Económicas" y su transliteración en versión taquigráfica. Desplace la barra de izquierda a derecha para comparar el resultado.

En la competencia de 2017 el Dr. Sorbelli se consagró como el campeón del concurso que no solo le presta atención a la velocidad sino que “evalúa distintos tipos de faltas que puedan incurrir los concursantes; palabras omitidas, signos de puntuación mal colocados u omitidos y palabras que no se dictaron pero se usaron en la transliteración. Finalmente gana el que menos faltas tiene”.

 

Un oficio con método propio

Considerado como el sistema de escritura rápida más perfecto de los conocidos hasta el siglo XIX, los orígenes de la taquigrafía se remontan a la época del historiador griego Jenofonte, quien utilizó esta técnica para contar la vida de Sócrates. “Hay dos sistemas, la taquigrafía a mano y la estenotipia”, comenta la Dra. Rolla. Sobre la segunda explica que “que es una máquina conectada a una computadora con teclas y cada combinación de teclas produce palabras o frases. Hay un software que traduce los signos estenográficos en palabras”.

Como la escritura taquigráfica omite partes de un texto, la transliteración la debe realizar el mismo taquígrafo, ya que puede no ser entendido fácilmente por otro. “Si dos taquígrafos manejan el mismo método de escritura pueden leerse”, opina el Dr. Sorbelli.

Los diferentes métodos responden a notables de la historia y la escritura que, en general, aprendieron el oficio con una técnica y la perfeccionaron a partir de su uso. El Dr. Sorbelli detalla que “Unos usan el método Pitman y otros el Martí o el método Gregg. La mayoría en Argentina usamos el método Larralde”. También se destacan los métodos Garriga, Carisimi y Teeline. “Todos están basados en el sistema de signos que pueden ser rectos, curvos, gruesos y finos, más símbolos adicionales. Pero se diferencian en algunas reglas. El Pitman nació orientado a la actividad comercial, el Larralde fue ideado por un taquígrafo parlamentario de Argentina y está más orientado a la escritura veloz en el ámbito parlamentario. El Gregg es muy usado en algunos países de Latinoamérica y de habla anglosajona, son signos con muchas más líneas curvas y se adapta a otro tipo de conversaciones. Depende de la práctica y la aplicación que le da cada profesional”, puntualiza el colega.

"Una profesora incentivaba a los alumnos que tenían más velocidad haciendo pruebas paralelas y gracias a ella desarrollé esta característica”. Dr. Carlos Sorbelli.
  • El Dr. Carlos Sorbelli y la Dra. Melisa Rolla taquigrafiando una sesión en la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Foto: gentileza HCD.
  • El Dr. Carlos Sorbelli y la Dra. Melisa Rolla taquigrafiando una sesión en la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Foto: gentileza HCD.
  • El Dr. Carlos Sorbelli y la Dra. Melisa Rolla taquigrafiando una sesión en la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Foto: gentileza HCD.
"La gente no sabe mucho de que se trata y siempre tengo que explicar qué hago. Me gustaría que vuelva a surgir porque es una profesión muy linda”. Dra. Melisa Rolla.

En ese sentido, la Dra. Rolla entiende que “cada taquígrafo va deformando su escritura, aunque los métodos existan desde hace años. No es algo definido y estable y si bien los signos en un sistema son los mismos para determinadas silabas, a medida que vas aprendiendo lo vas deformando un poco de la misma forma que pasa con la letra convencional. Creas tus propias abreviaturas en pos de ganar tiempo”.

Producto de ser una tarea centenaria, la relación con los avances tecnológicos no siempre generó empatía entre los taquígrafos. A propósito, el Dr. Sorbelli asegura que “las nuevas tecnologías dividieron aguas, pero con el tiempo se pudo conciliar que no tenían que estar en contra de, sino al servicio de la profesión. Los sistemas de grabación, o de video, son elementos de soporte de lo que registramos en papel. O los estenotipistas con su máquina”.

 

Por más profesionales como ellos

Las Ciencias Económicas se toman un descanso cuando la taquigrafía los requiere, aunque la profesionalidad con la que se manejan es indistinta a las dos tareas. “La taquigrafía sirve para la toma de decisiones. Somos fedatarios públicos por la imparcialidad y la objetividad que tenemos a la hora de registrar un debate”, puntualiza el Dr. Carlos Sorbelli. Ejemplo de ello es que participó en sesiones históricas como los Juicios por la Verada en La Plata y Mar del Plata, el jury al ex juez Galeano en 2005 y el Caso Miguel Bru, en la Cámara de Apelaciones en lo criminal, también en la capital bonaerense.

Por su parte, la Dra. Melisa Rolla siente que la taquigrafía “ya está como olvidada. La gente no sabe mucho de que se trata y siempre tengo que explicar qué hago. Me gustaría que vuelva a surgir porque es una profesión muy linda”.


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