NOTAS DE AUTOR

Dr. Néstor Hugo Usunoff Dr. Néstor Hugo Usunoff Contador Público

Introducción

El caso que se desarrolla trata de un instituto de enseñanza oficial que tenía como destino su cierre y gracias a la acción comunitaria fue recuperado y potenciado su accionar bajo la forma jurídica de cooperativa de trabajo.

 

Orígenes

El origen del “Instituto Centenarios” se remonta al 17 de mayo de 1937, fecha en que fue creada la Escuela de Aprendices Operarios (luego denominada Escuela Técnica Básica E.T.B.) para satisfacer las necesidades operativas de la Armada Argentina. La sede funcionaba dentro de los talleres generales de la Base Naval Puerto Belgrano y en 1945 se trasladó a su actual ubicación dentro de la denominada “Zona Reservada”.

En el aspecto curricular, la enseñanza involucraba los tres primeros años del ciclo secundario, hasta que en 1994 se implementó el Ciclo Superior posibilitando que los alumnos culminaran con la carrera técnica de seis años, con las especialidades de Electromecánica y Electrónica. Los cambios producidos por la Ley Federal de Educación, sumado a la decisión de la Armada de no tener más bajo su órbita a las escuelas de Enseñanza Media debido a cuestiones presupuestarias, impulsaron a padres de alumnos y al plantel docente a trabajar en la búsqueda de una solución para impedir el cierre de una institución que contaba con un gran prestigio en la comunidad de la ciudad de Punta Alta.

 

Creación de la Cooperativa de Trabajo y Enseñanza Centenarios

El grupo de personas empeñadas en lograr la continuidad académica de la Escuela Técnica Básica llevaron adelante un sinnúmero de reuniones con el entonces intendente de Coronel Rosales, Sr. Jorge Izarra, concejales y legisladores de la región tendientes a diseñar alguna estrategia que permita lograr el objetivo propuesto.

Gracias a las gestiones llevadas a cabo por los funcionarios políticos, se consiguió que un grupo de padres y docentes sean recibidos a mediados del año 1997 por miembros del entonces Instituto Provincial de Acción Cooperativa (IPAC), quienes los asesoraron sobre la conveniencia de conformar una cooperativa de trabajo entre los docentes de la E.T.B. y así contar con una personería jurídica, elemento indispensable para llevar adelante cualquier emprendimiento, y una figura asociativa que se podría adaptar perfectamente al funcionamiento de un establecimiento educativo. Ante tal alternativa, un grupo de docentes de la E.T.B. deciden conformar el 06/10/1997 la Cooperativa de Trabajo y Enseñanza Centenarios Ltda. (COTEC), obteniendo la matrícula provincial número 3976 y la matrícula nacional número 19540 por parte del INAC (Instituto Nacional de Acción Cooperativa). El nombre de la entidad se debe a que en 1996 se celebró el centenario de la Base Naval de Puerto Belgrano y en 1998 el centenario de la ciudad de Punta Alta, por ello y en reconocimiento a ambas comunidades por el apoyo recibido se instituyó la denominación adoptada.

Al poco tiempo se obtuvo el reconocimiento por parte del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires como Instituto de Enseñanza para impartir los contenidos establecidos por la normativa vigente para la enseñanza secundaria y primaria respectivamente para el “Instituto Centenarios”, denominación que se adopta en el funcionamiento educativo, cuya entidad propietaria es la COTEC. El organismo educativo provincial, establece la subvención de la planta funcional docente básica, hecho fundamental para la nueva entidad, dado que la principal erogación que debería encarar -la retribución de las tareas del personal docente- se encontraría cubierta.

Además se logra la cesión por la Armada del uso de las instalaciones de la ex-ETB y Taller de Prácticas para que el Instituto Centenarios desarrolle sus labores.

 

Inicio de las labores educativas

El 01/03/1998, con gran expectativa por parte de los asociados integrantes de la entidad y de los padres de los alumnos, se inició oficialmente la actividad del “Instituto Centenarios”. El compromiso contraído con las autoridades educativas de la provincia de Buenos Aires implicaba continuar hasta la finalización de la matrícula de alumnos con las divisiones de cuarto, quinto y sexto en Ciclo Superior (provenientes de la Ex-ETB), y la apertura gradual de las divisiones de séptimo a primero EGB para así completar la enseñanza primaria. Paralelamente se debía organizar la secundaria de acuerdo a los nuevos lineamientos educativos, implementando en forma gradual los tres años del sistema Polimodal, modalidad Producción de Bienes y Servicios, con orientación en Electrónica y Electromecánica.

Todos estos desafíos había que llevarlos adelante desde una perspectiva hasta ahora desconocida por los docentes. Antes, su labor en la ETB se limitaba a transmitir los contenidos, ahora en su rol como asociado a la entidad cooperativa, a la función educativa le debían sumar la labor de gestionar el Instituto en un emprendimiento compartido y bajo la figura democrática de una cooperativa de trabajo, y en la mayoría de los casos sin experiencia previa en la gestión de una empresa.

Por lo expuesto, la labor en los primeros años fue de un aprendizaje constante, tanto desde la gestión empresarial como desde el funcionamiento cooperativo, que demandaba la reunión del Consejo de Administración en forma periódica para la resolución de problemas y situaciones, la confección de una Memoria y Balance de gestión anual, la realización de una Asamblea Anual, donde se debía rendir cuentas a todos los miembros de la entidad.

Afortunadamente, este aprendizaje se aprovechó, y sirvió para ir mejorando distintos aspectos operativos de la entidad para alcanzar a la fecha dieciséis años de gestión continuada, manteniendo una fuente laboral y educativa que corrió serios riesgos de desaparecer.

 

Evolución temporal

Desde el inicio de sus actividades educativas en marzo de 1998 hasta la fecha los números de los distintos indicadores nos muestran que el objetivo inicial que se plantearon las personas que conformaron la COTEC, que era el mantenimiento de una fuente laboral y de una oferta educativa de orientación técnica de calidad, fue cumplido con creces. El plantel de asociados pasó de 49 en su constitución a 120 en la actualidad. La matrícula de alumnos creció de 450 en 1998 a más de 600 a fines de 2013. Se han construido en estos más de quince años una cantidad significativa de aulas, gabinetes tecnológicos, laboratorio de informática y se cuenta con un Taller de Prácticas remodelado en su estructura y equipamiento. A fines de 2013 se habilitó un nuevo y amplio gimnasio cubierto y S.U.M..

En este sentido se han desarrollado prácticas en instalaciones de la Armada Argentina, Cooperativa Eléctrica de Punta Alta, talleres de empresas comerciales y estudios contables de la ciudad de Punta Alta, con muy buenos resultados en todos los casos, y en algunos de ellos han culminado en la incorporación del alumno en forma efectiva, lo que avala la buena formación del egresado del Instituto. 

 

Conclusión

La cooperación como tipo de organización es tan antigua como la humanidad; el hombre siempre necesitó de otros para satisfacer sus necesidades. En el caso particular del cooperativismo de trabajo, en los últimos años hemos visto en nuestro país un resurgir del mismo, donde obreros, profesionales, empleados y otras personas buscan en esta herramienta una solución a sus carencias, llevados por una necesidad concreta de garantizar fuentes de trabajo genuinas.

No debemos olvidar que la herramienta por sí sola no garantiza lograr los objetivos, y que se requiere tener un proyecto sólido, que sea económicamente viable, y sobre todo consolidar un grupo, tarea por demás difícil y que es uno de los pilares básicos de este tipo de cooperativas, en las que los asociados están en permanente contacto cotidiano y deben tomar las decisiones en conjunto.

La experiencia particular de la Cooperativa de Trabajo y Enseñanza Centenarios podemos encuadrarla técnicamente dentro de los casos de “empresas recuperadas”, ya que su creación tuvo como objetivo principal el mantenimiento de la fuente de trabajo para un grupo numeroso de docentes -que hasta entonces eran empleados de la Armada Argentina- y la continuidad en el funcionamiento de una institución (la Ex-Escuela Técnica Básica) que fuera señera en la transmisión de conocimientos técnicos de reconocida calidad educativa.

En estos más de quince años transcurridos desde la creación de la COTEC se puede asegurar que los objetivos de los fundadores fueron ampliamente cumplidos. No solamente se logró mantener la fuente de trabajo, sino que se amplió la oferta educativa, se realizaron importantes inversiones en nuevas aulas e instalaciones, se equipó al Instituto de avances tecnológicos acordes a los requerimientos de la época y se logró que el egresado se pueda insertar en su medio con buenos bagajes de conocimiento, tanto para su desarrollo laboral como para una continuidad en estudios superiores.

La tarea no fue ni será sencilla, pero los docentes y no docentes que la integran han demostrado que el sistema cooperativo es una herramienta válida para la gestión educativa y que su esencia democrática ofrece una experiencia muy enriquecedora para la convivencia social, en la que los alumnos y sus padres demuestran plena conformidad.

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