Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Desde Mar del Plata, el Dr. Recayte viajó hacia Sede Provincial para recibir un agasajo por haber alcanzado el beneficio jubilatorio. Lo acompañó su esposa Norma, quien detrás de las cámaras lo escucha atentamente relatar su historia de vida profesional.
“Nos conocimos en los famosos asaltos de las fiestas de 15 de aquella época. Luego pasó un tiempo hasta que nos reencontramos ya los dos recibidos y desde entonces emprendimos el camino juntos”, recuerda sobre cómo la conoció.
En relación a sus orígenes en las ciencias económicas, reconoce que la institución a la que asistió durante sus estudios primarios y secundarios le fue marcando el rumbo. “Al estudiar ahí, una vez que nos recibíamos desembocábamos justo para la carrera. Además, siempre tuve un poco de inclinación y facilidad para las matemáticas, y el ambiente empresarial siempre me gustó”.
Una vez que alcanzó el título de Contador, decidió ejercer la profesión de una forma no tradicional: “Hay temas que nunca hubiese ejercido como lo impositivo, lo societario, o los vencimientos. Por eso seguí con cuestiones empresariales”.
Al tiempo de buscar trabajo, el Dr. Recayte fue contactado por un colega que había sido profesor suyo en el secundario y realizaba auditorias para una compañía internacional. Fue entonces que comenzó a realizarlas en una amplia región de la Provincia, un emprendimiento que lo acompañó durante 20 años de carrera.
Adaptado a los tiempos que corren, este colega admite haber atravesado de buena forma los cambios generados por la tecnología: “Trabajar desde Mar del Plata para una empresa que está a cinco cuadras o a cientos de kilómetros es lo mismo con las teleconferencias o la información en la nube. Tenemos casos en los que a veces trabajamos para personas que solo las conocemos por la pantalla; gracias a estas herramientas es como si estuviésemos en la misma mesa”.
Cerrando una etapa de su vida y abriendo otras, asegura que “todavía me siento con hilo en el carretel como para seguir”.
“A veces escucho a muchos colegas que dicen que es una profesión en la que sufrimos, yo siento todo lo contrario. La he disfrutado, me he divertido ejerciéndola y en el área donde me desarrollo por lo general me ha tocado dar buenas noticias que tienen un empujón para los negocios de mis clientes”, sintetiza.