Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Oriunda de Okinawa, Japón, llegó a nuestro país con apenas 4 años y asegura sentirse una argentina más: “Vinimos con mis padres y principalmente por mi madre, ya que tenía a su mamá acá. Casi todos nuestros familiares viven en Japón así que fue algo muy puntual el instalarnos en Argentina”.
La Dra. Akamine se recibió de Contadora Pública en la Universidad Nacional de La Plata y confiesa que antes de inclinarse hacia las Ciencias Económicas estudió para ser Calculista Científico, una profesión que inició en 1966 y tenía como base las matemáticas y la programación sobre computadoras. La misma se dictaba dentro del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas.
“Eran los primeros años de esa carrera. Estaba a punto de recibirme y descubrí que había muy pocas computadoras y parecía que no teníamos muchas opciones de salida laboral, por lo que pensé que podía empezar otro camino. Me incliné entonces por las Ciencias Económicas y, una vez recibida, comencé a ejercer como Contadora”, comenta.
Corrían entonces los años 70 y la complejidad de la época marcó el camino de sus años de estudio. En este sentido, la colega recuerda que “fue una etapa dura de la historia”.
“Me tocó justo vivir en La Plata, uno de los lugares más difíciles para transitar en esos años. Afortunadamente pude recibirme en los tiempos que la facultad establecía y, luego de eso, me fui junto con mi marido a Santa Teresita y desde ese momento estoy viviendo en La Costa”, explica.
Consultada sobre qué considera que le ha dado la profesión, asegura que le ha permitido tener un estándar de vida acorde al esfuerzo que significa haberse recibido y estudiado y “poder educar muy bien a mis hijos por lo que todos los sacrificios que significa ejercerla son gratificados. En nuestra labor pasa de todo y hemos vivido períodos bastante altisonantes. A pesar de todo me gusta mucho y es una pasión para mí”.
Con relación a los cambios tecnológicos desde que ejerce como Contadora, asegura que no ha logrado adaptarse del todo “aprovechando que a mi estudio se incorporó mi hija que también es colega y usa mucho la computadora. Yo trabajo todavía con lápiz y papel y lo tecnológico se lo derivo a ella, no he logrado aun incorporar en un cien por ciento las nuevas tecnologías. Me doy cuenta que son una gran herramienta de trabajo”.
En el comienzo de una nueva etapa, y mirando en retrospectiva por el camino transitado, la Dra. Akamine reconoce que le gustaría realizar una mención especial a sus padres. “Ellos vinieron de Japón y no lograron aprender el castellano, por lo que su integración al país fue realmente ínfima. A pesar de eso, ellos permitieron que yo tenga la libertad para desarrollarme como profesional y me permitieron ser lo que soy”.
Okinawa es la mayor de las islas Ryūkyū de Japón, con una superficie de más de 1200 kilómetros cuadrados. Su capital es la ciudad de Naha, ubicada en el sur y está densamente urbanizada. Cabe destacar que los habitantes de esta isla, junto con los sardos (pueblo del sur de Italia), son los grupos de personas más longevos del mundo según un estudio realizado por National Geographic.
En total, son 18.782 km. los que separan a Okinawa de Santa Teresita, ciudad donde esta colega de raíces orientales eligió asentarse para establecer su estudio y formar una familia.