Pueden ser cincuenta años de vida, de matrimonio, de un viaje importante o, como en este caso, de haber desempeñado una carrera con la matrícula activa en el Consejo de Ciencias Económicas. Llamamos a tres colegas de los tantos que están cumpliendo con esta característica y les planteamos un desafío: ¿Nos pueden contar cómo ha sido todo este tiempo de vida profesional?

Dr. Pedro Ceci, Delegación Junín

El Dr. Pedro Ceci acumuló muchos kilómetros en su camino hasta hoy. Primero uniendo Junín (ciudad natal) con Córdoba (donde estudió); pero luego, cuando el trabajó empezó a proponerle desafíos, Chacabuco fue la localidad que cada día lo veía entrar por sus calles a desempeñar la tarea de Contador.
Estudié Ciencias Económicas como una continuación natural porque hice la escuela comercial y salí Perito Mercantil”, detalla al comienzo. Hijo de padre farmacéutico, asegura que le agradaban las materias y que “cuando me fui a estudiar me adapté rápido a la Universidad” aunque “me faltaba un poco de educación del secundario, así que por cuenta propia repasé lo que debía haber estudiado unos años antes, sobre todo en Contabilidad”.

Estudié Ciencias Económicas como una continuación natural porque hice la escuela comercial y salí Perito Mercantil

La Universidad Nacional de Córdoba lo recibió con los brazos abiertos y la ciudad lo fue conociendo de a poco. “Me fui en diciembre para ir viendo cómo era todo. Me instalé en una casa de familia que me alquiló una habitación. Me mudé con un colchón, la mesa de luz, la cama, el ropero, una mesa y algunas sillas y viví en esa pieza hasta que me recibí”, recuerda con algo de humor al mismo tiempo que detalló cómo eran las esporádicas comunicaciones por teléfono con la familia y las cartas que le enviaba a sus padres el 20 de cada mes con el presupuesto necesario para los 30 días siguientes. “Fue duro, extrañaba mucho mi casa. Sobre todo en las horas de almuerzo cuando estaba solo”, dice nostálgico.

Los años de estudios universitarios se vieron afectados por el fallecimiento de su padre y el servicio militar. Luego, una huelga en tiempos del gobierno de facto de Juan Onganía hizo que perdiera casi un año completo de estudios. “Por ese tiempo entré a trabajar en IBM Córdoba. Operábamos con tarjetas perforadas con máquinas de procesamiento de la época. En diciembre de 1966 se levantó la huelga y presenté la renuncia. Mi objetivo era recibirme”, recuerda.

Trabajar acá, vivir allá

Tras el retorno a Junín, el colega comenzó a desempeñarse de manera independiente donde lo que más hizo fue tareas en la contabilidad observando balances en todos sus aspectos. “Al tiempo falleció un contador muy conocido en Chacabuco (localidad ubicada a 45 kilómetros) y me propusieron un gran trabajo. De a poco fui disminuyendo las tareas en mi ciudad y comencé a viajar. Lo hice durante casi 40 años”.

A pesar de ese lazo tan fuerte que generó con la ciudad vecina, se desempeñó varios años como dirigente del Club Social de Junín. “En el interior se vive mucho en los clubes, incluso ahora estoy tomando un café acá. Fui ocho años Tesorero y ocho Presidente. Es un club en el que viví de chico, siempre estuve vinculado con la gente de acá”, informa.
Sobre el final dejó en claro que la profesión que lo acompañó durante tanto tiempo la volvería a elegir, “sin dudas”. Además recordó los años en que fue Consejero en la institución “en tiempos donde el Presidente era el Dr. Héctor Chierico. Viajaba seguido a La Plata y fue una buena época, donde se estaban desarrollando las Delegaciones. Además trabajamos en la Ley que luego se manifestó en la creación de la Caja”.

 

Dr. Héctor Rodríguez Fenocchio, Delegación Morón

Del oeste viajamos hacía la Delegación Morón, más precisamente a Ituzaingó. Allí nos recibió el Dr. Héctor Rodríguez Fenocchio, hijo de padre Contador y egresado de la Universidad de Buenos Aires (Licenciado en Administración) y de la Universidad Nacional de La Plata (Contador Público).
De sus años como estudiante universitario recuerda que “fueron momentos sumamente positivos y gratos por haber tenido a profesores de un nivel superlativo como el Dr. Alfredo Palacios, en la materia Legislación de trabajo, que nos daba clase en su casa de la calle Charcas porque estaba muy mayor. En La Plata recuerdo con mucho cariño al Dr. Sergio Castrellana que nos daba Legislación impositiva”.

Aun con los estudios en su recta final comenzó a trabajar en el Banco Ciudad para luego dedicarse completamente a la actividad independiente. “Nunca tuve muchos clientes porque me incliné por la parte judicial actuando como Perito y en convocatorias y quiebras. Además me desempeñé como docente, profesión de la que me jubilé tras 35 años”. Estuvo frente al aula en escuelas, tanto privadas como públicas, pero siempre haciéndolo con “mucho gusto y cariño. Me dio muchas satisfacciones, pero no en lo económico, sino en lo afectivo”.

Que sea justicia

La tarea de los profesionales en Ciencias Económicas en el ámbito judicial es muy importante. Así lo deja en claro también el colega quien asegura que “uno comprueba que modestamente contribuye a hacer justicia. Cuando una pericia es realmente decisoria en un fallo judicial, a uno lo congratula”.

 

Dr. Roberto Estévez, Delegación La Plata

En la capital de la Provincia nos recibió el Dr. Roberto Estévez, quien estudió en el Colegio Nacional y tuvo como influencia a uno de sus profesores. “Nos recomendaba libros y aconsejaba bastante. Ahí me interesaron mucho todas las posibilidades que tenía la profesión desde la economía”, detalla acerca de sus primeros acercamientos a las Ciencias Económicas.

Pasando a la época de universitario recuerda que “vivía en calle 4 y 54 y la Facultad estaba en 47 y 4, así que iba caminando. Vivía con mi madre y para estudiar tenía que trabajar”. Tras algunos años de esfuerzo, donde las materias prácticas eran la prioridad, llegó al tan ansiado título y el primer gran trabajo: “Comencé en la ex hilandería The Patent Knitting de Berisso. Justo coincidió que en ese momento la empresa, de capitales ingleses, cerró y se convirtió en cooperativa. Hasta hoy subsiste como Cooperativa Obrera Textil

Vivía con mi madre y para estudiar tenía que trabajar

 de Trabajo Limitada. Yo, que era muy joven, me hice cargo de toda la parte contable. Fue mi primera gran experiencia laboral. Todos los libros de actas estaban en inglés, incluso los de las reuniones de directorio. Las empleadas eran ex obreras de la fábrica que fueron aprendiendo de a poco lo administrativo. Allí me quedé hasta el día que se jubiló el legendario Presidente José Manuel Dos Santos hace cuatro años. Cuando él se retiró, yo también me fui”.

Si de trabajo se trata asegura que “siempre lo hice en entidades”, ya que además de la cooperativa textil, se desempeñó en el Sindicato de Salud Pública bonaerense. “También, cuando el Consejo de Bioquímicos de la Provincia empezó a organizar la Caja de Previsión participé en los preparativos y en la elaboración del proyecto de ley”, puntualiza.
Tras una actividad de más de cincuenta años, se anima a asegurar que lo que más cambió de la profesión fueron las normas profesionales o legales, pero que “en general no hubieron demasiados cambios en mi área, la auditoría”. Pero enseguida se expresa sobre los avances tecnológicos: “Cuando se creó la Caja de Bioquímicos hicimos todo bajo sistemas digitales. A lo largo de los años fuimos cambiando los equipos, pero nació con un sistema de computación. En Berisso y en Salud Pública más o menos por la misma época también se empezaron a incorporar computadoras. Fue el cambio más grande”.

Antes de despedirse se tomó un momento para expresar que volvería a elegir esta carrera aunque reconoce que “quizás me hubiera inclinado por los temas económicas de entrada”, mientras celebra que al no tener mucho contacto con temas impositivos evitó siempre la problemática que estos conllevan.

Su relación con los Presidentes

En dos oportunidades de la conversación el colega nombró a Presidentes argentinos. Primero cuando nos explicaba cómo fue que decidió estudiar Ciencias Económicas: “En ese momento se estaba dando la campaña de Arturo Frondizi que pretendía el desarrollo nacional y había un montón de proyectos económicos y me entusiasmé por el lado de la economía”.

Y luego, al momento de hablar de su familia y cómo estaba compuesta, destacó el premio recibido por uno de sus hijos en manos de Mauricio Macri: “José Manuel es Biólogo y recibió el Premio Bernardo Houssay de manos del Presidente al joven investigador. Fue este año por un trabajo sobre biología molecular que se publicó en revistas internacionales”.

Además de los Dres. Ceci, Rodriguez Fenocchio y Estévez, también son reconocidos por la institución las Dras. Marta Julia Busso y Ángela Susana González y los Dres. Pascual Alberto Torga, Carlos Ernesto Pisani, Oscar Alberto Parrotta, Edgardo Oscar Lombardo, Raúl Alfredo Lenzetti, Enrique Eriberto Etchegaray, Félix Rodolfo Gambini, Eduardo Daniel Loguzzo, Carlos Augusto Giacobini, Rubén Luis Parodi, Américo Pedro Despuy, Carlos Luis del Frade, Jorge Fernando Picabea, Hugo Héctor Santo Domingo, Alberto Oscar Buamden, Mario Miguel Giacobbe, Félix Acha, Rubén Gabriel, Hugo López Aranzasti y Roberto Pablo Sommer.


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