La historia de estas profesionales matriculadas en la Delegación Avellaneda tiene sus orígenes en la localidad de Ezpeleta, partido de Quilmes. La Dra. María Esther Pardies es madre de 3 hijos y, asegura, desde los 6 años ya sabía que iba a ser contadora. La Dra. María Isabel Grimau, su segunda hija, afirma que tal como su madre ya desde chica tenía afinidad con las ciencias económicas. “Me encantaba salir con ella, hacíamos cosas juntas y a mí me parecía divertido. Elegí ser contadora porque yo quería ser como ella”.
Desde Tandil, otras dos colegas comparten un vínculo muy fuerte que se fortalece día a día entre el afecto y la profesión. “Lo mejor de trabajar con mi mamá es tener una colega con más de 30 años de experiencia que levanto un teléfono y está del otro lado”, destaca la Dra. Carolina Lema; mientras que su mamá, la Dra. Berta Ibáñez, indica “en la vida uno se proyecta a través de los hijos, y en el aspecto laboral a mi me pasa lo mismo”.

ARTÍCULO PUBLICADO EL viernes 01 de marzo
Edición N. 108 - Marzo / Abril 2019

MADRES E HIJAS MATRICULADAS

Nota 1

REPRO DIGITAL EN MARZO
MES DE LA MUJER

Orgullosas

La historia de estas profesionales matriculadas en la Delegación Avellaneda tiene sus orígenes en la localidad de Ezpeleta, partido de Quilmes.

La Dra. María Esther Pardies es madre de 3 hijos y, asegura, desde los 6 años ya sabía que iba a ser contadora. Las ciencias económicas atravesaron su vida a tal punto que cuando fue madre por primera vez estaba estudiando, cuando tuvo su segunda hija seguía en la facultad y al recibirse estaba embarazada de la tercera. “Todos mis hijos me acompañaron durante la carrera”, expresa.

La Dra. María Isabel Grimau, su segunda hija, afirma que tal como su madre ya desde chica tenía afinidad con las ciencias económicas. “Cuando tenía 10 años iba a la escuela a la tarde. Recuerdo que me levantaba por la mañana, me ponía el uniforme y salía con mi mamá a acompañarla. Hacíamos trámites, íbamos al banco, a la municipalidad y veíamos a los clientes. Me encantaba salir con ella, hacíamos cosas juntas y a mí me parecía divertido. Elegí ser contadora porque yo quería ser como ella”.

La profesión las unió aun más y como colegas se consultan una a otra para compartir momentos. “Lo mejor de trabajar con mi hija es estar juntas cada día, compartir las experiencias de esta profesión que nos mantiene continuamente activas. Debatir sobre cómo y de qué manera resolver determinadas situaciones que llegan al estudio, y lo que más me llena de orgullo es ver cómo cada día se supera y ver la excelente profesional que ha llegado a ser”, destaca la Dra. Pardies.

Lo mejor de trabajar con mi hija es estar juntas cada día, compartir las experiencias de esta profesión que nos mantiene continuamente activas - Dra. María Esther Pardies

Por su parte, la Dra. Grimau ama lo que hace y, confiesa, cree que se debe a cómo su madre le enseñó a hacer las cosas. “De chiquita para mí siempre fue un referente y hoy más que nunca, que soy grande, me doy cuenta de todo lo que intenta hacer y cómo siempre nos ayudó en todo. Lo mejor de trabajar con ella es la seguridad que siempre nos da y el apoyo, a mí y a mis hermanos. Aunque algo parezca que sea difícil ella siempre se pone ahí y nos ayuda”.

Al respecto del rol de la mujer en el ámbito laboral, ambas profesionales consideran que aumentó mucho la presencia de las colegas en los últimos años.

“Las mujeres no solo han avanzado en el reconocimiento de sus derechos laborales y sociales, sino que han logrado alcanzar puestos que solamente antes eran desarrollados por los hombres. A pesar de ello todavía queda un largo camino para ser reconocidas igualitariamente”, opina la Dra. Grimau, mientras que su hija agrega que “creo que cada vez estamos más presentes”.

Modelo de profesional

Desde Tandil, estas colegas comparten un vínculo muy fuerte que se fortalece día a día entre el afecto y la profesión.

Sorprendida ante la pregunta de por qué eligió ser profesional en ciencias económicas, la Dra. Carolina Lemma confiesa que creía que “responder por qué elegí la profesión iba a ser más fácil pero la verdad es que creo que nunca fue una pregunta que me haya hecho. Terminé el secundario y nunca dudé que iba a ser contadora y no tengo dudas de que eso viene de la mano de mis padres”.

En el caso de su mamá, la Dra. Berta Ibáñez, la decisión de elegir la carrera tuvo que ver con un momento muy particular del país: “De muy chica tenia la vocación de ser médica. Empecé medicina en Buenos Aires y el país en esa época estaba muy convulsionado políticamente y mi mamá tenía mucho miedo de que me pasara algo. Un 25 de mayo volví a Tandil a visitarla y me pidió por favor que me quedara. Por cómo la vi decidí hacerle caso y dejé la carrera y volví a mi ciudad”.

“Acá no había ninguna carrera que realmente me gustara y empecé ciencias económicas para ver cómo era y ya al poquito tiempo me gustó. Cuando me recibí empecé a ejercer en lo que hago hoy. La verdad que la elegiría de nuevo y soy muy feliz con la decisión que tomé”, destaca.

Lo mejor de trabajar con mi mamá es tener una colega con más de 30 años de experiencia que levanto un teléfono y está del otro lado - Dra. Carolina Lemma

Orgullosa de su madre, la Dra. Lemma expresa que ella “no solo es modelo de madre y mujer sino modelo de profesional. Hace muchos años somos colegas, con lo cual hace que la relación se enriquezca mucho más”.

“Lo mejor de trabajar con mi mamá es tener una colega con más de 30 años de experiencia que levanto un teléfono y está del otro lado. Podemos compartir las consultas, los intereses, los cursos, y eso me ayuda a tener siempre una visión más integral”, relata, mientras que la Dra. Ibáñez indica que “en la vida uno se proyecta a través de los hijos, y en el aspecto laboral a mi me pasa lo mismo. Me encanta trabajar con ella y me encanta verla como colega. Es una forma de proyectarme y es hermoso compartir la vida y la profesión”.

En relación a las mujeres en el ámbito laboral, ambas coinciden en que su rol es importante y siempre lo ha sido. “Ha aumentado. Recuerdo que cuando mi hija iba al colegio éramos muy pocas las mamás que trabajábamos”, destaca la Dra. Ibáñez.

La Dra. Lemma, por su parte, opina que “hoy es natural tener amigas en otros roles profesionales con las que podemos desarrollar y mantener un equilibrio en casa y ser madres”.


TAGS •

Tandil, María Esther Pardies, María Isabel Grimau, Ezpeleta, Berta Ibáñez, Carolina Lema,
Vorknews Sistema para diarios online