Las Ciencias Económicas son un ámbito en donde los legados familiares muchas veces marcan el camino profesional de los hijos. Con mayor o menor influencia, estas dos madres colegas tienen la dicha de compartir, además del lazo sanguíneo, la profesión con sus hijas. Matriculadas en nuestro Consejo Profesional, dialogamos con ellas en el marco del mes de la mujer y les preguntamos cómo es tener una madre o hija colega y cómo ven el rol de las mujeres en el ámbito laboral en el que se desempeñan.

Conocemos las historias de la Dra. Haydee Navarro y su hija la Dra. Agustina Ricci, de General Villegas; y de la Dra. Milagros Colombo y su madre la Dra. María E. Napolitano, de La Plata.

ARTÍCULO PUBLICADO EL 2019-03-08
Edición N. 108 - Marzo / Abril 2019

MADRES E HIJAS MATRICULADAS

Nota 2

REPRO DIGITAL EN MARZO
MES DE LA MUJER

Las Ciencias Económicas son un ámbito en donde los legados familiares muchas veces marcan el camino profesional. Con mayor o menor influencia, estas dos madres colegas tienen la dicha de compartir, además del lazo sanguíneo, la profesión con sus hijas. Matriculadas en nuestro Consejo Profesional, dialogamos con ellas en el marco del mes de la mujer y les preguntamos cómo es tener una madre o hija colega y cómo ven el rol de las mujeres en el ámbito laboral en el que se desempeñan.

En General Villegas, Delegación Lincoln, viven las Dras. Agustina Ricci y su madre, la Dra. Haydee Navarro. Se matricularon con 31 años de diferencia y lo hicieron casi a la misma edad: la mamá a los 23 y la hija a los 24. Mientras que la Dra. Navarro asegura que el haber estado ejerciendo la profesión cuando fue madre “fue muy significativo”, reconoce que “el mejor momento de mi vida fue el nacimiento de mis hijas, la mayor felicidad”. En línea con los recuerdos, la Dra. Ricci determina que su madre no influyó directamente en la decisión de ser Contadora, aunque se sincera: “el hecho de haberla visto desde chiquita trabajando en esto hizo que me inclinara para este lado. Incluso recuerdo pasar tiempo en la oficina con ella, me gustaba ir a jugar y hacer de contadora. Siempre la vi trabajando mucho y la oficina era como mí segundo hogar”.

El mejor momento de mi vida fue el nacimiento de mis hijas, la mayor felicidad - Dra. Haydee Navarro
Recuerdo pasar tiempo en la oficina con ella, me gustaba ir a jugar y hacer de contadora - Dra. Agustina Ricci

En esa misma línea, la Dra. Navarro sienta posición al comentar que “como madre, y por decisión propia no influí en mi hija para que estudie la misma carrera”. Pero enseguida acepta que la Dra. Ricci creció “con una madre ejerciendo la profesión y trabajando ininterrumpidamente hasta el día de hoy”. Mujeres, madres, profesionales y trabajadoras. Son el ejemplo de que todo se puede y se puede hacer bien.

A la hora de la consulta sobre cómo es tener de madre o hija a una colega, ambas coinciden que a los fines prácticos implica un avance en cuanto a las relaciones laborales pues la consulta a un colega es moneda corriente en el día a día profesional. “Cuando una se inicia es muy importante tener un apoyo en quien confiar”, reconoce la Dra. Ricci mientras que su madre, con un brillo en los ojos, declara: “me hace sentir muy orgullosa de poder compartir nuestro trabajo. Aprendo permanentemente de ella día a día”.

Sobre el final de la charla, y en cuanto a cómo ven la participación de las mujeres en el ámbito laboral del cual son parte, la Dra. Navarro es determinante al decir que “considero que aumentó. Nuestra presencia es muy valiosa, responsable y altamente calificada”. En coincidencia, la Dra. Ricci asegura que “la profesión requiere de mucha dedicación y a veces nos cuesta encontrar el equilibrio entre el trabajo y la familia o el hogar”. Pero se despide con un mensaje claro y firme: “hay que poner lo mejor de una para poder lograrlo y cumplir de la mejor manera posible los dos roles”.

En La Plata, capital de la Provincia, la administración pública reúne a profesionales de todas las áreas que encontraron su vocación en esta actividad. Las Dra. María Elisa Napolitano y su hija, la Dra. Milagros Colombo, aunque en entes diferentes, comparten la pasión por las ciencias económicas en el ámbito estatal. La primera, Contadora Pública, recuerda que cuando le llegó la hora de elegir una profesión “no había tanta información sobre las carreras universitarias ofrecidas ni era común acceder a una orientación vocacional. Mi inclinación al mundo de los números motivó mi decisión de comenzar la carrera y ciertamente la elección fue un desafío que por suerte tuvo un final feliz”.

En tanto su hija comenta que pasó por un período de pruebas por otras ramas pero luego “entendí que era el ámbito donde quería estar, casi como si fuese algo natural. La Facultad de Ciencias Económicas me resultaba algo familiar y la carrera de Administración reunía todo lo que me interesaba y motivaba a estudiar. Era realmente a lo que me quería dedicar”.

Al nacer Milagros, mi primera hija, entendí que era prioridad en mi vida y resolví acertadamente reducir la actividad laboral - Dra. María Elisa Napolitano
Acompañarla a la oficina me encantaba, era como un súper plan: ir a trabajar con mamá y pasar la jornada con ella - Dra. Milagros Colombo

La Dra. Napolitano nos relata con nostalgia aquellos años en donde había obtenido su título universitario y el mundo se le abría para crecer como profesional: “comencé a trabajar desempeñándome en la función pública, en la actividad privada y también como perito en la justicia. Al nacer Milagros en el año 1984, mi primera hija, entendí que era prioridad en mi vida y resolví acertadamente reducir la actividad laboral. Pude combinar perfectamente ambos caminos en base a una adecuada organización. A Milagros le sucedieron tres varones y nunca dejé el desempeño profesional habiendo encontrado un equilibrio justo entre este y la atención de mi familia”.

Consultada sobre qué se le viene a la mente cuando piensa en su mamá profesional y ella siendo apenas una niña, la Dra. Colombo responde sin dudar que “tengo la imagen de mi mamá trabajando mucho. Cuando era chica jugaba con hojas borrador de mi mamá y si me preguntaban qué estaba haciendo, decía que hacía Pericias. Claramente era de verla a ella, porque no sabía qué era eso”. Reconoce que había algo en todo eso que su madre hacía que la atraía y si bien no influenció sobre su elección profesional destaca algunas situaciones que hoy cobran importancia pero que en su niñez eran moneda corriente: “acompañarla a la oficina me encantaba, era como un súper plan. Ir a trabajar con mamá y pasar la jornada con ella. Estaban los papeles, las calculadoras de escritorio con rollo de papel, los marcadores, los lápices. Eso me fascinaba”.

Tan parecidas y tan distintas, esa ambivalencia la llevan al ámbito profesional pues como lo cuenta la Dra. Colombo “al pertenecer a la misma rama de actividad, entendemos de qué se trata el trabajo de la otra. Pero al haber elegido carreras distintas se marca la individualidad de cada una. Esta bueno compartir en algún punto y a su vez, ser distintas”. Ante la misma temática la Dra. Napolitano responde desde un plano más emocional al indicar que “es reconfortante compartir con ella temas afines e intercambiar opiniones sobre diversos aspectos del control de la hacienda pública. Sin dudas es un orgullo como madre ver proyectar mi trayectoria basada en el compromiso como una guía en el desempeño profesional de mi hija”.

Desde ese lugar marcado por la responsabilidad laboral y profesional, el apego a las normas y la defensa del género en la profesión, coinciden y se explayan al hablar sobre el rol de la mujer en los ámbitos de las Ciencias Económicas. La Dra. Napolitano es bien clara cuando dice que “varios ejemplos demuestran que las mujeres no solo avanzaron en el reconocimiento de derechos laborales y sociales sino que alcanzaron puestos de áreas que antes eran patrimonio exclusivo de los hombres”, aunque reconoce que no se logró reducir la brecha en la participación igualitaria de ambos géneros y aun persisten desigualdades en el acceso a los cargos ejecutivos. Siguiendo esa idea, la Dra. Colombo coincide al opinar que “existe un empoderamiento de la mujer que se ve reflejado también en el ámbito laboral” y sienta postura al constatar que “todavía las mujeres nos enfrentamos con el famoso techo de cristal. Eso no lo vemos reflejado en el interior de las organizaciones donde todavía existen desigualdades y algún grado de machismo en aquellas personas que son decididores de cargos. Por suerte estamos transitando un proceso de cambio y vamos camino a achicar esa brecha entre hombres y mujeres”.

Las cuatro colegas coincidieron en reflejar el orgullo que sienten en ser profesionales en las ciencias económicas, pero principalmente que su ser querido comparta con ellas esa misma pasión. No caben dudas que cada una de ellas, y las tantas madres e hijas profesionales que existen en el amplio territorio provincial, festejan por partida doble este mes de la mujer.


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