Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
“Nosotros sabemos lo que es la profesión pero a mí me resulta placentero; trabajo y es un placer”. La cita textual parece expresada por un joven graduado pero en verdad pertenece al Dr. Rodolfo Solimano, colega que alcanzó el beneficio jubilatorio pero mantiene la matrícula activa y un sano espíritu deportivo: “Trabajo muchas horas pero estoy esperando durante todo el día el momento de ir a entrenar”.
Nacido en Baradero, descubrió su pasión por las Ciencias Económicas luego de asistir a una escuela secundaria comercial que lo nutrió de los aspectos vinculados a la contabilidad, la administración y los impuestos, a lo que se sumó un interés por la actividad que desarrollaba su padre: “Aunque no era contador estaba vinculado a la tarea”, recuerda el Dr. Solimano.
A su término dejó su ciudad natal para migrar a Rosario y cursar allí los estudios de Contador Público con cuyo título y una propuesta laboral entre sus manos regresó a sus pagos. “Antes de recibirme me ofrecieron un cargo en la empresa que manejaba la cervecería Quilmes. Allí trabajé con profesionales con mucha experiencia y conocimientos”, señala el profesional.
“En un determinado momento empecé a armar un estudio de a poco, haciendo las dos cosas hasta que decidí independizarme”, repasa el Dr. Solimano quien tras años de esfuerzo pudo formar un estudio importante en Baradero y luego otro en San Pedro con clientes de trayectoria en la zona. “Si bien podría haber seguido en la oficina de mi papá, intenté arrancar solo en la profesión”, concluye.
Amante de los deportes, luego de practicar los más tradicionales, de grande comenzó a entrenar para correr triatlón (natación, más ciclismo, más pedestrismo). “Me enganché y entreno todos los días de mi vida desde hace unos cuantos años”, relata el Dr. Solimano quién ha participado y subido al podio en competencias celebradas en nuestro país y en el exterior.
“Trabajo muchas horas pero estoy esperando durante todo el día el momento de ir a entrenar”, asegura entusiasta y detalla: “Ando de saco y corbata todos los días, recorro los dos estudios así. En mi casa me transformo en un aficionado deportista y empiezo a hacer lo que realmente me gusta”. Luego aclara que “las dos cosas me satisfacen por igual”, quizás porque tengan algo en común: los números. “Me gusta anotar todo, llevo estadísticas de los kilómetros que corro, los que nado, los que ando en bicicleta”, se confiesa.