Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
“Mi paso por la facultad fue excelente, siempre me gustó la carrera porque la mayoría en mi familia son contadores. Tengo los mejores recuerdos”, comienza relatando el profesional recibido en la UAI (Universidad Abierta Interamericana) de Rosario.
Respecto de su elección por las ciencias económicas, reconoce que su madre contadora fue una gran influencia. “Desde chiquito me crié con los números y mi primer juguete fue una calculadora. Desde ahí tomé los conceptos. Mi hermana también es contadora así que faltaba yo, no podía ser la oveja negra de la familia”, asegura entre risas.
De cara al futuro, el Dr. Montesanto reconoce que la carrera es bastante amplia y tiene muchos campos para abarcar. En este sentido, espera ser efectivo en todo e ir buscando el lugar donde se sienta más cómodo. “En un principio me gustaría dedicarme a empresas, pero creo que va a ser un camino bastante largo”, afirma.
Como profesional tiene el deseo de poder trabajar por cuenta propia y “si bien es difícil empezar siendo independiente lo bueno sería en algún momento poder lograrlo. Creo que tuve una gran ventaja, ya que al criarme con una contadora todos los conceptos los pude adquirir más rápido y espero en un futuro ser el dueño o la cabeza del estudio contable”.
Respecto de sus intereses en capacitación, contabilidad y sociedades son dos de los temas que más la convocan. En cuanto a los motivos que la llevaron a formar parte del Consejo, destaca que es algo que veía necesario para poder desarrollarse.
“Trabajo en Provincia y la verdad es que lo necesitaba por pedidos de mis clientes”, explica.
La colega trabaja de manera independiente y en un futuro aspira a tener un estudio con una cartera de clientes grande. “Estuve en relación de dependencia muchos años y quizás eso me lo haga un poco más fácil”, agrega.
“Me gustaría agradecer a la UBA por el espacio que me dieron para estudiar; crecí en una casa donde no había posibilidad de ir a una universidad privada. Y también a mis padres”, sintetiza.