Luego de su exitosa gestión en la Facultad de Ciencias Económicas, el Dr. Martín López Armengol fue invitado a ocupar una de las vicepresidencias de la Universidad Nacional de La Plata. A poco de cumplir un año como Vicepresidente del área académica, el Licenciado en Administración hace un balance desde su nuevo cargo con una mirada retrospectiva hacia la Facultad, su pasado y su presente. 

Un Licenciado en Administración llegó a la vicepresidencia de la Universidad Nacional de La Plata luego de ser Decano de la Facultad de Ciencias Económicas. A un año de comenzar su gestión en la reconocida casa de altos estudios como Vicepresidente del área académica, el Dr. Martín López Armengol afirma: "La universidad ha evolucionado mucho en este esfuerzo por ser un actor socialmente responsable, en estar comprometida con el desarrollo de la sociedad de la que es parte".

La gestión a la Universidad

Siendo decano de la Facultad de Ciencias Económicas tuvo una conversación con el entonces Presidente de la Universidad y allí le manifestó el interés de la Facultad de extender su crecimiento hacia la UNLP. “Veíamos que la Facultad podía aportarle a la Universidad”, afirma el Dr. López Armengol quien poco después recibió la invitación de parte del Arquitecto Fernando Tauber, candidato a presidir la Universidad desde 2018, a que lo acompañe en una de las vicepresidencias.

“Fue una sensación de mucha satisfacción. Personal, porque es lindo que a uno lo tengan en cuenta, pero fundamentalmente porque es la Facultad la que es reconocida e invitada a participar”, describe el colega.

La Universidad ha evolucionado mucho por ser un actor socialmente responsable

Su partida implicó un proceso de cambio. Después de 17 años “tenía incertidumbre, no porque uno fuera imprescindible, sino porque la Facultad estaba acostumbrada a un estilo de gestión”, se confiesa el Dr. López Armengol y aclara entre risas: “Seguramente era un cambio que me preocupaba más a mí que a la Institución que sigue trabajando muy bien”.

Comprometido con el rol de Vicepresidente del área académica sostiene que “la Universidad es muy grande y compleja” y que no le van a alcanzar los cuatro años de gestión para terminar de conocerla.

A diferencia de la realidad que vivió como estudiante, con “una universidad en un contexto de país que recientemente había recuperado la democracia”, el Licenciado en Administración subraya que “hoy se ve una institución más participativa e íntegra” en la que “todos podemos gozar de plenos derechos con un comedor universitario, albergue universitario y boleto de transporte gratuito”.

El Vicepresidente analiza que la razón de ser “por más que cambien alumnos y tecnologías, sigue siendo lograr el buen desempeño de los estudiantes y que la Universidad sea un actor social trascendente”. En este aspecto se detiene y profundiza: “No se trata solo de enseñarle a los alumnos a ser profesionales, sino de enseñar valores, creencias, a ser buenos ciudadanos con responsabilidad y compromiso social en cualquiera de los roles que tengan que asumir”.

 

Del aula al despacho

Ejerciendo la docencia en más de una comisión, viajando a los centros regionales y trabajando en un organismo público provincial e incluso luego en la actividad independiente, siempre le despertaba curiosidad el poder trabajar en la gestión de la Facultad. “La gestión en la Facultad es considerada una tarea profesional que responde a nuestra incumbencia. Distinto a lo que ocurre con las otras 16 facultades en donde la gestión es llevada a cabo por personas que tuvieron otra formación”, precisa el Dr. López Armengol.

Fue el Dr. Julio César Giannini, quien cuando armaba su equipo para llevar a cabo las riendas de la Facultad en su cuarto y último período, lo convocó para ocupar la Secretaría Académica que López Armengol asumió en 2001.

La gestión profesional
Orgulloso del trabajo realizado, el Dr. López Armengol asevera que “la Facultad funciona muy bien”, pero aclara que “así debería ser porque quienes la gestionamos estudiamos para esto. Hablaría pésimamente mal de nosotros si así no fuera. Por eso tampoco es un mérito muy grande, es parte de nuestro trabajo”.
A lo largo de toda su carrera ha pregonado la idea de profesionalizar la gestión con graduados universitarios formados al efecto con el principal objetivo de lograr que las organizaciones funcionen bien. “La única forma de hacerlo es con personas satisfechas con la tarea que realizan”, asegura. Así lo hace en cada espacio del que participa, incluso en nuestra Institución donde es Consejero Provincial Titular e integra la Comisión Provincial de Licenciados en Administración.
El reclamo por mejores presupuestos
“Siendo Decano de la Facultad me tocaba también la responsabilidad de ser el Presidente de la Comisión de Economía y Finanzas de la Universidad que tenía una agenda anual pero el tema central siempre era la cuestión del presupuesto que como en todas las universidades es un tema complejo. Allí se define todo, se definen las acciones, las prioridades, se consolidan políticas. Me tocaba defender todos los años la propuesta de distribución ante el pleno de la Asamblea donde siempre hay posiciones de quienes piensan que los recursos son ilimitados. Las demandas lo son, pero los recursos no.
El presupuesto es el instrumento que te permite hacer cosas. El discurso y la preocupación siempre fue que el presupuesto cubra el deterioro producto de un proceso inflacionario y que además nos pare siempre un poco más arriba. Uno entiende que en determinadas ocasiones, de crisis económica, es momento de mantener lo que se tiene y pelear para que no se deteriore ante la inflación. Pero esta situación no tiene que ser permanente y en momentos de crecimiento, el presupuesto tiene que crecer por encima de la inflación para que crezca la institución.
Más allá de las ideologías y de las álgidas discusiones, todos coincidimos en que siempre tiene que haber presupuestos que acompañen el crecimiento y el desarrollo de la Universidad pública. Cuando las épocas no son buenas uno entiende que alcanza con mantenerse, pero cuando vienen las épocas buenas el presupuesto tiene que crecer para que haya un crecimiento real de las instituciones.”
La gestión en la Facultad es considerada una tarea profesional que responde a nuestra incumbencia

“Apenas comencé la gestión enfrentamos la crisis institucional que nos depositó en el 2002. Nosotros sentimos mucho más la crisis de ese año, la devaluación, los intentos por corregir variables económicas que generaron incertidumbre, problemas presupuestarios”, repasa concentrado y ejemplifica: “Por esos días queríamos pasar del sistema de inscripción manual en ventanilla a un sistema por internet para inscribirse a las cursadas y exámenes. Había que comprar un servidor que pasó a costar cuatro veces más de lo que valía al inicio de la gestión”.

Superada esta instancia, impulsó la decisión de modificar el plan de estudios sancionado en 1991 que tenía 25 años. “Generó un proceso de 8 años de discusión participativa” que terminó con la aprobación casi unánime durante su gestión ya como Decano.

“En una institución educativa tenés tantos planes de estudios como profesores hay. Lo que se iba a lograr no iba a responder a ninguna idea en particular. El que no entendió esa lógica quizás se sintió defraudado”, admite el Dr. López Armengol. “La mayoría entendió que se trata de un proceso complejo de negociación donde todos tenemos que ceder para lograr algo, desde el Decano hasta el alumno”, detalla el Licenciado en Administración y concluye: “Como la mayoría entendió eso, el proceso salió muy bien”.

Las carreras más elegidas
“Todos los años plebiscitamos si nuestras carreras siguen siendo de interés a la sociedad y vemos que la matrícula crece y en el peor de los casos se mantiene”, confirma con datos de última hora. “Han crecido y se han generado muchas universidades públicas en todo el país y uno podría llegar a entender que la matrícula debería bajar”, indica y agrega con visión de estadista: “Aquel alumno del interior que antes venía a La Plata hoy tiene en un radio de 150 kilómetros una universidad nacional para estudiar ciencias económicas. Sin embargo la facultad sigue creciendo todos los años porque hay una idea cierta de que la carrera es un vehículo para una rápida inserción laboral”.
A ello suma que “la Facultad también ha mejorado muchísimo en prácticas de contención de los alumnos”. Al respecto el Dr. López Armengol expresa que “los alumnos se sienten cómodos en la Facultad, no es algo nuevo. Genera un clima de contención, de interacción y desarrollo social que es muy valorado”.

Del cuaderno al pizarrón

Lo atraía ver a su padre en su casa corregir los trabajos de sus alumnos y la docencia siempre caminaba en su mente.

Una tarde, ya en quinto año de la carrera, cuando se dirigía a la Facultad con un amigo, el profesor Santiago Barcos los vio desde su Renault 12 y se acercó a ellos. “Le propuso a mi compañero sumarse a su cátedra como ayudante alumno y como yo estaba ahí, por cortesía, me hizo el mismo ofrecimiento”, asiente entre risas.

Desde entonces inició una carrera docente que continúa en la actualidad a poco de asumir como Titular ordinario.

Pero las Ciencias Económicas no fueron su primer amor. Hijo de un ingeniero civil, su primera elección fue la ingeniería hidráulica. “En casa era natural pensar que se terminaba la secundaria y se seguía en la universidad. Mi papá fue primera generación de universitarios pero luego nosotros ya teníamos esa referencia”, recuerda.

La idea de pergeñar diques no lo convencía y de tanto escuchar las charlas de los hermanos más grandes de unos amigos que estudiaban Licenciatura en Administración se decidió a cambiar represas por empresas. “En casa fue una situación preocupante porque era el primero de la familia que lo hacía pero mis padres me apoyaron”, rememora el Dr. López Armengol, para quien el segundo amor fue mejor que el primero.

 

Armen gol

Se reconoce hincha de Boca y amante del fútbol, deporte que aprecia y practica. Quizás porque se debe a los amigos que forjaron su destino -gracias a los que oyó hablar de ciencias económicas y al que por caminar junto a él le permitió comenzar con la docencia-, asiste cada semana a completar el equipo, incluso lesionado.

Después de algunos problemas de rodilla, meniscos, ligamentos y displasia de rótula, hoy se desempeña como arquero y en esa posición ya se sacó el hombro dos veces. “El próximo paso es mirar el partido desde afuera”, se despide López Armengol, con la habitual sonrisa de los tenaces satisfechos antes de resignarse.


TAGS •

Universidad Nacional de La Plata, Lic. Martín López Armengol, Vicepresidencia área académica, Facultad de Ciencias Económicas, Licenciado en Administración,
Vorknews Sistema para diarios online