Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La Dra. Silvia Liliana Rossi, Licenciada en Administración, analiza las capacidades y habilidades que un gerente debe tener en el mundo en que vivimos, una sociedad institucionalizada y compuesta de organizaciones; porque "la vida de las personas depende íntimamente de las organizaciones y éstas necesitan del trabajo de las primeras".
El mundo en que vivimos es una sociedad institucionalizada y compuesta de organizaciones. La vida de las personas depende íntimamente de las organizaciones y éstas necesitan del trabajo de las primeras.
Las organizaciones son extremadamente heterogéneas y diversas en sus fines y objetivos, en su tamaño, en la forma jurídica que adoptan, en las capacidades y destrezas de sus trabajadores, en las estrategias y estructuras que diseñan, etc.
Etkin (2000) las define como: “una integración de individuos y grupos, en el marco de un orden formal que establecen las funciones que ellos deben cumplir”. También dice que “en estos agrupamientos humanos las expectativas comunes de las personas que trabajan en ellas, son un elemento básico que condiciona y modifica su modo de funcionamiento”.
Podemos decir que las organizaciones son complejas por múltiples razones, a saber:
• Están insertas en un mundo VICA, es decir que es Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo.
• Porque en ellas conviven múltiples interlocutores con diferente capacidad de influencia.
• Existe ambigüedad o dualidades en los espacios de trabajo.
• Y también existen oposiciones y contradicciones dentro de ellas.
“Son complejas también porque en lo interno sus integrantes sostienen diversas prioridades, que por momentos se complementan y por momentos se oponen”. (Etkin, 2000).
Por su parte, las organizaciones son guiadas, dirigidas, administradas o gestionadas por personas denominadas algunas veces gerentes, directores, funcionarios y otras veces CEOs; dependiendo del tipo de organización del que se trate. Es necesario aclarar, que existen diferentes tipos de gerentes/directivos y que los puestos gerenciales difieren muchos unos de otros, también dependiendo del tipo de organización del que se trate.
Los gerentes/directivos tienen la autoridad y la responsabilidad de brindar productos y/o servicios a la sociedad de manera segura y eficiente; cuidando el medio ambiente, generando condiciones de trabajo justas para sus empleados y atendiendo los diferentes requerimientos de las partes interesadas (stakeholders1). También son los encargados de diseñar las políticas y las estrategias de la organización; y de desarrollar el negocio (en el caso de las empresas), atendiendo a los ODS2, que recogen las preocupaciones de los diferentes grupos de interés a nivel mundial.
La aceleración del cambio (efecto turbulencia) en esta época es una fuerza fundamental que tiene gran impacto en las personas y en las organizaciones; que buscan adaptarse lo mejor posible a los nuevos requerimientos del contexto. Y si bien los conocimientos son fundamentales, muchas veces no resultan ser suficientes para poder abordar en forma adecuada los nuevos desafíos que se le presentan a quienes dirigen organizaciones o áreas dentro de ellas.
Las competencias gerenciales son el conjunto de conocimientos, destrezas, comportamientos, actitudes, aptitudes y valores que necesita un gerente/directivo/funcionario para ser eficaz en una amplia gama de funciones y en diversos entornos organizacionales.
Las competencias se traducen en comportamientos que son observables en la realidad diaria del trabajo, y esta definición implica3:
SABER -conocimientos-: Es el conjunto de conocimientos y disciplinas de base necesarias que permitirán a la persona operar con los comportamientos exigibles en el puesto de trabajo.
SABER HACER -habilidades-: Es la capacidad de aplicar los conocimientos que posee para la solución de los problemas que le plantea su trabajo, es decir capacidades vinculadas a la práctica laboral; incluye habilidades de tipo técnicas, sociales o cognitivas. Lo habitual es que estas habilidades interactúen entre sí.
PODER HACER -aptitudes-: Aptitudes psicológicas o comportamentales particularmente importantes para el empleo.
QUERER HACER -actitudes-: Es la posibilidad de aportar recursos para expresar la competencia en su máximo grado de adquisición. Es decir, son las características personales con las que la persona disponga para llevar a cabo los comportamientos incluidos en la competencia.
Las competencias se pueden adquirir de diferentes maneras, algunas personas pueden aprender de sus experiencias y de la retroalimentación que reciben de su desempeño en el ámbito organizacional. Las competencias gerenciales hacen que algunas personas puedan destacarse más que otras en el mismo puesto de trabajo en la misma organización.
Para Hellriegel, Jackson y Slocum (2009) existen seis competencias gerenciales claves que todo gerente o directivo debe desarrollar para poder desempeñar del mejor modo sus tareas dentro y fuera de la organización, a saber:
Competencia para la comunicación: Los gerentes efectivos guían a otras personas hacia el logro de los objetivos organizacionales, pero no lo podrían hacer si no son capaces de escuchar, en forma activa, a las otras personas con las que trabajan (ya sean superiores jerárquicos, pares o subordinados). Se requiere que puedan poner en palabras sus ideas con claridad para poder compartirlas.
La competencia para la comunicación implica escuchar, informar a otros, fomentar y sostener canales de comunicación abiertos, intercambiar información, etc. Esta competencia sienta las bases de una gestión exitosa, pues la comunicación es fundamental en las organizaciones en la actualidad. El trabajo y dominio de esta competencia amplía mucho la capacidad de influencia y la efectividad de un gerente o directivo.
Competencia para la planeación y gestión: Esta competencia implica revisar y ajustar, en forma regular, el accionar de la organización para poder dar respuesta a las necesidades que son cambiantes tanto en lo interno como en lo externo; pues los clientes necesitan satisfacer nuevas necesidades y los empleados deben tener las competencias necesarias para poder satisfacerlas del mejor modo posible. Muchas veces los problemas cotidianos y las rutinas roban gran parte del tiempo y la energía de los gerentes/directivos, con lo cual se suele perder tiempo y se demoran las respuestas a las demandas y requerimientos de las partes interesadas (clientes, proveedores, empleados, asociaciones profesionales, sindicatos, etc.).
Competencia para el trabajo en equipo: Los gerentes/directivos competentes deben ser capaces de generar una red activa de relaciones entre las personas y conformar diferentes equipos de trabajo. Para ello es necesario, generar un clima laboral de colaboración, confianza y compañerismo, que permita el entendimiento y la motivación de los miembros del/los equipo/s; y que proporcione posibilidades de aprendizaje compartido (Senge, 1990). La competencia para el trabajo en equipo requiere de la correcta combinación de talentos y de un estilo de liderazgo apropiado.
Competencia para la acción estratégica: Los gerentes/directivos competentes deben desarrollar estrategias creativas, adoptar decisiones estratégicas asumiendo y contrarrestando los riesgos que impliquen los cursos de acción elegidos. Muestra el modo o la forma en la que los administradores diseñan y dirigen la aplicación de estrategias únicas que crearán la ventaja competitiva de la organización en el contexto.
Competencia para la auto-administración: Los gerentes/directivos deben conocerse bien a sí mismos, pues les da una gran ventaja para poder ver lo que ocurre dentro y fuera de la organización y desempeñar mejor su función. Es fundamental que el gerente reconozca sus fortalezas y sus debilidades, sus emociones, sus motivaciones, su estilo de liderazgo, su posición ética, etc.
Competencia multicultural: Los gerentes competentes están al tanto de los sucesos y de las tendencias importantes de su país y del mundo, pues podrían tener impacto en sus organizaciones, dada la globalización de los mercados. El desarrollo de esta competencia implica trabajar la sensibilidad multicultural, es decir reconocer las diferencias culturales, políticas y económicas que existen entre los países y también incluye vislumbrar el impacto que las mismas tienen o podrían llegar a tener en la organización que se gerencia o dirige.
A modo de conclusión puedo decir que en la época en que vivimos, es indispensable que el gerente/directivo se detenga a reflexionar sobre sus capacidades y habilidades para identificar aquellas que necesita potenciar de acuerdo a los requerimientos de su lugar de trabajo. La autoobservación sobre la práctica es la clave para la mejora en todos los ámbitos. Además, es parte de su tarea crear el caldo de cultivo para que sus colaboradores también mejoren sus competencias laborales, dando apoyo y reconocimiento; pues las verdaderas transformaciones surgen con la participación efectiva de ellos.
(1) Stakeholders: hace referencia a una persona, organización, grupo o empresa que tiene interés en una empresa u organización dada. También se conoce como partes interesadas, dentro de las cuales podemos citar a: los clientes, los proveedores de bienes y servicios, los proveedores del capital, las asociaciones de vecinos afectadas o vinculadas a la organización, los sindicatos, los trabajadores de la organización, los organismos gubernamentales que se encuentran vinculados con la actividad principal de la organización, etc.
(2) ODS: Objetivos de Desarrollo Sostenible -Agenda 2030-, que están vigentes desde el año 2016; y que conforman la agenda global para el desarrollo de nuestras sociedades. Las temáticas que recogen se corresponden con las preocupaciones y desafíos de los diferentes grupos de interés a nivel mundial. Consultar en: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/sustainable-development-goals/
(3)Extraído del “Directorio de Competencias” elaborado por la Oficina Nacional de Empleo Público -ONEP-. Ministerio de Modernización - Presidencia de la Nación. Marzo 2018.
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