Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Los sueños de una pampeana de verse médica cirujana tomaron un rumbo impensado cuando se encontró frente a los resultados de un test vocacional: 100% Ciencias Económicas. La reacción de la Dra. Alicia Pizzi fue de replantearse si realmente la carrera médica era su destino, pero el tiempo le dio la razón. “Pensé que estaba mal hecho”, dice entre risas, y completa: “Estoy contenta con mi carrera. La elegí y lo volvería a hacer”.
Nacida en Bernardo Larroude, un pueblo de mil quinientos habitantes ubicado a poco más de 200 kilómetros de Santa Rosa, la Dra. Pizzi llegó a La Plata con el objetivo de convertirse en Contadora Pública. Junto a dos compañeras de la escuela, se inmiscuyeron en las callecitas platenses hasta que se acostumbraron a no conocer a todos los vecinos como ocurría en su ciudad natal. “Al principio era chocante, pero nos acostumbramos. Acá se vive de otra manera, mucho más rápido. Extrañaba mucho, así que viajaba seguido. Eran unos 600 kilómetros que se hacían muy largos. Cuando me casé, con un platense que también le gustaba ir, lo seguí haciendo. Pero nos instalamos acá con casa, estudio y trabajo”, comenta en diálogo con RePro Digital.
Aun siendo estudiante, comenzó a hacer sus primeras experiencias en el estudio de una contadora, días que le sirvieron para cimentar su carrera. “Me gustaba mucho ese trabajo, haciendo la parte impositiva. Ya en mi estudio, nos especializamos en impuestos”, informa la colega que trabaja con su esposo, también profesional de las Ciencias Económicas. A propósito de esta característica, asegura que se complementaron siempre muy bien pues “somos pacíficos los dos, nunca tuvimos problemas para trabajar juntos. Al principio yo salía más a la calle porque él tenía su trabajo en relación de dependencia”.
En relación a cómo la profesión fue variando a lo largo de estos años, asegura que los cambios fueron tantos como necesarios. “Yo no soy muy amiga de la tecnología”, se defiende, aunque acto seguido reconoce que es la forma en la que hoy se debe trabajar. “Hay que estar actualizado constantemente porque salen cosas nuevas. Estamos suscriptos y nos llegan informaciones por mail y por correo”, detalla acerca de la importancia de nunca desconocer lo nuevo de la profesión.
Suele ocurrir que en el grupo familiar aparezcan más de un profesional de las ciencias económicas. Eso mismo pasa en el ámbito de la Dra. Pizzi quien a pesar de siempre trabajar junto a su marido en el estudio, varios integrantes de la familia siguieron sus pasos. “Tengo una prima menor que es contadora, también lo es otra sobrina que vive en Comodoro Rivadavia. El hijo de una prima, que vive en Rio Cuarto, está próximo a recibirse y la señora de nuestro ahijado es colega”, desglosa con una sonrisa en la cara propia de ver cómo las nuevas generaciones siguieron sus pasos.
Es que el ejemplo que siempre transmitió es el de ser un apasionado de la tarea diaria contable y mucho de eso tuvieron que ver aquellos pilares importantes de su vida: “mi mamá, que se sacrificó mucho para que yo este acá; mi marido, que fue un puntal para mí; compañeros de la Facultad con los que estudiamos y compartimos tantos años; y algunos profesores que fueron excelentes y me dejaron muy gratos recuerdos”.
Sobre el cierre de la charla, la consultamos acerca de un posible balance de su carrera hasta estos días. Y en línea con lo dicho anteriormente, si bien continúan con la gimnasia diaria del estudio, hoy dedican más tiempo a la casa y a viajar: “Preferimos el calor, son vacaciones de descanso. Buscamos relajarnos o pasar tiempo en casa cocinando lo que nos gusta. Son cosas que nos dan mucho placer”.