En argentina se realizan 9 mil operaciones bancarias por hora pero aún la mitad de los argentinos no posee cuenta bancaria. Las billeteras virtuales ayudaron a reducir los números de la informalidad y otras iniciativas oficiales se alinean con ese objetivo. Todavía hay mucho por hacer. 

Según un informe del Consejo de Coordinación de la Inclusión Financiera, la implementación del IFE y el ATP favoreció la creación de 4,8 millones de cuentas bancarias en entidades públicas y los puntos de acceso, como cajeros automáticos y corresponsalías bancarias en supermercados o estaciones de servicio, crecieron un 40 por ciento, al pasar de 9 a 12,6 cada 10 mil adultos. 

Sin embargo, existe un bajo nivel de profundidad financiera, y tanto el crédito como los depósitos se ubican en niveles inferiores a los de otros países de desarrollo similar.

El país presenta un “alto nivel de bancarización”, según precisa el informe, en lo que se refiere al uso, con el 80,4 por ciento de los adultos que posee al menos una cuenta bancaria.

El universo de adultos con cuenta bancaria no presenta diferencias por género, debido a que las mujeres tienen cuentas abiertas para protección social. Pero descontando eso se vuelve significativa la brecha por la menor cantidad de cuentas sueldo, debido a que las mujeres tienen una situación más precaria en el mercado laboral.

Agrega el informe que los medios de pago electrónico más utilizados son las tarjetas de débito y de crédito, que explican el 46 y 43 por ciento de las operaciones por medios electrónicos.

 

CBU para todos

Aunque la mayoría lo conoce como “el” CBU, deberíamos llamarlo “la” CBU pues la sigla corresponde a Clave Bancaria Uniforme. Necesaria para hacer y recibir transferencias bancarias y para adherir pagos al débito automático, está formada por 22 números que identifican cada cuenta bancaria por lo que no hay dos iguales en todo el sistema argentino. 

Los 22 dígitos que componen la CBU pueden ser separados en dos bloques. El primer bloque de 8 dígitos (el número de entidad de 3 dígitos, un número de sucursal de 4 dígitos y un dígito verificador) y el segundo bloque de 14 (13 dígitos que identifican la cuenta dentro de la entidad y la sucursal, más un dígito verificador).

Mi nombre es impronunciable, pero me dicen “MARITA”

En agosto de 2016, el BCRA creó la funcionalidad denominada "Alias CBU", la cual permite al cliente bancario incorporar un alias a cada una de sus CBUs, desde la opción de "Administración de cuentas de transferencias" disponible en banca por Internet y en banca móvil.

Unos meses más tarde, en abril de 2017, la entidad emitió la comunicación A6215 donde expresó que "... asignará un Alias para cada uno de las CBU que, al 1/6/2017, no tengan uno registrado en el reservorio que se encuentra a su cargo", surgiendo dichos alias de forma automática a través de un algoritmo que combina tres palabras simples del castellano.

Entre los alias automáticos asignados por las entidades trascendieron algunos tales como: "JARRA.GROSOR.TUNEL", "DIOS.JAULA.FIDEO" y "MARITA.SILLA.FOCA", solo por nombrar los que se difundieron en la red del pajarito.

 
A diferencia de otros códigos, como los de barra, el de la CBU no es común a todos los países. Mientras que en Argentina tiene 22 dígitos, en España son 20.

Desde entonces para realizar una transferencia ya no es necesario contar con el número de 22 dígitos, sino que alcanza con el Alias CBU, fácil de recordar y de transmitir a otras personas. 

Al igual que los CBU, los Alias tampoco pueden estar repetidos, se trata de una clave única en todo el sistema financiero. Pero son más flexibles: deben tener entre 6 y hasta 20 caracteres, estar formados por letras, números o los signos punto y guion medio. Incluso pueden cambiarse en los sitios web de las entidades (1 vez por día y 10 veces al año como máximo). 

Finalmente, ¿qué pasa si cambio de banco? Si bien le asignarán una nueva CBU a su cuenta, podrá usar su mismo Alias en la cuenta que abra. 

Código Entidad
007 Banco de Galicia y Buenos Aires S.A.
011 Banco de la Nación Argentina
014 Banco de la Provincia de Buenos Aires
029 Banco de la Ciudad de Buenos Aires
034 Banco Patagonia S.A.
044 Banco Hipotecario S.A.
072 Banco Santander Río S.A.
150 HSBC Bank Argentina S.A.
191 Banco Credicoop Cooperativo Limitado
285 Banco Macro S.A.
299 Banco Comafi S.A.

Mucho CBU, poco crédito

Si bien en nuestro país con la pandemia la cantidad de argentinos que aún no tienen una cuenta bancaria se redujo del 50% al 20%, el uso del sistema financiero se mantiene con niveles muy bajos.  

El crédito alcanza el 11 por ciento del PBI, y los depósitos el 18 por ciento, por lo que se ubican en niveles inferiores a los de otros países de desarrollo similar. Las cuentas se usan exclusivamente para percibir salarios o prestaciones de la seguridad social, mientras que el uso de medios de pago electrónicos, instrumentos de ahorro y financiamiento sigue siendo acotado.

El uso de plazos fijos por parte de la población alcanza a 1 de cada 100 adultos, valor que retrocedió un 10 por ciento en 2019. Además, desde 2018 se deterioró la situación financiera de los deudores por la recesión y las altas tasas de interés vigentes.

Sin embargo, la cantidad de empresas fintech que brindan alternativas para el manejo electrónico de fondos pasó de 111 en 2015 a 268 en 2019.

Al igual que los CBU, los Alias tampoco pueden estar repetidos, se trata de una clave única en todo el sistema financiero. Pero son más flexibles.
Si bien en nuestro país el 80% de los adultos tiene una cuenta bancaria, solo 11% accede a crédito y el 1% realiza plazos fijos .

 

Del CBU al CVU

En mayo de 2018 el BCRA instrumentó la creación de la Clave Virtual Uniforme, el equivalente al tradicional CBU, para las billeteras digitales, tanto bancarias como extrabancarias.

Con esta implementación, Argentina saltó a escena como el primer país del mundo con interoperabilidad entre una cuenta bancaria y una no bancaria. Es decir, las billeteras virtuales como Ualá, MercadoPago, PIM, Billetera Rapipago u otras podrán optar por entregar un alias a sus clientes para que envíen o reciban efectivo hacia o desde cualquier entidad financiera.

Se trata de una clave que busca ampliar las transferencias de dinero permitiendo a los usuarios, estén o no bancarizados, realizar envíos de forma inmediata y gratuita.

Parecido no es lo mismo

A diferencia de otros códigos, como los de barra, el de la CBU no es común a todos los países. Mientras que en Argentina tiene 22 dígitos, en España son 20 (4 por la entidad, 4 por la sucursal, 2 dígitos de control y los 10 restantes corresponden al número de cuenta) y se llama IBAN por International Bank Account Number.

El sistema convive con el histórico CBU y como afirma la comunicación 6510 del Central, "permite la identificación y trazabilidad de transferencias de fondos que se realicen entre cuentas a la vista cuando, como mínimo, una de ellas pertenezca a una empresa proveedora de servicios de pago, facilitando la interoperabilidad entre cuentas a la vista y servicios de pago”.

De este modo, el CBU corresponde a las cuentas en bancos y el CVU a las cuentas virtuales no bancarias. Todos los alias son administrados por la Cámara Electrónica de Compensación de Medios de Pago (COELSA), que garantiza las transferencias entre los usuarios.

Para completar el círculo, el Ministerio de Trabajo autorizó a los empleadores a realizar sus pagos de salarios mediante una billetera virtual, sin necesidad de una cuenta bancaria. La iniciativa busca captar sectores de la economía donde los sueldos todavía se pagan en billetes.

Controla el efectivo y será más efectivo el control.


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