Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
El aislamiento social, preventivo y obligatorio puso en evidencia a la mayoría de las empresas: el 56% de los argentinos no hacía, antes de la pandemia, trabajo desde casa. El Home Office se impuso a la fuerza y muchas firmas debieron adaptarse a este sistema de trabajo. Lo que parecía una salida rápida a una necesidad nueva, se está imponiendo como el camino a seguir ante la llegada de la “nueva normalidad”.
El HO surge en la década de los 70´s en Estados Unidos durante la crisis del petróleo, cuando se dificultaba la movilidad por la escasez de combustible. En este momento Jack Nilles (considerado "el padre" del teletrabajo) inició su investigación sobre cómo evitar el desplazamiento de los empleados a sus trabajos debido a la pérdida de tiempo y dinero que esto generaba añadiendo el término telecommuting. En los años posteriores, esta modalidad fue masificándose en países desarrollados quienes veían los beneficios generados en las empresas que lo implementaban y los trabajadores, optando por el HO como la mejor opción de teletrabajo.
El home office ya se utilizaba en algunas firmas en Argentina y aunque su traducción literal se refiere básicamente a la posibilidad de trabajar en casa, en realidad el concepto incluye un tema más amplio: la oportunidad de trabajar en cualquier lugar distinto al escritorio de la empresa y que se traduciría como Teletrabajo, que es un término menos común. Por eso algunos especialistas coinciden que este teletrabajo, inmerso en un contexto de pandemia, no responde a su naturaleza: las tareas de la oficina se entremezclan con las del hogar.
A pesar de ello, las empresas que ya contaban tímidamente con esta modalidad recibieron el empujón que les faltaba para adoptarla de forma definitiva y destinar recursos en ese sentido. En tanto aquellas que no lo preveían, debieron trabajar a contrarreloj para adaptar tanto la modalidad de trabajo en los domicilios de los empleados como los procesos internos dentro de la compañía.
De todas maneras la experiencia sirve y cuando el aislamiento social comience a flexibilizarse, varias firmas prevén sistemas mixtos, en los que algunos días se trabajará de forma remota y otros se irá a la oficina.
En una entrevista al portal IProfesional, Pablo Liotti, gerente de Marketing y Comunicación del Grupo Adecco, destacó que "se está planteando un cambio muy profundo. Las compañías que daban tímidamente el beneficio del home office lo van a tener que profundizar, y aquellas que no lo consideraban se toparon con una nueva realidad en la que los empleados demostraron, a distancia, que cumplen con lo pautado".
El Banco Santander aseguró que cerca del 75% de los empleados se encuentra prestando servicios desde sus casas y anunció que recurrirá al home office al menos hasta fin de año. Mercado Libre fue uno de los primeros en reaccionar y utilizar toda su experiencia en el e-commerce. La compañía, que cuenta con más de 11.000 empleados, revela que tiene al 92% de su dotación trabajando de manera remota desde hace dos meses y medio.
Si bien el 64% del staff contaba con un día de home office por semana, la compañía ya está evaluando ampliar y seguir con esa modalidad, de manera fija, todo el 2020.
La automotriz Toyota reconoció que tanto las áreas de producción como los sectores de soporte fueron paralizados por completo. Por el contrario, las áreas administrativas continuaron con sus funciones de manera remota, modalidad que extenderán a lo que resta del año. En la misma línea, Telefónica/Movistar está ofreciendo los canales de atención a clientes en un 100% por medio del entorno digital.
Cabe destacar que, a nivel global, los tres grandes marcaron el camino:
Facebook les dará libertad a todos los empleados para que opten entre continuar trabajando desde su hogar hasta 2021 o volver a la oficina.
Twitter jugará todas sus fichas al home office: le ofreció a su personal adoptarlo "para siempre".
Google confirmó que sus colaboradores podrán cumplir con las tareas desde sus domicilios hasta fin de año. Quienes deseen volver, podrán hacerlo bajo estrictas normas de seguridad.
Como la tendencia tras el aislamiento parece encaminarse a mantener, entre otras prácticas, el teletrabajo, ya aparecieron varios proyectos de ley para regularlo. Son seis las iniciativas que responden a distintos espacios políticos pero que coinciden en algunos puntos.
Se habla de igualdad de trato en cuanto a capacitación, formación y remuneración entre los que realizan home office y aquellos que, por sus actividades, no pueden. También se destaca la voluntariedad, esto es, que la empresa y el empleado deberán pactar expresamente su conformidad sobre el empleo a distancia.
Uno de los puntos que se repite en los proyectos tiene que ver con la privacidad y el descanso del empleado, ya que las barreras de horarios y tareas se ven difusas cuando se trabaja desde el hogar. Además se establecen medidas para el control de la tarea del empleado, siempre y cuando esto no cercene sus derechos a la privacidad.
Todos los proyectos coinciden en que los medios físicos e informáticos para el teletrabajo deben ser provistos por el empleador. En este caso el empleado será responsable de su correcto uso y conservación y de evitar que sean usados por terceros. En un sondeo realizado para este artículo entre trabajadores del sector público y privado, solo el 30% aseguró haber recibido insumos para realizar el teletrabajo en cuarentena.