Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Las mujeres ya son mayoría en las aulas de las universidades donde se estudia Ciencias Económicas y, siguiendo esta tendencia, pronto lo serán también en la matrícula activa del Consejo Profesional.
Pero hace 50 años, cuando las mujeres representaban solo el 11% de la matrícula, las que se graduaban y se sumaban a la institución eran pioneras.
El testimonio de tres profesionales que se graduaron en la década del 60 y permanecen activas.
En la década del 60, las Universidades en las que se podía estudiar Ciencias Económicas eran muchas menos que las actuales y pocas eran también las mujeres que asistían a las aulas. Pero desde La Plata, San Isidro y Mar del Plata, tres jóvenes estudiantes decían presente y se graduaron de contadoras públicas para luego matricularse en nuestro Consejo Profesional y contribuir a que germinara la matrícula femenina, por entonces minoritaria.
“Decidí estudiar Ciencias Económicas porque había estudiado Perito Mercantil en el colegio María Auxiliadora de La Plata y fue la materia que más me entusiasmó”, recuerda la Dra. Rita Bernacchioni, hija de padres inmigrantes italianos, sin familiares con estudios universitarios.
“Tenía tres compañeras que cursaban conmigo algunas materias de noche y habría algunas otras en el turno mañana, pero no más de 10 en toda la carrera”, detalla la profesional y precisa que “Profesoras mujeres solo tuve una, de matemática financiera en la parte de trabajos prácticos, cuyo titular de la Catedra era el Profesor Lambiase”.
La Dra. Bernacchioni se graduó en 1964 en la Universidad Nacional de La Plata, ciudad en la que permanece con la matrícula activa. “Cuando obtuve el título pude conseguir trabajo enseguida porque fui a quejarme al profesional que le hacía la Declaración Jurada a mi padre porque estaba mal hecha y me dejaron a cargo del estudio”, rememora con una sonrisa y agrega orgullosa: “Desde ese entonces aún conservo el registro donde figuraban mis 27 clientes iniciales y hoy algunos de sus hijos y nietos siguen siendo clientes”.
A comienzo de los ‘70, hace 50 años, el porcentaje de mujeres en la matrícula era del 11% del total.
Esa década, en la que la Asamblea General de la ONU proclamó el 8 de marzo el “Día por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional", terminó con una participación del 17% de profesionales mujeres en el total de matriculados.
Entre ellas hay que contar a la Dra. Haydee Josefa Pérez quien eligió la Universidad Nacional de Mar del Plata y se graduó en 1969. “Cursé el secundario en la antigua Escuela Nacional de Comercio de Mar del Plata y fueron interesándome contenidos afines a las ciencias económicas. Trabajar en verano en las actividades comerciales de mi familia (pequeños y medianos hoteles), me mostró cómo se desarrolla una organización empresaria lo que también agregó elementos para tomar esa decisión”.
Graduada sobre el filo del final de la década la Dra. Pérez fue testigo del crecimiento de las mujeres en las aulas. “En mi promoción éramos muy pocas pero en la Facultad ya había muchas compañeras. De todas maneras la proporción de hombres era mayor”, confirma la profesional.
Primera en la familia en completar estudios universitarios, la Dra. Pérez continuó ligada a la Facultad dedicada a la docencia y cursando el Doctorado en Administración. Luego en 1973, junto con su recordada y querida amiga Marta Burla, abrieron su estudio profesional y comenzaron a prestar servicios inmediatamente. “A pesar de que en ese momento era una excepción un estudio con dos mujeres al frente, tuvimos pequeños, medianos y grandes clientes a lo largo de todos estos años”, relata la colega que sigue ejerciendo la profesión, gozando de la jubilación activa que permite nuestra estructura previsional.
Su análisis del crecimiento de las mujeres en la profesión tiene sólidos argumentos pues la Dra. Haydee Pérez continuó por décadas ligada a la Universidad donde observó el cambio primero siendo Profesora Titular Regular en la misma cátedra en la que comenzó como ayudante alumna y segundo siendo Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de esa misma Universidad.
“Ya durante mis últimos años en la Facultad, a principio de este siglo, era notorio el crecimiento de la presencia femenina en las aulas y la consiguiente feminización de la matrícula de la Delegación General Pueyrredón del Consejo Profesional”, repasa la Dra. Pérez y agrega: “No me sorprende en absoluto a partir de mi propia experiencia, y teniendo en cuenta que la formación universitaria da posibilidades a todos los seres humanos de desarrollar una vida plena más allá del género”.
El 15 de junio de 1946 se realizó la Asamblea Constitutiva del primer Consejo Profesional, y 25 años después, en recuerdo de ese hito la institución fijó esa fecha como el "Día del Graduado en Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires".
Para ese entonces, en Martínez, la Dra. Edith Norma Regazzoni ya llevaba una década de recibida desde que obtuvo el título en 1961 en la Universidad de Buenos Aires. “Me recibí de Perito Mercantil y era lógico que la carrera universitaria debía ser Ciencias Económicas y posteriormente continué y finalicé la carrera de Licenciatura en Administración”, precisa la Dra. Regazzoni y señala que “en la carrera de Contador éramos 4 ó 5 mujeres”, pero ninguna docente.
Con la matrícula activa en la Delegación San Isidro, la Dra. Regazzoni afirma: “Me costó bastante conseguir trabajo profesional como Contador Público o Licenciada en Administración, siempre querían asignarme tareas de secretaria, circunstancia que no aceptaba y buscaba otra oferta laboral”. Finalmente su primer empleo fue en el área de Créditos en el ex Banco de Londres, cuando esa entidad estaba activa.
Posteriormente la Dra. Regazzoni siguió la carrera de posgrado de Sindicatura Concursal y en virtud de dicho título y de las notas obtenidas ingresó a la Gerencia de Liquidación de Entidades Financieras del Banco Central de la República Argentina y como "Delegado Liquidador" quedó a cargo de varias entidades bancarias liquidadas. “Desde al año pasado estoy retirada del Banco Central, pero sigo ejerciendo la profesión en forma independiente”, explica y subraya: “Además, sigo actuando como perito en la Justicia de la Capital Federal y de la Provincia de Buenos Aires”.
Por estos días las mujeres son mayoría en las aulas de las universidades donde se estudia Ciencias Económicas. “Me parece muy bien siempre y cuando haya sido por elección y puedan también cumplir otras expectativas que tengan”, reflexiona desde La Plata la Dra. Rita Bernacchioni. Por su parte, desde Mar del Plata, la Dra. Pérez manifiesta su deseo de que, “a pesar de haber avanzado mucho en los últimos tiempos”, esa mayoría se refleje más en los niveles de conducción institucional tanto de los organismos profesionales como universitarios. Finalmente, desde San Isidro, la Dra. Regazzoni concluye: “Siempre estuve de acuerdo con la inserción de mujeres profesionales; el sexo no tiene nada que ver con la inteligencia, capacidad laboral y criterio”.
Siguiendo esta tendencia, resta poco tiempo para que las mujeres se conviertan en mayoría también en la matrícula activa del Consejo Profesional. Todas las generaciones cuentan, pero las pioneras tienen más para contar.