ARTÍCULO PUBLICADO EL viernes 09 de octubre
Edición N. 117 - Septiembre / Octubre 2020

NOTAS DE AUTOR




Dr. Agustin Lodola
Licenciado en Economía con Posgrados en Economía y Macroeconomía, Profesor Titular, investigador y autor de libros y artículos, Director del Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial Facultad de Ciencias Económicas (UNLP).
agustin.lodola@econo.unlp.edu.ar.




Dr. Nicolás J. Picón
Licenciado en economía, Magister en Finanzas públicas, Docente universitario, investigador y autor de trabajos y ponencias, Coordinador del Indicador de actividad económica de La Plata (IAELAP).
nicolas.picon@econo.unlp.edu.ar.

En un artículo anterior1 publicado por la Revista ECONO de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP, analizamos el impacto que las necesarias medidas de distanciamiento y aislamiento social han generado sobre la producción en los distintos municipios de la Provincia de Buenos Aires. Debido a que las restricciones tuvieron un efecto dispar sobre las actividades económicas (esenciales versus no esenciales) y a la diferente estructura productiva de cada municipio, pudimos concluir que para el mes de inicio del aislamiento social (abril) había:

  • Municipios muy afectados como los fuertemente industriales (Ensenada, Campana, General San Martin) y turísticos (como Pinamar, Villa Gesell, Miramar) que experimentan pérdidas de su producto bruto que superaban el 60%.
  • Partidos de características netamente agropecuarias y de baja densidad poblacional (General Guido, Tordillo, Rivadavia, Carlos Tejedor, General Lavalle, San Cayetano, Ameghino, Villegas o General Dorrego), donde el corolario del aislamiento rondaría en una caída menor al 25% del producto bruto, fundamentalmente explicado por las restricciones al sector comercial y de servicios.
  • A nivel agregado, en la Provincia la suma de estos efectos dispares por Municipio rondaría en una pérdida de 48% de su producto mensual en dicho mes.

Debido a que las medidas de aislamiento fueron cambiando a nivel municipal en función de la cantidad de casos positivos de COVID, determinándose distintas fases con apertura gradual de las actividades económicas, en el presente artículo nos preguntamos: ¿Cuál fue la evolución de esa afectación productiva en las distintas regiones de la Provincia de Buenos Aires? ¿Las razones de los niveles de impacto productivo y geográfico del COVID19 son las mismas que aquellas que explican su evolución?

Para responder estos interrogantes, volvemos a utilizar una metodología simple, con información de otros trabajos2, como: Producto Bruto Geográfico de cada municipio, peso de la cadena agroalimentaria y consumo de alimentos. A esa estructura productiva municipal le aplicamos los impactos sectoriales de las restricciones, tal como hicimos en el trabajo anterior, pero en este caso desagregado para cada fase; considerando que los municipios de la provincia se encuentran en etapas diferentes del aislamiento. De esta forma obtuvimos una medida que señala el porcentaje de Producto Bruto mensual que se perderá por las restricciones sanitarias, para el periodo abril/agosto y de esa forma podemos tener una idea de la evolución de la afectación del producto bruto de cada municipio.

Los resultados, que se exponen y analizan a continuación, claramente muestran que la estructura productiva y la densidad poblacional no sólo determinan el nivel del impacto productivo del COVID19, sino también su evolución en el tiempo. Por eso se torna útil para resumir y exponer los mismos, utilizar la clasificación de los municipios de Alberto Porto y Horacio Nuñez Miñana3.

Los municipios pequeños del interior son un conjunto de 76 Partidos como Tordillo, Rivadavia, Carlos Tejedor, Lincoln o Dolores, de características netamente agrícolo – ganaderas que poseen la particularidad de tener una extensión territorial significativa y una baja densidad poblacional. En el inicio, tenían un bajo grado de afectación (34,6% del PGB mensual en promedio). Debido a la menor tasa de contagios como correlato (en parte) de su baja densidad redujeron esa afectación en una alta velocidad: en promedio la afectación se redujo a menos de la mitad en sólo dos meses, pero con muchos municipios con reducciones de la afectación de más del 70% (General Guido, General Pinto, Alem, General Viamonte, Las Flores, Saladillo, Puan, Tornquist, etc.). En agosto estos 76 municipios solo tenían una afectación de 15,5% de su producto bruto.

La estructura productiva y la densidad poblacional no sólo determinan el nivel del impacto productivo del COVID19, sino también su evolución en el tiempo.

En el otro extremo, nos encontramos con los municipios del GBA (La Matanza, San Isidro, Avellaneda, Quilmes, etc.) y Periféricos (Marcos Paz, General Rodríguez, San Vicente, Pilar y Escobar), con una evolución mucho más lenta hacia la recuperación de la actividad económica y sin excepciones. Solo redujeron 10 puntos el porcentaje de afectación de sus respectivos productos brutos respecto de la situación inicial de abril. En agosto mantienen 47% de sus actividades sin funcionar plenamente.

Los grandes centros del interior presentan cierta heterogeneidad. Mientras que La Plata, Berisso y Ensenada tuvieron evolución similar al GBA; Bahía Blanca y General Pueyrredón tuvieron reducciones en grado de afectación muy similar al grupo de pequeños municipios del interior. 

En los municipios medianos del interior como Chacabuco, Junín, Pergamino o Tres Arroyos, la velocidad de reducción de la afectación fue similar al de los pequeños del interior, pero partían de un nivel mas alto. En abril tenían afectado 45% de su producto bruto, mientras que en agosto ese porcentaje era de 20,3%. En este grupo los distritos manufactureros San Nicolas, Zarate, Campana y especialmente Luján presentaron las evoluciones más lentas.

En estos dos últimos grupos la interacción con GBA parece haber pesado más que el tamaño.

Dejamos para el final al grupo de municipios turísticos porque si bien tuvieron una evolución positiva en reducir el grado de afectación de sus actividades económicas (evolucionaron prácticamente a la par de los pequeños del interior), justamente al depender del movimiento de no residentes (actividad no permitida), son municipios que no pueden aprovechar la liberación de las restricciones productivas.

La provincia en su conjunto, obviamente con alta incidencia de los municipios del GBA que explican la mitad de su producto bruto, viene experimentando una lenta recuperación de las posibilidades productivas, principalmente entre abril y mayo; pero desde junio muestra un grado de afectación alto (39,5% promedio) y estable.

La excesiva concentración geográfica provincial está pasando renovadas facturas.

La provincia en su conjunto viene experimentando una lenta recuperación de las posibilidades productivas.

REFERENCIAS

1. Lódola, Picon y Machado (2019); https://revistas.unlp.edu.ar/econo/article/view/10347
2. Lódola, Brigo y Morra (2010); http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/45923
3. En Lódola, Brigo y Morra (2010) op. citado se detalla y actualiza la misma.

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