Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
El autor propone esta metodología alternativa en la que los profesionales en ciencias económicas deberán involucrarse a fondo con la problemática de sus clientes para ofrecer alternativas de solución a partir de la utilización de metodologías propias del trabajo de los diseñadores.
Sensibilidad y empatía parecen ser las claves para aplicarla exitosamente.
Hace un tiempo atrás, participé de una conversación entre un empresario gastronómico que con mucha preocupación le indicaba a otra persona:
_ No sé qué está pasando con mi negocio: Hace años que lo tengo y siempre supe qué debía hacer. Me sentía seguro de mí mismo y sabía que iba en el camino correcto en todo sentido. Últimamente las ventas en el bar cada vez son menores: ¡No dejan de caer! Decidí cambiar la marca de café por una de mayor calidad, le agregué a cada servicio la entrega gratuita de una medialuna, hasta llegué a incluir un vaso con jugo para acompañar al café, con la pérdida correspondiente de utilidades por ello, con tal de lograr incrementar las ventas. Sin embargo, estas propuestas no han sido valoradas por los clientes profundizando mis pérdidas. ¿Qué debo hacer? ¿Cómo puedo salir de esta situación? ¿Qué estoy haciendo mal?.
Seguramente, como profesionales en ciencias económicas, habremos tenido más de una consulta o conversaciones con algunos de nuestros clientes por estas problemáticas totalmente asimilables, tanto en las actividades productivas como de servicios.
Para este caso en particular, seguramente, las preguntas que tendría que haberse hecho el comerciante versarían sobre las siguientes consideraciones:
- ¿Soy el mismo que hace años atrás en cuanto a mi acción como líder de la empresa?
- ¿Estoy preparado para los cambios qué se han producido en el rubro?
- ¿El negocio es actualmente rentable? ¿Lo he medido como tal?
- ¿Cuál es la infraestructura con que cuento?
- ¿Qué opinan los empleados?
- ¿He escuchado a los clientes en sus quejas y comentarios?
- ¿Qué ven mis proveedores?
Y es aquí donde surge y es aplicable esta poderosa herramienta denominada en inglés como “Design Thinking” (pensando en diseño).
Haciendo un poco de historia, es en el año 2008 donde Tim Brown (1) acuñó oficialmente el término “Design Thinking” (pensando en diseño), definiendo a una disciplina la cual, según sus palabras, usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible, convirtiéndose en un valor para el cliente y suponiendo una oportunidad para el mercado.
Por ende, importa la aplicación de una metodología que es utilizada propiamente por los diseñadores que buscan satisfacer de la mejor manera posible a sus clientes haciéndolos participar activamente en todo el proceso de creación. Allí se involucran multidisciplinariamente pensamientos y procesos en constante colaboración que conducen en un resultante de soluciones innovadoras en los negocios.
El diseño tiene un objetivo: maximizar el bienestar de la vida de las personas siendo la principal tarea la de identificar los problemas (captándolos) y buscar las debidas soluciones para encontrar la mejor posible. En el medio del análisis surgirán informaciones de todo tipo vinculadas sobre la cultura, el contexto y las experiencias.
Sus principales ventajas:
- Permite generar ideas no sólo utilizando el cerebro
- Expone a los desarrolladores a la realidad del mercado
- Somete al equipo a plazos y ritmos dinámicos y exigentes
- Co-creación activa: El trabajo en equipo y la creación colectiva que conduce al éxito
- Nos ponemos en la piel del usuario y del consumidor
- Se prueban los prototipos constantemente
Carlos Guyot (2) en un artículo que escribió para un prestigioso matutino de tiraje nacional años atrás, resumió a Design Thinking como una metodología de innovación la cual puede sintetizarse en los siguientes conceptos:
- Trabajar en equipo
- Observar con empatía
- Inspirarse
- Generar mil ideas
- Elegir una idea
- Hacer prototipos
- Llevarla al mercado
- Cambiar el mundo
El Dr. Rubén Rico (3) ha propuesto una estructura de once pasos para la aplicación de esta herramienta de análisis. Se detallan a continuación:
1- Creación del equipo de trabajo
2- Empatizar para conectarse con el cliente: Comprensión e inspiración
3- Generación de ideas: Sin miedo al riesgo
4- Visualización de las mejores ideas en un modelo de negocio que capture valor
5- Selección: Bottom Line, análisis de lo económico, social y del medio ambiente
6- Concepción y el prototipado: ADN del modelo de negocio con distintos prototipos de valores diferenciales
7- Configuración: Definición de los pilares que sustentan el proyecto
8- Objetivos estratégicos
9- Desarrollo de planes de negocios: Operativos, de recursos con un modelo organizado y consistente
10- Presentación y venta final
11- Apoyo de todos para el lanzamiento del proyecto
Regresando al caso del empresario gastronómico y con este proceso definido, seguramente, podremos evaluar su situación aplicando la herramienta de Design Thinking.
Para ello, será necesario realizar una observación del problema planteado tratando de identificar las necesidades, los deseos y las metas del empresario a través de una inmersión preliminar incluyendo el estudio del negocio en cuestión con detenimiento y llevando a cabo investigaciones exploratorias y de documentación.
Será clave la escucha y la posición de “ponerse en la piel” del propietario para generar un ámbito empático lo que permitirá, luego, avanzar con el estudio en profundidad (inmersión profunda) hasta el posible replanteo total de la empresa.
A partir de allí, conformado el equipo de trabajo, se desarrollará el asunto partiendo de un torbellino de ideas y utilizando distintas técnicas vinculadas al diagrama de afinidades, mapas conceptuales, matrices de interacciones, entre otras.
Luego, se irán seleccionando las mejores ideas en el Taller de Co-Creación buscando un resultante en una Matriz de Posicionamiento y Decisión, que se convertirá en la base del prototipo a implementar.
No podrá eludirse la acción del “feedback” (ida y vuelta) para verificar que el prototipo cumple con los objetivos planteados para la solución elegida.
Finalmente, llegará el momento de la presentación final y del apoyo total al proyecto.
Si realizamos bien nuestro trabajo en todo aspecto “escuchando y sintonizando” las metas de nuestro cliente y concretando la labor con un equipo de trabajo integrado, lograremos un verdadero “traje a medida” que le resuelva la problemática expuesta.
El Design Thinking es, sin dudas, una herramienta de amplia aplicación para este mundo tan vertiginoso que actualmente transitamos.
Tim Brown, CEO Firma de Diseño IDEO, 2008
Rubén Rico, Metodología de Design Thinking, 2015
Carlos Guyot: “Qué es el Design Thinking”, Diario La Nación, 04/01/2010
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