El turismo fue el sector de la economía más afectado por la pandemia a nivel mundial ya que quedó inmediatamente paralizado a causa de las medidas de aislamiento. Si bien la actividad ya venía de dos años caóticos, el 2020 resultó fulminante. Para recuperar los valores del 2019 se estima que llevará de dos a cuatro años.
Internamente en Argentina, para finales del 2020 por los feriados de las fiestas y la inauguración de la temporada de verano, el sector vio una reactivación gracias a la circulación de 2 millones de turistas. A nivel internacional, se espera un repunte para la segunda mitad del 2021, todo si la disminución de los contagios y el levantamiento de las restricciones continúan, y si no sufrimos las consecuencias de un posible rebrote.

Sin dudas, el turismo fue el sector de la economía más afectado por la pandemia a nivel mundial ya que quedó inmediatamente paralizado a causa de las medidas de aislamiento. Si bien la actividad ya había atravesado una crisis en el 2018, y el 2019 tampoco fue bueno, el 2020 resultó fulminante y marcó la peor racha de su historia. Para recuperar los valores del 2019 se estima que llevará de dos a cuatro años.

Internamente en Argentina, para finales del 2020 por los feriados de las fiestas y la inauguración de la temporada de verano, el sector vio una reactivación gracias a la circulación de 2 millones de turistas. A nivel internacional, se espera un repunte para la segunda mitad del 2021, todo si la disminución de los contagios y el levantamiento de las restricciones continúan, y si no sufrimos las consecuencias de un posible rebrote.

Internamente en Argentina, para finales del 2020 por los feriados de las fiestas y la inauguración de la temporada de verano, el sector vio una reactivación gracias a la circulación de 2 millones de turistas.

Si bien el país, según las estadísticas oficiales, inició el año con un aumento en los casos de coronavirus y un rumor del retorno a la cuarentena, la postura de las autoridades es sostener la temporada apelando a la responsabilidad individual de acatar las medidas sanitarias para evitar los contagios y a la aplicación de restricciones a las actividades nocturnas. Por otro lado, organismos internacionales prevén que la promesa de la campaña de vacunación aumente la confianza de los consumidores y termine por reactivar el sector a nivel mundial.

La realidad del sector en el país

A pesar de las medidas de incentivación de la actividad llevadas adelante por el Estado, el sector (en especial, la hotelería y gastronomía) que emplea a 1,3 millones de personas, continúa con su reclamo para que se extienda hasta el 30 de junio el programa ATP (Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) para el pago parcial de salarios a empleados.  De esta forma, desde su lanzamiento el ATP consistió en una herramienta vital para amortiguar el impacto de la pandemia y sin él se hubieran perdido el triple de puestos de trabajo en todas las ramas de la industria turística.

Según un relevamiento de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), durante el período de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), el 90% de esta rama del sector turístico debió endeudarse para mantener a pie la empresa, y de no contar con la asistencia del Gobierno el 95% del sector no hubiese podido afrontar los costos cotidianos.

En este sentido, el Banco Nación otorgó a empresas del sector turístico certificadas como MiPyMEs, créditos por $3.000 millones de pesos destinados en un 80% a agencias de viajes, hoteles y restaurantes, y el resto a transporte, turismo de reuniones, alquiler de autos, Parques Nacionales y temáticos, lavaderos de hoteles y comercialización de artesanías.

Las alertas siguen encendidas durante el 2021 y giran en torno al panorama nacional ante la crisis económica generalizada y a las restricciones sanitarias que implemente o deje de implementar el gobierno. Hoy más que nunca el turismo tendrá que rever las propias condiciones para la reactivación del sector.

La promoción fue empleada por más de 570.000 argentinos, que inyectaron un total de $14.700 millones al sector. Durante el último trimestre del 2020, hubo gastos por $9.800 millones.

Previaje, un respiro

Para la recuperación, la Argentina apostó por el turismo interno, dejando a un lado los destinos internacionales. El año pasado el Ministerio de Turismo de la Nación cuadruplicó su presupuesto, desde los $2.960 millones pautados inicialmente hasta un total de $12.102 millones, destinados a financiar medidas de reactivación, como por ejemplo el plan PreViaje.

PreViaje es el programa de preventa turística que se lanzó con el objetivo de incentivar la circulación a destinos internos. Otorga la posibilidad de acceder a un 50% de reintegro en compras realizadas en las empresas y servicios turísticos prestadores inscriptos. La devolución es en forma de crédito a través de una billetera virtual o tarjeta del Banco Nación, y puede ser utilizada durante todo el 2021.

La promoción fue empleada por más de 570.000 argentinos, que inyectaron un total de $14.700 millones al sector. Durante el último trimestre del 2020, hubo gastos por $9.800 millones y, en consecuencia, se generaron $4.900 millones para consumir en turismo durante 2021.

De esta forma, el éxito del programa trajo un alivio para el sector, pero estamos aún lejos de pensar en una recuperación completa. A pesar de que la actitud del gobierno es sostener la temporada, reina la incertidumbre y podrían desencadenarse hechos que obliguen a tomar nuevas medidas sanitarias que afecten de forma negativa a la actividad, retrotrayendola una vez más.

El sector a nivel mundial retrocedió a niveles del año 1990 con una caída en llegadas internacionales de más del 70% en los primeros 10 meses del 2020.

¿Qué sucede en el resto del mundo?

Según un informe de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el sector a nivel mundial retrocedió a niveles del año 1990 con una caída en llegadas internacionales de más del 70% en los primeros 10 meses del 2020. El organismo informó que los destinos recibieron 900 millones menos de turistas internacionales entre enero y octubre, frente al mismo periodo de 2019.

Asia y el Pacífico, los primeros en sufrir el golpe de la pandemia y la región que tiene el mayor nivel de restricciones a los viajes hasta la fecha, registró una disminución del 82% en llegadas durante los primeros diez meses del 2020. Por otra parte, la caída en Oriente Medio fue del 73%, mientras que en África la bajada fue del 69%.

Europa registró descensos menores del 72% y el 76% en septiembre y octubre del 2020, y disfrutó de una leve aunque efímera recuperación que se dio en los meses de mayor afluencia en el verano: julio y agosto. La aparición de una nueva cepa del virus ha llevado a cierre de fronteras y a la reimposición de restricciones a los viajes. No obstante, Europa es la región en la que una mayor cantidad de destinos (el 91%, a 1 de noviembre de 2020) han aliviado dichas restricciones.

En nuestro continente se dio una mejora gradual desde junio, con un nivel de caída en llegadas internacionales comparativamente menor hasta octubre. Esto se debe a la reapertura de varios destinos en pequeños estados insulares en desarrollo en la región del Caribe.


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