Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Workana, una de las compañías más importantes en torno al trabajo remoto y freelance, elaboró un informe en donde analiza el panorama actual y futuro de las habilidades que comienzan a avizorarse como las más buscadas en términos de nuevos puestos laborales. El informe destaca la incorporación de “habilidades blandas” en los trabajadores como fundamental de cara al escenario que viene. Entre las más solicitadas en este campo, se encuentran la gestión de conflictos, el pensamiento crítico, la gestión del tiempo y el manejo del estrés. Se destaca que la tendencia debe ser prestar una especial atención “a la salud física y mental de los empleados” y que, como aspecto resolutivo, muchas empresas buscarán ofrecer la modalidad a distancia como opción.
La mayor preocupación de cara al futuro es cómo llevar adelante una creación de vínculos y sentidos de pertenencia cuando miembros de una misma área, por ejemplo, jamás se vieron las caras en su vida.
El mundo del trabajo fue uno de los más modificados en sus prácticas a partir de la pandemia y las restricciones que surgieron. Muchos analistas del sector aseguran que buena parte de esos cambios, sobre todo los que tienen que ver con la actualización tecnológica empresarial y el trabajo remoto, no sólo se mantendrán en el futuro sino que la tendencia será a ampliar cada vez más esa base.
A partir de estas premisas, Workana, una de las compañías más importantes en torno al trabajo remoto y freelance, elaboró un informe en donde analizan el panorama actual y futuro de las habilidades que comienzan a avizorarse como las más buscadas en términos de nuevos puestos laborales.
El informe destaca la incorporación de “habilidades blandas” en los trabajadores como fundamental de cara al escenario que viene. Este tipo de habilidades (también conocidas como soft skills) tienen relación con los aspectos socioemocionales y se basa en desarrollar técnicas de comunicación y relaciones personales. Entre las habilidades más solicitadas en este campo, se encuentran la gestión de conflictos, el pensamiento crítico, la gestión del tiempo y el manejo del estrés.
Por otro lado, se tiene en cuenta la capacidad de narración -comunicar de manera efectiva los trabajos realizados y los proyectos de cada área en donde se pueda desempeñar- para que eso pueda ser replicado de manera eficaz en distintas plataformas digitales. La adaptabilidad a los cambios y aprehender nuevas formas de trabajo a través de nuevos sistemas y softwares renovados de manera constante también es destacado como un punto fundamental.
Sin dudas, el contexto pandémico que atravesamos trajo aparejados diversos conflictos y destapó un tema del que ya se hablaba incluso anteriormente al COVID-19: los aspectos vinculados a la tranquilidad y salud mental de los empleados. Desde el caso de Google y su “revolución” a la hora de contratar y ofrecer condiciones laborales, un sinfín de artículos e investigaciones trataron la relación entre el buen clima laboral y el rendimiento y productividad.
En ese sentido, el informe de Workana destaca que la tendencia debe ser prestar una especial atención “a la salud física y mental de los empleados” y que, como aspecto resolutivo, muchas empresas buscarán ofrecer la modalidad a distancia como opción a aquellos empleados que así lo requieran, aún en una etapa de “normalidad”. Se acentúa que, al menos en los grandes centros urbanos, el ahorro de tiempo y evitar las conglomeraciones de tráfico o transportes públicos es un punto sumamente favorable para mantener la calma.
El trabajo remoto también llevó a que las empresas y sus empleados deban adaptarse a nuevas metodologías para llevar adelante sus tareas. El hecho de estar en un contexto hogareño, en muchas ocasiones atendiendo en paralelo quehaceres del mismo hogar, ha llevado a reflexionar sobre cómo actuar para exigir lo justo y no sobrepasarse sin tener en cuenta la coyuntura.
De la investigación de Workana se desprende que, el 38,6% de las empresas encuestadas afirma que de aquí en más, el trabajo será “más flexible” y se medirá definitivamente en torno a objetivos cumplidos sin importar -o al menos, en menor medida- que se cumplan o no los horarios fijos de trabajo. Sin embargo, la discusión de este punto pasa por si esa flexibilidad favorece a los tiempos del trabajador o si, por el contrario, los objetivos y la nueva unidad de medida laboral les demandará aún mayor tiempo y en horarios en los que generalmente no debiera estar en su “lugar de trabajo”.
Distintos analistas toman como un posible punto de complejidad o conflicto llegar a lograr un equilibrio entre el contexto actual y los nuevos aspectos en los que las empresas ya están trabajando. Por un lado, el punto de coincidencia de quienes analizan e investigan las nuevas relaciones laborales es sin dudas el hincapié en las habilidades personales. Los candidatos tienen que ser especialistas en su área de conocimiento pero sin descuidar una formación transversal. El dominio de idiomas, las resoluciones y propuestas creativas, la curiosidad y el interés son cuatro de los puntos que más en cuenta son tenidos. Pero por otro lado, el desafío, afirman, está en no sólo formar un grupo de buenas individualidades sino también que lograr un equipo que, a pesar de las complejidades y la falta de vínculo de contacto en la virtualidad, pueda entenderse y desarrollarse como tal.
La mayor preocupación de cara al futuro es cómo crear de vínculos y sentido de pertenencia cuando miembros de una misma área rara vez (o jamás) se ven cara a cara. La empatía que genera el contacto humano es difícil de reemplazar a través de la virtualidad y será el tiempo quien presente realidades diversas para poder actuar en torno a los nuevos contextos que se presenten.