Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Abran paso
a una guerrera
La Dra. Gladys Santachiara se recibió a los 51 años y tomó las riendas del estudio que tenía su esposo. Superación y lucha, en una nueva historia de Mujeres Destacadas de la matrícula del Consejo.
La Dra. Santachiara es matriculada de la Delegación Pergamino, y se recibió a los 51 años de edad. Su pasión por los números nació en el secundario y continuó en la carrera de Analista Administrativo Contable, que no pudo completar. Compartía ese amor con su esposo, el Dr. Rodolfo Pelusa. Con el nacimiento de su primera hija juntos, a la que luego se sumaron dos niñas más, Gladys empezó a dedicarse a la estética. El destino la golpeó con el fallecimiento de su esposo, en el 2001, y su vida dio un vuelco rotundo. Entre tanto golpe y luego de unos años, el estudio de su esposo la estaba esperando”.
“Fue la satisfacción de lograr con tanto esfuerzo aquello tan anhelado”, empieza contando la Dra. Gladys Santachiara y sigue, “lo que te propusiste. Tener en mis manos la herramienta que tanto quería: ser contadora”.
Una mujer, contadora, un ejemplo de lucha. La Dra. Santachiara es matriculada de la Delegación Pergamino, y se recibió a los 51 años de edad. Su pasión por los números nació en el secundario y continuó en la carrera de Analista Administrativo Contable, que no pudo completar por circunstancias de la vida.
Dra. Gladys Santachiara - Dlg. Pergamino. Compartía ese amor con su esposo, el Dr. Rodolfo Pelusa. Con el nacimiento de su primera hija juntos, a la que luego se sumaron dos niñas más, Gladys empezó a dedicarse a la estética. El destino la golpeó con el fallecimiento de su compañero, en el 2001, y su vida dio un vuelco rotundo. Entre tanto golpe y luego de unos años, el estudio de su marido la estaba esperando: “En el 2004 una idea, una ilusión, un leitmotiv, un por qué no, hizo que comenzara a movilizarse la decisión de lograr reanudar la facultad”.
Una misión cumplida
“La carrera fue decisión primordial, a pesar de las pocas materias que me reconocieron”, afirma Gladys y continúa, “así comencé a cursar presencial viajando todos los días a la UCA en Rosario. Fue una experiencia inolvidable”. Durante esos años, la Dra. Santachiara se sintió completamente integrada por sus compañeros de facultad, entre quienes también estaba una de sus hijas, hoy también recibida de contadora.
En el último año de su carrera cursaron juntas Auditoría, la penúltima materia para Gladys. “Luego me quedaba la tesis y finanzas públicas, que las aprobé en el 2008, recibiendome en diciembre con finanzas públicas. Estaban afuera mi mamá y mis hijas esperándome para abrazarnos y festejar la misión cumplida, el logro tan esperado”.
La Dra. Santachiara recuerda que su deseo por terminar la carrera comenzó porque su esposo amaba la profesión: “Había proyectos compartidos, había que continuar”, dice Gladys y sigue, “lo mejor fue demostrarme que se puede, que ante el dolor se puede tener la capacidad de superar las adversidades, que tenía inteligencia emocional para que mis hijas tuvieran el ejemplo de la lucha, del poder si querés”.
Ser contadora
Gladys sigue construyendo su camino como profesional en el estudio que antes llevaba su esposo y que ahora también comparte con su hija: “La decisión fue continuar con el estudio si los clientes continuaban y la respuesta fue sí. Seguí con la ayuda de mis dos cuñados contadores, empleadas y una amiga contadora”.
Ser contadora para la Dra. Santachiara implica el desafío de perfeccionarse y actualizarse para mostrar resultados eficientes en el trabajo con los clientes y en el desempeño propio. Dice Gladys: “Estoy orgullosa del logro, de las satisfacciones que me dio y me da la profesión y tener la dicha de compartirla con mi hija es doblemente maravilloso. Realmente no haría nada diferente, feliz de vivir lo que me toca”.
Y si hay una palabra en la que piensa la Dra. Santachiara al momento de hablar de su vida y su recorrido, además de todas las palabras que forman parte de ella, es guerrera: “Me definiría como guerrera. Una palabra que lo engloba todo”.
