Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
“El mundo de los negocios me empezó a interesar cuando nací”, dice riendo el Dr. Andrés Zarasola y luego aclara: “Desde siempre”. El contador público, matriculado de la Delegación La Plata, es fundador de un sinfín de compañías e ideas. La combinación entre la contabilidad y la administración le permitió encontrar en distintos, y variados, rubros estrategias para edificar todo tipo de emprendimientos.
Nacido en General Roca en la provincia de Río Negro, el Dr. Zarasola terminó el secundario como técnico en administración de empresas y luego decidió migrar a la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires, donde se radicó después de graduarse. Su formación culminó en la Escuela de Negocios de la FCE UNLP, con el cursado de la Maestría en Dirección de Empresas: “Lo tenía decidido de siempre, a pesar de haber estudiado contador mi vocación fue administración y era una forma de torcer mi carrera para la parte de la gestión”, reconoce.
El Dr. Zarasola define al mundo de los negocios como apasionante y cuenta que su interés en el mismo no tiene que ver con su administración o con el dinero, sino “por aprender la esencia, el know how de cada negocio en particular, por aprender la cocina, cómo se piensa, la lógica en cada uno, tratar de pensar una estrategia competitiva, disruptiva, ganadora y después llevarla adelante”.
En su trayectoria profesional, Andrés ocupó distintos puestos y trabajó en rubros de todo tipo. Gestionó numerosos proyectos dentro los cuales, aclara, participa activamente hasta que se desarrollan y luego permanece en los denominados boards -mesa de toma de decisiones- de cada uno, con mayor o menor injerencia. Su historia nos muestra un recorrido por las ciencias económicas al servicio del emprendedurismo.
Su paso por una de las empresas de servicios financieros más reconocidas del país, por un correo privado y por otra firma internacional dedicada a la comercialización de insumos para la construcción, le brindó las ideas y las herramientas necesarias para empezar con sus propios proyectos.
Más tarde, en el año 2015 y siempre acompañado de un equipo, fundó Aire Libre, un centro educativo de nivel primario basado en un modelo innovador que parte de las ideas del psicopedagogo italiano Francesco Tonucci y este mismo año se inauguró el nivel inicial. Además, se suma su participación en una compañía que posee un gimnasio de alto rendimiento que hoy es uno de los 5 más importantes del país en materia de infraestructura y el único de capital privado. Ambas instituciones están ubicadas en la ciudad de La Plata.
Uno de los recientes proyectos al que el Dr. Zarasola dedicó su tiempo y mente, y que se inauguró recientemente, es la Comunidad de Negocios Inmobiliarios de la ciudad de La Plata (LCNI), un club de negocios con un modelo replicado inicialmente en Capital Federal que tiene aproximadamente 10 sucursales en todo el país. Se trata del primer espacio de coworking dedicado exclusivamente a la actividad inmobiliaria en la ciudad, que pretende nuclear comercializadoras, proveedores, desarrolladoras, corredores inmobiliarios, gestorías, estudios de arquitectura, martilleros, agencias de medios, estudios legales y escribanías, entre otros.
El armado de sus compañías fue siempre en base a ideas asociativas y al trabajo en red: “Es fundamental según nuestra lógica de pensamiento, lo hemos ido formando asociándonos con gente que comparte la misma pasión, no solo por los negocios sino por el negocio particular a desarrollar”, y agrega que también “es primordial rodearse de gente más talentosa que uno mismo, sobre todo en temas complementarios”.
El Dr. Zarasola hace hincapié fuertemente en la importancia de estas nuevas formas de trabajo, tanto al interior como al exterior de los proyectos: “Creo que las empresas y las personas tenemos que hacer lo mejor para el cliente y eso no tiene nada que ver con lo que dé el competidor. Se puede colaborar en un montón de cosas y cada uno marcará su diferencia con su impronta, pero no tiene por qué ser una pelea. Es una lógica de pensamiento nueva, en el nuevo juego de los negocios”.