Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La comunicación a distancia comenzó, desde la explosión del uso de redes sociales, a ser parte de la cotidianeidad. En ese sentido, las entrevistas que se dan bajo esta modalidad tienen sus propias particularidades y características a tener en cuenta: la gestualidad, el uso de las palabras, los conceptos concisos y claros, la vestimenta y la armonía del entorno desde el cual nos presentamos toman un lugar preponderante.
Expertos afirman que lo ideal es una indumentaria neutra: colores que no resalten, con el azul, el blanco y el negro como opciones principales; y prendas “neutras”, como remeras, camisas o sweaters.
Lo que mostramos a nuestras espaldas también tiene su cuota de importancia en ese primer impacto visual. Un entorno cargado suele ser distractivo para el potencial empleador, pero además, puede generar una sensación de desorden.
La capacidad resolutiva y la actitud frente a los imprevistos es, según analistas, uno de los puntos más importantes a la hora de una entrevista online.
Un informe del Centro de Estudios Políticos para América Latinal (CEPAL), indica que entre un 32% y un 37% de los empleos de la actualidad pueden realizarse prácticamente a distancia de manera completa. Pensar, repensar y debatir estos aspectos harán que este terreno, para algunos aún desconocido, sea lo más familiar en un futuro no tan lejano.
La modalidad virtual gana terreno a pasos agigantados. Incluso antes del comienzo de la pandemia y las medidas para combatirla, la comunicación a distancia comenzó, desde la explosión del uso de redes sociales, a ser parte de la cotidianeidad. Sin embargo, este último año se convirtió en prácticamente la única metodología de conectividad. Esa realidad no escapa al ámbito laboral ni a las entrevistas que se dan para sumar nuevos integrantes a equipos de trabajo.
En ese sentido, las entrevistas que se dan bajo esta modalidad tienen sus propias particularidades y características a tener en cuenta: la gestualidad, el uso de las palabras, los conceptos concisos y claros, la vestimenta y la armonía del entorno desde el cual nos presentamos toman un lugar preponderante.
En primer lugar, una de las dudas más comunes aparece cuando pensamos: “¿Cómo debo vestirme para una entrevista de trabajo online?”. De las entrevistas presenciales se debe quitar la formalidad: resulta poco natural una indumentaria sumamente formal, como trajes, sacos o corbatas, cuando la comunicación se da desde nuestro hogar. Sin embargo, una vestimenta llamativa, con alusiones a nuestros consumos culturales o de ocio, puede ser sumamente contraproducente para la primera impresión. En ese sentido, expertos afirman que lo ideal es una indumentaria neutra: colores que no resalten, con el azul, el blanco y el negro como opciones principales; y prendas “neutras”, como remeras, camisas o sweaters.
El impacto visual a través de la virtualidad es muy importante. Por eso, en ese camino, hay dos aspectos a tener muy en cuenta: la iluminación y el entorno. No todos tienen acceso a una buena iluminación natural dentro del espacio dedicado a trabajar en su casa, por lo cual, hay que buscar alternativas: luz blanca con dirección desde arriba, o alejada desde un costado, facilita a una mejor imagen a través de la cámara. Es importante resaltar que la iluminación en sentido abajo hacia arriba suele no ser favorable para los rostros y tampoco para el equilibrio de color con el fondo de nuestro entorno. Por otro lado, lo que mostramos a nuestras espaldas también tiene su cuota de importancia en ese primer impacto visual. Un entorno cargado suele ser distractivo para el potencial empleador, pero además, puede generar una sensación de desorden. El concepto de “armonía” debe aplicarse a todos los campos en donde se tiene control.
Una de las situaciones que más se pueden dar -y se han dado- en este tipo de entrevistas son los imprevistos: al transitar un ámbito hogareño, pueden aparecer en escena actores que jamás lo harían en un cara a cara: mascotas, hijos, hijas, timbres. Más allá de que hay que tratar de evitar cualquier tipo de interrupción de este tipo, debemos saber y sobretodo, estar preparados, para sortear esas situaciones. Quien realiza la entrevista laboral también sabe esto y estará atento a ver cómo el potencial empleado resuelve este tipo de situaciones. La capacidad resolutiva y la actitud frente a los imprevistos es, según analistas, uno de los puntos más importantes a la hora de una entrevista online. En ese sentido, se destaca mostrar templanza y serenidad en lugar de actitudes que puedan representar ira o malestar rápidamente.
Otro de los aspectos importantes es el lenguaje: tanto el verbal como el corporal resultan de primer orden. En torno a las palabras, se espera una verbalización natural y pausada, siempre teniendo en cuenta que puede darse un delay entre las personas conectadas. Además, siempre resulta mejor ofrecer ideas claras y conceptos concisos, dando lugar a re preguntas o inquietudes que surjan, y no ocupar todo el tiempo ofreciendo una imagen por demás verborrágica.
En cuanto al lenguaje corporal, una postura rígida puede demostrar falta de confianza: no se debe olvidar que el entorno casero da un respaldo para una postura de relajación que no llegue a ser burda. El uso de la gesticulación con las manos puede utilizarse e incluso se recomienda, pero sin abusar del recurso.
Cabe destacar que analistas en la materia manifiestan que la comunicación virtual ha reemplazado la preponderancia en el impacto físico y apela más a la capacidad de comunicación y reacción del potencial empleado.
En cuanto al análisis a futuro, las opiniones sobre cómo se continuarán desarrollando las entrevistas y otras acciones relacionadas al ámbito laboral, son muy diversas. Lo cierto es que, como mínimo, la presencialidad no será la única alternativa a la hora de pensar encuentros, y la virtualidad estará presente en más de una ocasión. Un informe del Centro de Estudios Políticos para América Latinal (CEPAL), indica que entre un 32% y un 37% de los empleos de la actualidad pueden realizarse prácticamente a distancia de manera completa. La tendencia, se asegura, va en crecimiento: cada vez se generan más puestos de trabajo y nuevas profesiones que pueden resolverse desde el hogar con una computadora y una conexión estable a internet. Incluso, se manifiesta que en determinados trabajos, tal vez, el empleado y su empleador, o incluso compañeros de trabajo, jamás se conozcan personalmente, al menos para el ámbito laboral. Por lo tanto, la virtualidad no es un ámbito “pasajero” del cual nos podremos desvincular post-pandemia, sino, todo lo contrario. Pensar, repensar y debatir estos aspectos harán que este terreno, para algunos aún desconocido, sea lo más familiar en un futuro no tan lejano.