Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
En el mes de julio se conmemora el Día Internacional de las Cooperativas, tras una proclamación en 1992 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En la Provincia de Buenos Aires, la ciudad de Bahía Blanca se conformó históricamente como centro del cooperativismo en la región, contando actualmente con más de 65 entidades locales de primer grado activas y sucursales de numerosas cooperativas de alcance internacional; además siendo nombrada por ley como la Capital Provincial del Cooperativismo. Tanto el Ente Municipal de Acción Cooperativa (EMAC) de la ciudad del sur bonaerense, como tres de las cuatro organizaciones representantes del sector en la ciudad, son dirigidos por contadores públicos.
Regulado en el país bajo la Ley de Cooperativas N° 20.337 sancionada en el año 1973, el cooperativismo propone un modelo económico y social basado en valores como la solidaridad y la equidad.
En el mes de julio se conmemora el Día Internacional de las Cooperativas, tras una proclamación en 1992 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En la Provincia de Buenos Aires, la ciudad de Bahía Blanca se conformó históricamente como centro del cooperativismo en la región, contando actualmente con más de 65 entidades locales de primer grado activas y sucursales de numerosas cooperativas de alcance internacional; además siendo nombrada por ley como la Capital Provincial del Cooperativismo.
Tanto el Ente Municipal de Acción Cooperativa (EMAC) de la ciudad del sur bonaerense, como tres de las cuatro organizaciones representantes del sector en la ciudad, son dirigidos por contadores públicos, profesionales de amplio reconocimiento y trayectoria en el sector, que han llevado al mismo el aporte de la gestión que posibilitan las ciencias económicas.
El cooperativismo se conforma alrededor de un modelo empresarial particular, el Dr. Juan José Carrizo, lo define como “una idea de profunda naturaleza humana, nacida en forma empresarial moderna casi contemporáneamente con la idea de democracia política, a la que complementa para organizar y prestar servicios con similar espíritu de bien común”.
Sobre ello el Dr. Rubén Masón agrega que lo que prevalece es que las empresas de este tipo se basan en valores éticos como la equidad, la honestidad, la transparencia y la responsabilidad social, que son llevados adelante bajo las directrices de los “principios cooperativos” enunciados por la Alianza Cooperativa Internacional y entre los cuales el de mayor exclusividad entre este tipo de empresas se relaciona con “retornar el excedente o superávit anual a quienes contribuyeron a generarlo y en estricta proporción a las operaciones que lo posibilitaron”.
Este modelo, según el Dr. Rodolfo Zoppi, propone “una concepción distinta de la economía, ya que pone al capital al servicio del hombre y no a la inversa”. Lo caracteriza como “un modelo de empresas diferentes, integradas por personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales, mediante una empresa de propiedad conjunta y gestión democrática”.
En comparación con otros modelos económicos y la competencia con los mismos, el Dr. Carrizo aclara que el cooperativismo no participa de ninguna contraposición ni grieta empresarial: “El mundo económico debe ser el de la lealtad de cada propuesta y de la responsabilidad social. Hoy vemos que la vía del conflicto y la lucha para excluir al otro ya no tiene futuro sostenible en el marco de la vida democrática que la dignidad humana exige”, afirma.
Por su parte, el Dr. Zoppi remarca que “las diferencias no deben buscarse en sus edificios, instalaciones o los productos exhibidos en las góndolas”, haciendo referencia a otros supermercados que no se rigen bajo el modelo cooperativo, “la diferencia sustancial radica en los modelos económicos que ambos tipos de empresas representan”.
Además, el Dr. Masón considera “indispensable que la economía solidaria cuente con empresas sólidas y robustas para poder competir exitosamente en el mercado”, de modo tal que desde su perspectiva resulta “necesario hacer conocer a la mayor cantidad de personas las posibilidades y virtudes de esta formidable herramienta de desarrollo social, como han caracterizado reiteradamente a las cooperativas relevantes instituciones multinacionales, entre ellas la Organización de las Naciones Unidas y la Organización Internacional del Trabajo”.
Bahía Blanca, ciudad puerto ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires, cuenta con un historial de larga data de expansión y fortalecimiento del sector, por lo que fue declarada en el año 2020 como la capital provincial del cooperativismo: “En la actualidad funcionan en el partido más de 60 cooperativas de diverso tipo, destacándose sin duda alguna la Cooperativa Obrera, la más importante de la provincia, que acaba de cumplir 100 años de vida y cuenta con una red de 135 supermercados cooperativos diseminados en 67 localidades de cinco provincias”, afirma el Dr. Masón y resalta que “ya en 1856 encontramos el primer vestigio de una organización de tipo cooperativo”.
El Dr. Zoppi remarca que esta distinción “tiene el significado de reconocer la larga tradición histórica y el aporte al progreso económico, social y cultural de la comunidad”, y menciona que además de que en la ciudad funcionen cooperativas de las más diversas actividades, tiene su sede la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo y se encuentran radicadas sucursales de la Asociación de Cooperativa Argentinas y del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. A su vez, la ciudad también es sede de la Asociación Intercooperativa Regional, primera cooperativa de tipo horizontal reconocida en el país y primera en integrarse a la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR).
El Dr. Carrizo considera que tal mención se sintetiza en el reconocimiento del “fruto de miles de esfuerzos de vecinos que forjaron organizaciones cooperativas en toda la región sur bonaerense y en muchos casos de forma innovadora, como las primeras cooperativas eléctricas, las de seguros, consumo, crédito, agrarias, vivienda, urbanización, trabajo, al igual que la más antigua de las escolares, la instalación de los estudios cooperativos en la Universidad Nacional del Sur o la instalación del intercooperativismo regional”.
El Dr. Oreste Retta es el responsable de la Dirección de Servicios Cooperativos de la Municipalidad de Bahía Blanca y coordinador del Ente Municipal de Acción Cooperativa (EMAC), cuyo Consejo Asesor se compone en parte por las organizaciones dirigidas por los Dres. Masón, Zoppi y Carrizo. “El gobierno municipal impulsó el funcionamiento del EMAC, también incorporó dentro del gabinete la Dirección a mi cargo, que sirve de nexo con las cooperativas que prestan servicio en el municipio facturando mensualmente más de 30 millones de pesos”, menciona el Dr. Retta.
En sintonía con los representantes de las Federaciones, el Dr. Retta considera que “no hay posibilidades que ninguna sociedad mejore si no utilizan herramientas como el cooperativismo, donde el objetivo es el bien común, basados en principios como la integración, el manejo y control democrático, la participación, la educación, el compromiso con la comunidad, etc.”.
El Dr. Retta remarca la necesidad de apostar y defender este sector porque las cooperativas pueden convertirse en herramientas esenciales para solucionar problemas de trabajo, de producción, de consumo, de vivienda, de provisión de servicios, etc.: “Hay miles de ejemplos de tipos de cooperativas exitosas: de consumo, donde un grupo personas se asociaron para obtener los productos a un precio justo, de provisión de servicios, donde se agruparon para brindar un servicio público que el estado (o las empresas con fin de lucro) no brindaban, las agropecuarias para defender el valor de su producción”.
El Dr. Retta cita el ejemplo de éxito de la Cooperativa Obrera: “Más allá de una buena gestión del equipo gerencial, esto fue posible porque sus excedentes se reinvirtieron en obras para mejorar el servicio o se repartió a los asociados en proporción a sus consumos”, y reafirmando el fin último de una empresa de este tipo, el Coordinador del EMAC menciona: “Una Cooperativa no puede enviar utilidades al exterior, o destinarlo a fines ajenos a su objeto social, ni repartirse su capital entre sus principales accionistas, porque además de prohibirlo la Ley, son sus asociados los que disponen el destino de sus excedentes”.
Por su parte, sobre la declaración de Bahía Blanca como la capital provincial del cooperativismo, el Dr. Retta remarca que “los Bahienses en general, y los cooperativistas en particular, estamos orgullosos. Sabemos que esto se logró por la rica historia cooperativa de nuestra zona y por la importante presencia del cooperativismo en nuestra Ciudad, con más de 65 cooperativas vigentes y con muchos proyectos en marcha”.
El cooperativismo se conforma entonces como un modelo histórico que continúa fortaleciéndose, pero que también debe competir con otras empresas pertenecientes a veces a gigantes económicos, por lo que es importante enaltecerlo y remarcarlo como un posible ámbito para desarrollo laboral de futuros profesionales de las ciencias económicas.
Es en este sentido que los Dres. Masón, Zoppi, Carrizo y Retta coinciden en que el cooperativismo tiene mucho para ofrecer a las nuevas generaciones, y es la gestión de los organismos involucrados en el mismo la responsable de garantizar que el sector sea atractivo para el desempeño laboral de nuevos profesionales.
En este sentido, el Dr. Zoppi afirma que llegar a los jóvenes, no solo en la Argentina sino en el mundo, es una de las principales preocupaciones del sector: “Se trata de que los jóvenes conozcan las bases democráticas y éticas en las que se basan las cooperativas, para que luego se sumen, desde diferentes roles”. Además, Zoppi remarca que en virtud de ello, la Universidad Nacional del Sur (UNS) ha incorporado la enseñanza de la doctrina y práctica del cooperativismo en las carreras de contador público y en la licenciatura en administración, y varios Departamentos de la misma están permanentemente en contacto con cooperativas que incorporan a sus equipos de trabajo a jóvenes profesionales. Para el Dr. Zoppi “los egresados en ciencias económicas tienen en las cooperativas la posibilidad de realizar un exitoso desarrollo profesional”.
Por su parte, el Dr. Retta menciona que “el futuro está presente dentro de los objetivos del cooperativismo bahiense”, y coincide con el Dr. Zoppi al considerar que “los futuros profesionales tienen una gran posibilidad de desarrollo en este ámbito” tras la inclusión en las currículas universitarias de la UNS de asignaturas referidas a la economía social. Además, Retta remarca que todas las cooperativas tienen la exigencia legal de contar con un profesional de las ciencias económicas como auditor externo, “por lo que el crecimiento y la formación de entidades cooperativas implica una posibilidad cierta”.