Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Nacido y criado en la ciudad de las diagonales, el Licenciado en Administración Eduardo Andrés de Giusti comenzó su carrera graduándose en la misma casa de estudios que hoy le toca dirigir: la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Eduardo también es magíster en administración de empresas y antes de ser decano fue coordinador de esa misma carrera, fue Secretario del Instituto de Investigaciones Administrativas, y más tarde Secretario Académico. Admite que nunca fue su objetivo llegar al puesto pero hoy, de la mano de los principales fundamentos organizacionales, lo lleva adelante con orgullo.
Nacido y criado en la ciudad de las diagonales, el Licenciado en Administración Eduardo Andrés de Giusti comenzó su carrera graduándose en la misma casa de estudios que hoy le toca dirigir: la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Eligió la carrera porque siempre le gustó modificar los status quo, se define como un apasionado de la educación pública y confiesa que ya desde pequeño se imaginaba trabajando dentro de la Universidad.
“Soy un producto de la educación pública”, menciona de Giusti y agrega: “trabajar por la educación pública es una manera de contribuir a realmente desarrollar el país y hacer una sociedad con más meritocracia y más igualdad de oportunidades”.
Eduardo también es magíster en administración de empresas y antes de ser decano fue coordinador de esa misma carrera, fue Secretario del Instituto de Investigaciones Administrativas, y más tarde Secretario Académico. Admite que nunca fue su objetivo llegar al puesto pero hoy, de la mano de los principales fundamentos organizacionales, lo lleva adelante con orgullo.
De Giusti utiliza una de las teorías fundamentales del mundo organizacional, para ejemplificar la tarea que tiene que llevar adelante: “El Decano es alguien que tiene que jugar mucho con la teoría del equilibrio: en dónde queremos que esté ubicada la facultad y cómo hacemos para que las diversas presiones externas no la desvíen de su primer objetivo”.
Insiste en que la mayor virtud de un decano es saber escuchar pero a su vez debe contar con un plan que delimite y organice la función de la Facultad: “Tener una hoja de ruta de qué es lo que la Facultad tiene que hacer y lo que no, para qué tiene que ser consultada y para qué no, en qué tiene que ejecutar y en qué cosas no tiene que inmiscuirse. Es un equilibrio muy finito que hay que saberlo trabajar todos los días”.
Ocupar este puesto para el Licenciado de Giusti es una oportunidad para concretar acciones que mejoran la calidad institucional, demostrando los valores y las convicciones que forman parte de uno mismo. “Me gusta esto de poder demostrar que uno tiene ideas, que las puede llevar adelante y concretarlas, y para eso necesitás ocupar ciertos espacios”, menciona.
Eduardo también le otorga en este juego, un papel muy importante a su equipo de trabajo: “Los resultados de la gestión cuando uno quiere hacer algo trascendente dependen de las personas que componen los equipos, que son fundamentales al momento de llevar adelante las políticas que uno diseña. Y para llevarlas adelante necesitas un gran equipo de gestión”, y se autoreconoce una fortaleza a la hora de armar equipos.
Ubicada en el centro de la ciudad capital de la Provincia de Buenos Aires, la Facultad que dirige Eduardo de Giusti es una de las más masivas de la UNLP, la misma tiene una matrícula de 8 mil a 9 mil estudiantes, cuenta con un plantel de mil docentes, y 100 trabajadores no docentes, y ofrece una amplia oferta educativa de grado y posgrado.
“Si tengo que resumir en uno el valor de la Facultad es formar buenas personas y buenos profesionales, que yo lo resumo en decir buenos ciudadanos. Si nosotros contribuimos a la comunidad de esa manera estoy seguro de que el aporte está siendo importante para el futuro del país”.
Además de ser decano, Eduardo es hincha de Racing Club y un apasionado del fútbol, placer que no puede evitar conectar con su profesión y trabajo: “Me gusta analizar la táctica y la estrategia, los jugadores, los equipos, los grupos. Lo mismo que aplico como decano, aplicado al deporte. He compartido muchos vestuarios y creo que muchas cosas de las que he aprendido ahí se aplican a la hora de manejo de grupo, como puede ser un equipo de gestión”, menciona.
Otro de sus pasatiempos favoritos son las excursiones de montaña que exijan algún grado de dificultad y lo desconecten de sus quehaceres diarios. Eduardo afirma: “Me gustan esos desafíos vinculados al aire libre, a la adrenalina. Me gusta mucho irme a la montaña y no tener señal por 4 o 5 días”.