Un amor compartido

Muchas veces, los trabajos a tiempo completo no dejan lugar para realizar actividades de ocio, por lo que pueden ser los causantes de distintos malestares. Nebaí cuenta que su interés por el yoga empezó años después de recibirse: “Estaba trabajando y entre el horario laboral y el viaje me demandaba 12 horas de mi día, no tenía tiempo de hacer ninguna actividad, ni tiempo libre, y tanto el cuerpo como la mente me empezaban a pasar factura. Decidí probar con yoga”.

La propuesta del yoga, disciplina originaria de la India y conocida por su tradición espiritual, mental y física, es conectar el cuerpo, la respiración y la mente a través de ejercicios físicos y meditaciones, y conlleva además toda una filosofía de vida. Existen numerosos tipos de yoga, así como de ejercicios, posturas y técnicas que la componen.

Nebaí cuenta que el yoga se convirtió en su cable a tierra: “Era mi momento del día para desconectarme, realmente lograba olvidarme de toda la vorágine del día a día de las responsabilidades, de las tareas y preocupaciones. Encontré un combo perfecto de bienestar que me hizo muy bien, tanto para la cabeza como para el cuerpo”.

De la mano de la administración

El estudio de yoga de Nebaí y Manuel nació cuando terminaron el instructorado, en una de las habitaciones de la casa en la que vivían. Cuando terminaron el viaje y volvieron al país, lo instalaron en un local alquilado pero tuvieron que cerrar sus puertas a raíz de la pandemia.

Con ello no solo materializaron su amor y pasión por la enseñanza de esta disciplina hindú, sino que también volcaron todos sus conocimientos profesionales: “Ser Licenciados en Administración nos sirvió para poder orientar, darle un formato y una visión a nuestro proyecto, y darnos herramientas de cómo poder llevarlo adelante, de gestionarlo”, afirma Manuel. 

También en viceversa, Manuel comenta que puede llevar la filosofía del yoga a sus experiencias laborales formales: “Me sirvió para crecer en cuanto a la inteligencia emocional, a tomar las cosas en perspectiva, a tener una visión de los problemas más centrada y presente, a analizar las cosas. A mejorar la calidad de mis relaciones personales, poner el foco en las personas y no en los problemas”.

“Nos ha sido vital ser Licenciados en Administración al momento de emprender. Lo que más nos ha dado son los modelos mentales para poder abordar esto no como un hobby sino como un emprendimiento en sí, que tenga su visión, su misión, su planificación. Poder observar diferentes formatos, no quedarnos solamente con lo tradicional y abrir diferentes segmentos, otras unidades como la formación o un estudio virtual en la página web, diversificar los ingresos, etc”.

Manuel Ricart - Lic. en Administración y Profesor de yoga

Como valor agregado, y de la mano de su formación profesional, este paquete de capacitación incluye un módulo de emprendedurismo: “Nos pareció importante agregarlo ya que no estaba en ninguna de las formaciones que hicimos. Es un plus que puede ayudarles a nuestras alumnas que quieren dar clases, para organizarse mejor y poder subsistir de un emprendimiento en este contexto”, agrega Nebaí y concluye: “Nos ha ayudado mucho la profesión en nuestro emprendimiento”.

¿Oficina o emprendimiento?

Una de las principales claves para emprender es por supuesto contar con el tiempo necesario que requiera la actividad que se eligió, y encontrar las maneras para que congenie con el resto de los quehaceres y obligaciones. En ese sentido, Nebaí afirma que es difícil si se trabaja a tiempo completo pero que puede lograrse trabajando part time. También pueden ayudar las propuestas freelance.

“Yo ya sentía que no podía volver a trabajar en una oficina, que me quería dedicar de lleno al yoga, y a partir de ese momento la principal actividad para mi son las clases”.

Nebaí Espina - Lic. en Administración y Profesor de yoga

Manuel, por otro lado, coincide con su compañera al pensar que se puede sostener ambas dinámicas solo durante un tiempo: “Creo que con las jornadas laborales que exigen algunas organizaciones es un poco complicado, porque el tiempo no alcanza para poder dedicarle la energía que requiere todo”.

Cuando se está ante esta disyuntiva, se trata entonces de seguir el deseo, pero también de pensar estratégicamente y dar el salto. Manuel afirma: “Nosotros empezamos a crecer cuando dejamos los trabajos formales”.