Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Si bien el monto en dólares de las exportaciones de los últimos meses de 2021 fue de los más altos de la última década, como contracara la cantidad de empresas nacionales que exportan se redujo a casi la mitad en quince años. RePro obtuvo el testimonio de PyMes que timonean para no perder mercados, disminuyeron volúmenes con destino al exterior o directamente se radicaron en otro país para evitar los contratiempos locales.
En esta nota el testimonio de Leonardo Pantaleone (Electromate FX y Matero FX), Daniel Dimare (Juguetes Rasti) y Guillermo Hermo (Laboratorios Chemovet).
Si bien el monto en dólares de las exportaciones de los últimos meses de 2021 fue de los más altos de la última década, como contracara la cantidad de empresas nacionales que exportan se redujo a casi la mitad en quince años. RePro obtuvo el testimonio de PyMes que luchan por no perder mercados, que disminuyeron volúmenes con destino al exterior o que directamente se radicaron en otro país para evitar los contratiempos locales.
Durante noviembre de 2021, las exportaciones argentinas crecieron 37% interanual (con un total de US$ 6164 millones) y alcanzaron la cifra más alta para ese mes desde 2012.
Los datos, que surgen del Informe de Comercio Exterior que publica la Cancillería Argentina, a través de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI), muestran el fortalecimiento del sector automotriz, de las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), los Productos Primarios (PP) y las Manufacturas de Origen Industrial (MOI).
Sin embargo, según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, de las cerca de 5 millones de empresas nacionales (considerando sociedades, autónomos y monotributistas) solo alrededor de 9.500 son las que realizan exportaciones. El pico de empresas exportadoras nacionales se dio en 2006, cuando eran 15.075 las que vendían sus producciones en el exterior.
De las empresas que exportan, el 85% son PyMes. Tal es el caso de Electromate, firma argentina con más de quince años de experiencia que luego de asentarse en el mercado local de la música ofreciendo pedaleras con efectos para instrumentos y voces, decidió salir a la conquista de destinos en el exterior. “Cuando uno va afuera, más allá de la calidad del producto, su aspecto y su precio, lo primero que hacen es ver la repercusión que tiene en el mercado del que proviene”, explica en diálogo con RePro el representante de la firma Leonardo Pantaleone desde Estados Unidos.
“Entre 2009 y 2013 primero hicimos contacto con un reconocido negocio de Chicago en Estados Unidos (chicagomusicexchange.com) que hizo las primeras compras y la recepción fue muy positiva. Más tarde siguieron compras por parte del mercado japonés que siempre está en busca de lo distinto y poco después llegamos a España”, relata Pantaleone y agrega: “Los volúmenes iniciales no eran grandes y por ende nos convenía derivar el papelerío a un courier de servicios y concentrarnos en la fabricación y la venta”.
“Los problemas con las exportaciones comenzaron cuando comenzaron los problemas con las importaciones”, resume Pantaleone, quien sostiene que Argentina no es un país tecnológico. “Desarrolla, pero no fabrica. A nivel mundial, el fabricante de tecnología es China. No queda otra, cuando uno desarrolla productos tecnológicos, necesita importar componentes desde China”.
Inconvenientes con las importaciones de insumos no solo frenan las exportaciones sino también el abastecimiento del mercado local. “En el mercado local entienden estos problemas porque los viven; pero afuero no lo entienden. Los proveedores no pueden entender que no se puede importar, que no se puede girar dinero al exterior, hacer un pago con una tarjeta de crédito”, aduce Panaleone y comenta una situación similar en cuanto a los clientes: “Muchos clientes que nos compraban desde el exterior querían pagar por Paypal que en el mundo es muy usado y en nuestro país trae problemas para cobrar”.
Superada aquella tormenta, en 2015 lanzaron un producto mejorado con el interés de posicionarlo a nivel internacional a la altura de las mejores marcas. “Habíamos armado todo un plan de negocios, teníamos el producto circulando, gustaba en Argentina y en Brasil donde un distribuidor de 400 negocios estaba emocionado con lo que hacíamos… pero volvimos con el mismo problema”, se lamenta Pantaleone, quien a partir de la experiencia siempre explica a quienes quieren realizar compras desde el exterior: “Mi problema no es abastecerte a vos, sino abastecerme a mí para poder abastecerte a vos”.
La devaluación que llegó por aquellos años frenó el plan de negocios y todas las exportaciones a cero. “No podíamos invertir, se nos dispararon los planes de compras. Nuestros ingresos por el mercado local eran en pesos y los insumos que teníamos que pagar afuera eran en dólares y se hacían incomprables”, recuerda Pantaleone.
Días atrás RePro dialogó también con el Lic. Daniel Dimare, Director de Marketing y Relaciones Institucionales de la fábrica de juguetes Rasti (ex Dimare) quien coincidió en afirmar: “Hay muchos vaivenes que nos perjudican. Para poder exportar necesitamos que los costos en dólares de una serie de componentes no aumenten porque nos vemos obligados a aumentar nuestros precios de venta y en el exterior no están acostumbrados a que China u otro país aumente los costos; al contrario, suelen bajar”. La empresa supo exportar el 30% de su producción y hoy oscila entre un 2 y 5% según el año: “Por los distintos cambios desfavorables que tenemos se caen las operaciones, se pierden mercados al no poder mantener los precios de venta a nuestros clientes y es difícil recuperarlos”, subrayó Dimare en diálogo con RePro.
Desapegado de las corrientes de pensamiento político y económico, para Pantaleone los problemas de importar para abastecer el mercado local y poder exportar no han podido ser resueltos ni por los proteccionistas ni por los aperturistas. “Los proteccionistas te ponen trabas para importar componentes porque hay falta de dólares, pero se necesitan esos dólares para comprar los componentes”, explica y suma: “Los aperturistas dejan entrar todo, entran los componentes pero entran también productos terminados de menor calidad que valen un tercio de lo que vale un producto similar hecho en nuestro país y por ende no podés competir”.
Para salir de estos vaivenes, los socios abrieron una empresa en Estados Unidos (materofx.com) donde comenzaron a fabricar el producto que ahora no tiene problemas para importar componentes, venderse en el mercado local norteamericano y ser exportado. “En Argentina además de ser fabricante, sos un poco abogado, contador, despachante de aduana y tenés que entender todo porque van variando las cosas; acá en cambio uno tiene que dedicarse solo a trabajar y olvidarse de los otros problemas”, resume Pantaleone desde Florida.
En sintonía con su diagnóstico se encuentra el del Dr. Guillermo Hermo, director del Laboratorio Chemovet fundado hace 14 años en la zona sur del Gran Buenos Aires, especializados en medicamentos oncológicos para mascotas con exportaciones a variados destinos del mundo y a quien RePro contactó cuando se encontraba de gira de negocios en el país del norte.
“En Argentina, las trabas y burocracia están en todos los pasos del proceso de importación y exportación. En nuestro rubro, desde que uno cierra un acuerdo con un cliente, la primera exportación puede demorar unos dos años en llegar. Se puede ver cómo funciona ese proceso en un país que sí promueve el comercio internacional, como por ejemplo Estados Unidos”, explicó Hermo y concluyó: “Por supuesto habrá situaciones excepcionales, pero como regla general si una empresa en Estados Unidos tiene el dinero en su cuenta bancaria y las habilitaciones comerciales en un determinado rubro, puede comprar e importar libremente los insumos del rubro sin tener que pedir decenas de permisos”.
Leonardo Pantaleone de Electromate y Matero lo resume: “Todo está pensado para que el dinero se mueva, las empresas tengan facilidades y la gente trabajo”.