Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
Colonia Hinojo fue fundada en 1878 como la primera colonia alemana en Argentina. Los inmigrantes eran alemanes étnicos que vivían en las cercanías del Volga en la región europea meridional de Rusia y llamaban a la localidad bonaerense como Kamenka, en alusión a la aldea del Volga de la cual provenían. Descendiente de una de aquellas pocas familias viajeras, la Dra. María Laura Schwindt se convirtió tiempo después en la primera graduada universitaria de su familia, estudiando en Tandil y consiguiendo su título de Contadora Pública.
“Mi papá era obrero de una fábrica papelera y mi mamá, ama de casa. Somos cinco hermanos, estoy casada y tengo dos hijos”, cuenta a RePro la profesional que se asentó en Hinojo tras su graduación y siguió profundizando su sentido de pertenencia.
“Cuando me recibí primero comencé a trabajar en el Servicio Penitenciario, en la Unidad 38 de Sierra Chica. Además tengo un estudio con una colega y amiga. En general nuestros clientes son pequeños contribuyentes, comercios locales o algunos transportes de camiones”, puntualiza la colega y admite que “siempre supe que quería volver a mi ciudad. Trabajar acá es ser un poco Contadora, Psicóloga y amiga, porque recibo consultas de todo tipo y en todos lados. Siempre tratamos de solucionarlas, aunque no sean estrictamente contables”.
“Me gratifica cumplir con las obligaciones profesionales y acompañar a mi familia”, destaca la Dra. Schwindt, quien además es colaboradora activa en la organización de la Kreppelfest, “una fiesta popular típica que ya lleva 7 ediciones. El nombre viene del Kreppel que es una comida autóctona. Se hacen desfiles y bailes alemanes; el año 2016 hubo 15 mil personas.”
En la ciudad son todos descendientes alemanes y hasta algunos aún conservan el habla del idioma. La fiesta se propone mantener vivas las costumbres de aquellos que viajaron a estos horizontes y se afianzaron en una comunidad en pleno corazón de la provincia de Buenos Aires. “Hago un poco de todo, aunque al ser Contadora siempre estoy cerca de los números. Ser parte de un pueblo con estas características implica estar muy cerca de las asociaciones y entidades. En particular, asesoro a algunas con sus balances. Nos conocemos mucho, somos casi parientes, y me gusta dar una mano sin ningún interés”, concluye.
Para finalizar, y destacando el esfuerzo de propios y ajenos para que ella complete sus estudios universitarios, admite que es consultada por quienes piensan continuar con una carrera: “Como soy la única es normal que me pregunten sobre las materias o la carrera en sí, y trato de orientarlos”, concreta.