Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
El desafío de cumplir en
los tiempos que corren
La Caja de Seguridad Social para los Profesionales en Ciencias Económicas entregó, como cada año, los premios por el Buen Cumplimiento a sus afiliados. Conocemos las historias de dos de los beneficiarios, que en ese marco, dan su opinión respecto al avance tecnológico en la profesión.
Se iba el año 2021 y en el marco de la última sesión del año del Consejo Directivo del Consejo Profesional, se llevó a cabo el sorteo del beneficio por Buen Cumplimiento de Aportes que arrojó tres ganadores. El primer beneficiado resultó ser el Dr. Alfredo Máspoli, matriculado de Dlg. Lomas de Zamora; en el segundo sorteo el favorecido fue el Dr. Guillermo Héctor Guzmán, matriculado de CABA; mientras que por último, matriculada por la Delegación Lomas de Zamora, la ganadora fue la Dra. Carolina Mariana Cabrera.
Detrás de cada beneficiario, como de cada matriculado y matriculada de nuestro Consejo, se encuentran historias que nunca está de más conocer. Nuevamente, la entrega de las notebooks se dio bajo un proceso de digitalización de muchos trámites y acciones que realiza un profesional acelerado por la pandemia. El camino recorrido y el análisis de lo que viene en la palabra de dos de los protagonistas.
ARTÍCULO PUBLICADO EL viernes 29 de abril
Edición N. 126 - Marzo / Abril 2022
REALIDAD PROFESIONAL
Se iba el año 2021 y en el marco de la última sesión del año del Consejo Directivo del Consejo Profesional, se llevó a cabo el sorteo del beneficio por Buen Cumplimiento de Aportes que arrojó tres ganadores. En esta nota el testimonio de dos de ellos: el Dr. Alfredo Máspoli y la Dra. Carolina Mariana Cabrera, ambos matriculados de la Dlg. Lomas de Zamora.
Detrás de cada beneficiario, como de cada afiliado y afiliada de nuestra Caja, se encuentran historias que nunca está de más conocer. Nuevamente, la entrega de las notebooks se dio bajo un proceso de digitalización de muchos trámites y acciones que realiza un profesional acelerado por la pandemia. El camino recorrido y el análisis de lo que viene en la palabra de dos de los protagonistas.
Una buena inversión: el tiempo
A los 6 años, el Dr. Alfredo Máspoli se mudó junto a su familia de su casa de Lanús a Lomas de Zamora. En Banfield, partido de Lomas, cursó sus estudios secundarios en el Colegio Lincoln, y fue allí en donde la profesión tocaría a su puerta: un profesor le presentó la materia Contabilidad de una manera tan didáctica que lo atrapó. “Desde ahí, fue una consecuencia lógica seguir en ese camino a la Universidad”, destaca Máspoli. La Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de La Plata le quedaban prácticamente a la misma distancia de su hogar, pero finalmente optó por la casa de estudios de la capital provincial.
El Dr. Alfredo Máspoli junto al Presidente de la Delegación Lomas de Zamora, Dr. Maximiliano Andrés Kolednik. Corría el año 1976 cuando el Dr. Máspoli se recibió y comenzó su camino en la profesión. En base al premio obtenido por Buen Cumplimiento, fue pregunta obligada su opinión acerca de la digitalización y también su relación con la tecnología.
“Mi primer acercamiento a una computadora fue por una jornada, un curso, en la ciudad de Buenos Aires, donde nos explicaron el uso y funcionamiento de las computadoras. Ahí decidí comprarme una, al poco tiempo”, recuerda. Era mediados de los años ‘80 y la computadora elegida, lejos de las prestaciones con las que cuentan los equipos en la actualidad, era una IBM XT, con una memoria que iba desde los 128 KB a los 640 KB.
“Uno ha pasado de una contabilidad a mano a una digital, y ese ha sido un cambio profundo y para bien”, analiza Máspoli. Sobretodo, resalta dos aspectos fundamentales: la ampliación en la cartera de clientes y el tiempo.
“En cuanto a la práctica contable, el advenimiento de las computadoras, como la de este premio, y los procesos de digitalización fue muy positiva. Me ha servido muchísimo, porque te permite atender a más clientes, el trabajo se hace más consistente, eficaz. Ha sido un cambio muy importante para los de nuestra edad. Pasamos de tener formularios a mano, en máquinas de escribir, liquidar todo con una máquina de sumar... de eso a utilizar Excel, aplicativos, softwares contables para liquidar sueldos... fue un cambio muy importante”, asegura..
Por otro lado, manifiesta: “También, hizo que se gane mucho en tiempo, algo que se puede utilizar ahora por ejemplo para el entretenimiento, el descanso, estar con la familia. Antes se perdía mucho tiempo en ir a llevar papeles, ahora se pueden enviar hasta por Whatsapp”.
En ese sentido, conserva algunas cuestiones tradicionales: cada vez que tiene un hueco, pasa a visitar a algún cliente y, además, en su estudio contable también trabajan sus hijos.
La Dra. Carolina Cabrera recibiendo su notebook. Conectarse, capacitarse, avanzar
El contexto en el país no era el mejor cuando la Dra. Carolina Cabrera comenzó sus estudios en la Universidad de Buenos Aires: año 2001 y la situación política, social y económica estaba a punto de estallar. Por esa época, también, a sus 18 años, comenzó a trabajar en una empresa textil familiar. Nada de eso impidió que Cabrera, tan solo cinco años después, ya tuviera en sus manos el título de Contadora Pública nacional.
Durante sus primeros años como profesional e incluso aún siendo estudiante, la beneficiaria del sorteo por Buen Cumplimiento se destacó en distintas empresas de carácter nacional e internacional, llegando a ser Jefa Contable. En paralelo, inició un posgrado de Finanzas en la Universidad Católica Argentina y se capacitó en distintos idiomas. Esas palabras fueron y son claves para su desarrollo profesional: formación y capacitación.
“Hoy en día los clientes te preguntan, qué hago con ésto, con aquello, bienes personales, ganancias, criptomonedas... tenemos que estar actualizados. Si no fuera así, de estar constantemente actualizados, me aburriría fácilmente. También para cuidar al cliente”, afirma, y continúa sobre el rol del profesional en ciencias económicas en la actualidad: “Meterse en la planificación, en las posibles inversiones... es lo que más me gusta. Muchas veces, al contador se le asigna una tarea sobre lo que ya pasó: liquidar lo que ya pasó, por ejemplo. A mí me gusta asesorar, que alguien te llame y te diga tengo ésto, ¿qué me conviene?, o cómo impacta. La planificación fiscal me gusta mucho más que las liquidaciones”.
Con los nacimientos de su hijo y su hija, la Dra. Cabrera también decidió cambiar de rumbo: se asoció al estudio de una colega e inició su formación en Coaching Ontológico empresarial. Luego de independizarse, comenzó a brindar talleres de asesoramiento en distintos temas, siendo en la actualidad una especialista en criptomonedas e inversiones.
“Para mí lo lindo que tiene nuestra profesión es que es muy amplia en cuanto a la salida laboral: podés trabajar en empresas, podés ser independiente, podés armar tu propio negocio. Te forma en un sentido de pensar muy amplio para ser desde empresario hasta empleado en relación de dependencia, inversionista, etcétera”, manifiesta.
Desde allí se desprende, también, su opinión acerca de los acelerados procesos de digitalización de los últimos tiempos: “Desde mi punto de vista, el proceso que se viene dando en varios rubros me parece excelente. Cuando me independicé, al año comenzó la pandemia, yo ya estaba trabajando desde mi casa y ya estaba acostumbrada a todos los procesos digitales, a dejar de lado el papel, por así decirlo, por lo cual no me costó tanto. Creo que ese proceso facilita mucho el trabajo, los tiempos. Es muy importante”, sentencia.
