A pesar de la proliferación de universidades, la oferta de personal calificado para puestos específicos es escasa y las empresas encuentran dificultades para cubrir las vacantes.

Entre los talentos que escasean también se encuentran los profesionales en ciencias económicas, particularmente aquellos que se dedican a la contabilidad y finanzas, tareas que requieren capacitación constante y especialización.

Es una problemática que tiene más de diez años de historia y afecta a todo el planeta.

Las empresas no solo se enfrentan ante el desafío de encontrar o formar a los profesionales que necesitan, sino que una vez logrado su cometido libran una dura batalla por retenerlos en sus filas.

Por la proliferación de universidades (públicas y privadas) en todo el territorio nacional y el auge de las carreras a distancia podría suponerse que las empresas no deberían tener problemas para conseguir el personal calificado que requieren para llevar a cabo sus tareas productivas. Sin embargo, las estadísticas indican que la mayoría de los empleadores en Argentina no logra encontrar los perfiles que busca.

Es sabido que uno de los sectores que más sufren la escasez de mano de obra es el del software y los servicios informáticos, que crece al ritmo de los recursos humanos. Pero el fenómeno alcanza a otras industrias, servicios y las áreas creativas.

Son muy demandados los profesionales que se dedican a la contabilidad y las finanzas, tareas que requieren capacitación constante y especialización.

Entre los puestos difíciles de cubrir en el mercado se encuentran los que requieren formación específica, como técnicos industriales, ingenieros, oficios manuales y operarios con determinadas competencias. Entre los talentos que escasean también se encuentran los profesionales en ciencias económicas, particularmente aquellos que se dedican a la contabilidad y finanzas, tareas que requieren capacitación constante y especialización. Se agregan a esta lista gerentes de ventas, supervisores, ejecutivos y gerentes de proyecto.

El mercado y el sistema educativo tomaron nota de la problemática y desde hace una década fomentan las carreras más solicitadas: se ofrecen cursos cortos e incluso gratuitos desde distintos espacios del Estado y becas financiadas por las grandes compañías. Si bien cada vez son más los jóvenes que se inscriben para formarse con estos perfiles, la oferta de recursos humanos tarda en llegar y aún no cubre la demanda.

Entre los talentos que escasean también se encuentran los profesionales en ciencias económicas, particularmente aquellos que se dedican a la contabilidad y finanzas, tareas que requieren capacitación constante y especialización.

Según la Encuesta de Escasez de Talento de la consultora de recursos humanos Manpower -que abarca a más de 35.000 empleadores de 42 países-, Argentina ocupa un lugar entre los 5 países con mayor escasez de personal calificado.

 

Un techo para el crecimiento

La reactivación post-pandemia encuentra en la escasez de personal calificado un freno en su avance, al mismo momento agrega costos y tiempos a la producción al tener las empresas que invertir más en la capacitación de sus actuales trabajadores para desarrollar los perfiles que se necesitan.

La industria argentina viene primero que otros sectores en el sendero de la recuperación de la actividad. De acuerdo al último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos, en diciembre la producción industrial se recuperó un 10% respecto del mismo mes en 2020.

Un 22% de los empresarios entrevistados por la consultora indicó que esperaba incrementar su producción en el primer trimestre de este año, y un 13% contrataría más personal en ese período (respecto de los primeros tres meses de 2021).

El trabajo domiciliario cuenta entre los beneficios que las empresas ofrecen para retener a sus talentos.

Un asunto global y de larga data

No es justo atribuir este conflicto a la pandemia o a cualquier otro fenómeno reciente, pues la situación tiene más de diez años de historia y sigue sin resolverse. En 2010, según otra encuesta de Manpower, las empresas que decían tener dificultades para hallar personal calificado llegaban al 43%. En 2013, en el mismo estudio, la cifra bajó apenas al 41% y en el 2014 escaló al 63%.

Fue en 1997, cuando Steven Hankin de la consultora McKinsey, habló por primera vez de la "guerra por el talento", en referencia a una creciente competencia global entre empresas y países por atraer y retener a profesionales calificados, y de la centralidad del talento en el éxito de las compañías. El concepto se cristalizó luego en un libro que Editorial Norma publicó para Argentina.

En la competencia entre empresas por el engagement suelen estar en ventaja las que ofrecen salarios en moneda internacional.

Tampoco es una problemática propia de nuestro país, sino que es sufrida en igual medida por otros países de la región como Perú, Colombia y Brasil. Los países con más problemas para encontrar personal calificado son Japón (81% de los empleadores dice que no llega a cubrir las posiciones clave), Perú (67%) y la India (64%), mientras que los valores más bajos se dan en España e Irlanda.

 

No solo se trata de conseguir sino de retener

Como lo graficó Edward Michaels en su libro, las empresas no solo se enfrentan ante el desafío de encontrar o formar a los profesionales que necesitan, sino que una vez logrado su cometido libran una dura batalla por retenerlos en sus filas.

En la competencia entre empresas por el engagement suelen estar en ventaja las que ofrecen salarios en moneda internacional u opciones de traslado familiar a otras latitudes. Las que no cuentan con estas posibilidades dan pelea ofreciendo otros beneficios como el trabajo domiciliario, más vacaciones, capacitaciones y flexibilidad.

Sin dudas, el que sale victorioso de esta contienda es el profesional y su talento.


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