Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La Dra. Mariela Vitale interviene en la formación de sus alumnos más allá de la teoría y los números ya que considera que “todos tenemos un potencial, el tema es encontrarlo”. “Trato de formarlos también en la parte de sus capacidades. Las inteligencias son múltiples, cada uno tiene que buscar donde ser feliz y ser el mejor”, agrega.
La profesional lleva adelante sus tareas en diferentes colegios e instituciones de la ciudad de Bahía Blanca. “Estoy en la Casa Salesiana Colegio Don Bosco en los últimos dos años del secundario y en el colegio La Inmaculada. También doy clases en el Instituto Terciario Juan XXIII, en el que soy titular en dos materias, y tengo algunas horas en el Instituto Superior de la Bahía en la carrera de Diseño de Indumentaria”, detalla.
Tras 10 años de pararse frente al aula, cuenta que su inclinación a la docencia tiene que ver con raíces familiares y el afecto a una profesora en particular: “Siempre tuve una fuerte vocación hereditaria de mis padres. Influyó también una profesora excelente, Elba Saia de Polla, que me dio clases en la secundaria”.
Por otra parte, comenta que su experiencia en la escuela pública la marcó en cuanto a su elección profesional. “Lo que más me empujó es haber sido un producto de la educación pública. En mi época de formación el nivel era excelente. Cuando vi la educación que recibieron mis hijos, me di cuenta de que había que aportar un cambio”, confiesa.
Sobre este punto, una anécdota con uno de sus alumnos también influyó: “Me marcó que en los primeros años de docencia uno de mis alumnos me preguntó qué hacía yo siendo Contadora dando clases. Eso me dolió, porque vi ese rol tan desvalorizado del docente. Un docente tiene que ser un ejemplo, una imagen de autoridad y respeto”.
Comprometida con su rol, la docente afirma que muchas veces vuelve a encontrase con sus alumnos y eso le permite reafirmar sus modos de enseñanza. “Algunos me contactan después de un tiempo de darles clases y me cuentan de sus experiencias. Con esas cosas me doy cuenta que lo que uno siembra, en algún momento, se puede recoger”, sintetiza.