El autor analiza los parámetros y aristas a considerar ante la redacción de un proyecto de inversión y se centra especialmente en las problemáticas que generan los escenarios inflacionarios.

Contemplar estos escenarios y contar con información precisa sobre ellos resultará vital para el diagnóstico correcto y las proyecciones acertadas.

ARTÍCULO PUBLICADO EL viernes 03 de febrero
Edición N. 131 - Enero / Febrero 2023

NOTAS DE AUTOR

Dr. Enzo Bruno Dr. Enzo Bruno Contador Público (Tomo 164, Folio 224,
Consejo Profesional de la Provincia de Buenos Aires)

Siempre es necesario plantearnos la premisa acerca dónde estamos inmersos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir, y no es ajeno a ello el tema que abordaremos en cuestión: proyectos de inversión en un ámbito inflacionario. Nunca debemos olvidar que un proyecto es un estado deseado futuro donde per se, se analizaron todas las variables posibles en cuestión con un grado de desvío en +/-.

Ahora bien, debemos tener presente que el proyecto de inversión es una herramienta para que los usuarios a los cuales va a ir destinada esa información tomen decisiones, planifiquen y controlen; pero también debemos recordar que es un tema de finanzas empresariales, y el fin de las finanzas de empresas es crear valor para el accionista.

Dentro de un proyecto se deben tener en cuenta diversos parámetros y aristas a considerar. Siguiendo un orden de prelación en materia de análisis podríamos mencionar un horizonte temporal definido, debemos estimar ingresos para cada uno de esos periodos (flujos), proyectados también con su correspondiente ajuste por inflación que la norma contable enmarca, y luego en materia de costos debemos tener en cuenta su punto neurálgico que radica en que los mismos deben ser erogables e incrementales. Es condición sine qua non que se cumplimenten estos dos requisitos.

Luego debemos considerar las amortizaciones que se restan para a continuación aplicar el impuesto a las ganancias; y una vez llegados a tal utilidad ahí sí poder devolver esas amortizaciones sumando, y finalizando los cálculos matemáticos. A cada valor de cada periodo se lo debe actualizar a la tasa de costo de capital (que es la tasa a la cual financio el proyecto), ahora bien, una vez indexado cada uno de los flujos los debo deflactar a la tasa considerada de inflación proyectada para cada uno de los periodos. Luego de este cálculo voy a sumar cada uno de estos flujos y restárselos a la inversión inicial para traer al presente ese valor futuro esperado, es decir, el denominado y conocido VAN (valor actual neto) el cual mide la ganancia en términos absolutos, pesos.

Respecto a las proyecciones es dable destacar que son tomadas mediante un escenario de riesgo, es decir ni de certeza absoluta -ya que la misma no existe, sino más bien es un ideal-, ni de incertidumbre total. Siempre convivimos con el riesgo.

Hacer un proyecto y no considerar a la inflación, o determinarla con un grado de desvío alto, hará que dicho estudio de proyecto quede obsoleto.

Luego estamos en condiciones de poder calcular la TIR (tasa de retorno interna); consiste en matemáticamente igualar el VAN a cero. Esta tasa muestra la ganancia para el accionista en términos relativos, porcentuales, es decir: tasas. Entonces se dice que, si el VAN es positivo y la TIR supera a la tasa de costo de financiar el proyecto, el mismo es viable.

A considerar: cuando hay inflación, la tasa efectiva tal como la conocemos, no expresa el verdadero rendimiento real de una operación, la tasa efectiva toma el nombre de tasa aparente. Esta contiene una parte de interés real y otra de inflación; debemos mediante un pasaje de términos matemáticos segregar la inflación, entonces así podemos decir que la tasa real es aquella que expresa el poder adquisitivo de la tasa de interés: de esta forma mide el rendimiento exhaustivo de una operación al separar el componente inflacionario que se encuentra en la tasa de interés aparente.

Para el directorio y los analistas es de vital importancia determinar las variables a considerar así como las proyecciones de índices de inflación.

Será de vital importancia para el directorio y analistas determinar las variables a considerar así como las proyecciones de índices de inflación tanto para indexar cada uno de los rubros, como para deflactar al final los flujos de los periodos en cuestión, ya que hacer un proyecto y no considerar a la inflación, o determinarla con un grado de desvío alto, hará que dicho estudio de proyecto quede obsoleto y por ende, como corolario, recaer en imprecisiones acerca de la tasa de rentabilidad que rendiría a los accionistas.

También podemos considerar que se pueden agregar más escenarios a los abordados, es decir nos podemos encontrar con proyectos en carpeta que sean sustitutos y/o complementarios, que los flujos sean no convencionales en algún periodo, podemos también querer determinar un flujo a perpetuidad (un valor terminal), entre otros. Pero su tratamiento excede los objetivos de este artículo.

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