El motor de la Inteligencia Artificial se basa específicamente en imitar las formas de pensamiento y razonamiento humano, reconociendo ciertos patrones en su proceso de aprendizaje  y automatizando tareas para un procesamiento cada vez más veloz. los especialistas aseguran que la IA puede mejorar considerablemente la toma de decisiones en las PyMes a través de diversos procesos. La carga de datos -Big Data- y una serie de procesos manuales pueden decantar en una creación de patrones con precisos análisis predictivos en torno a las posibilidades presentadas.

Las pequeñas y medianas empresas pueden llevar adelante de manera fácil un proceso de soluciones y respuesta rápida, prácticamente las 24 horas los 365 días del año. En la actualidad, los Chatbots son una herramienta importante -hay quienes ya consideran fundamental-, para el asesoramiento eficaz de consultas básicas. Por otro lado, no es menos cierto que, a pesar de esta facilidad, las PyMes no deben descuidar el contacto y la respuesta humana, ya que a veces la automatización no responde al 100% la expectativa del usuario y puede generar una sensación negativa para el negocio.

Si bien el concepto de Inteligencia Artificial y el uso de sus sistemas están gozando por estos días de una popularidad inusitada, en general, se lo considera aún como un elemento para el ocio o para la utilización de grandes empresas, con un manejo masivo de datos. Sin embargo, además de dichos usos y con su desarrollo continuo, esta tecnología comienza a abrirse paso también para sula aplicación en las pequeñas y medianas empresas. 

Antes de avanzar, resulta necesario entender de qué se trata la Inteligencia Artificial (a partir de ahora IA), para conocer (y utilizar) mejor sus funcionalidades. En un primer acercamiento, se puede destacar que esta inteligencia contiene una cierta caracterización que la explican y la diferencian de otro tipo de tecnologías: son sistemas que imitan, automatizan, “aprenden” en pos de mejorar su precisión y manejan una cantidad gigante de información. El motor de la IA se basa específicamente en imitar las formas de pensamiento y razonamiento humano, reconociendo ciertos patrones en su proceso de aprendizaje (el cual es constante y sin descanso) y automatizando tareas para un procesamiento cada vez más veloz. Es decir, en definitiva, podemos decir que la IA es un sistema que recopila información, la procesa y la reutiliza de manera tal que es capaz de crear con ella procesos y material “inédito”. 

Tiempo y toma de decisiones: las claves de la IA para PyMes

Partiendo de esta base de información, cabe preguntarse: ¿De qué manera la IA puede favorecer a las PyMes y su desarrollo? ¿No viene a reemplazar mano de obra humana?. Según un informe de GOWTech, alrededor del 75% de las tareas administrativas que llevan adelante las PyMes podrían tener su proceso de automatización. Es decir, ahí radica una de las grandes herramientas de la IA: la optimización del tiempo, tema del que se puede conocer más en esta nota de Revista Repro.

Por otro lado, los especialistas aseguran que la IA puede mejorar considerablemente la toma de decisiones en las PyMes a través de diversos procesos. La carga de datos -Big Data- y una serie de procesos manuales pueden decantar en una creación de patrones con precisos análisis predictivos en torno a las posibilidades presentadas. 

En ese sentido, por ejemplo, una empresa puede obtener un determinado perfil en base a sus clientes (ubicación geográfica y preferencias, entre otros) y planificar de esa manera lineamientos más acordes a los mejores rendimientos para mejorar su compañía y competitividad. 

La automatización de procesos es otro de los grandes aportes que la IA puede ofrecer a las PyMes: el cruzamiento de datos en fichas técnicas y perfiles más personalizados de cada caso/cliente en particular es sin dudas un aspecto positivo a tener en cuenta. 

La IA es un sistema que recopila información, la procesa, y la reutiliza de manera tal que es capaz de crear con ella procesos y material inédito.

Soluciones rápidas a problemas comunes:
Los Chatbots

Luego de una serie de automatizaciones e informes estadísticos y de rendimiento, cada PyMe podrá tener un panorama mucho más amplio y detallado de los puntos fuertes y débiles de su empresa. A partir de ello, se puede determinar, por ejemplo, cuáles son las dudas o problemas más frecuentes que ocurren a los clientes, o determinar un camino de acción rápida a determinadas preguntas. 

De esta forma, las pequeñas y medianas empresas pueden llevar adelante de manera fácil un proceso de soluciones y respuesta rápida, prácticamente las 24 horas los 365 días del año. En la actualidad, los Chatbots son una herramienta importante -hay quienes ya consideran fundamental-, para el asesoramiento eficaz de consultas básicas. 

La automatización de procesos es uno de los grandes aportes que la IA puede ofrecer a las PyMes.

Los Chatbots son programas de desarrollo informático que se ocupan, a través de un lenguaje más bien coloquial, de responder preguntas comunes y ofrecer soluciones o productos según las palabras clave y necesidades de los clientes, sin importar el día y el horario en que éstas sucedan. Hoy por hoy, luego de años de pruebas (y errores) los chatbots se convirtieron en una herramienta sumamente sofisticada con una alta tasa de respuestas efectivas y satisfactorias para quien las consume. Además, los bots van “aprendiendo” de sus propias respuestas, lo que, con un moderado tiempo de buen uso, el motor es mucho más eficaz. En sistemas más avanzados, hasta puede utilizarse un producto de respuesta de voz. 

Los precios en el mercado, a abril de 2023, son sumamente variables, pero se pueden encontrar planes básicos y eficaces desde los 6000 pesos argentinos mensuales. 

Por otro lado, no es menos cierto que, a pesar de esta facilidad, las PyMes no deben descuidar el contacto y la respuesta humana, ya que a veces la automatización no responde al 100% la expectativa del usuario y puede generar una sensación negativa para el negocio.

Los Chatbots son programas de desarrollo informático que se ocupan de responder preguntas comunes y ofrecer soluciones o productos según las palabras clave y necesidades de los clientes.

Inteligencia Artificial: otras herramientas clave para las empresas

Otros usos que se puede dar a la hora de implementar IA en una PyMe, es, por ejemplo, la facilitación de los estudios de mercado: con aplicaciones simples (incluso gratuitas) en donde se puede acceder rápidamente a las palabras clave de búsqueda determinadas por región, edades e intereses. A partir de eso, además, el mismo sistema puede ofrecer pequeños informes sobre por qué son clave esas palabras y qué se consulta en torno a ellas de manera mayoritaria. Además, se pueden realizar análisis de las tendencias del sector específico en el que se desarrolla.

Luego de años de pruebas, los chatbots se convirtieron en una herramienta sumamente sofisticada con una alta tasa de respuestas efectivas y satisfactorias, utilizada por Estados y el sector privado.

A la hora de generar contenido para exhibir y promocionar el rubro de la empresa en redes sociales o medios, aplicaciones de correcciones ortográficas y gramaticales siempre son útiles antes de darle al botón de “publicar”. 

Para quienes recién comienzan su camino en una PyMe, las inteligencias artificiales también tienen algunas ofertas interesantes: existen plataformas en donde en pocos minutos, luego de dar algunas indicaciones sobre nombres propios de la marca y rubro, generar una estética, logos o ideas para encaminarse en ello. 

Como se mencionó anteriormente, hay procesos en los que no solo es necesaria la supervisión humana, sino que también es primordial correcciones de procesos automatizados, que en su creación pueden alejar la “sensibilidad”, tanto del emisor como del receptor, a la hora de establecer un vínculo comercial. Sin embargo, eso no debe ser una barrera para lanzarse a probar e indagar nuevas herramientas para mejorar la calidad y hacer crecer un negocio, sea del tamaño que sea.

Las PyMes no deben descuidar el contacto y la respuesta humana, ya que a veces la automatización no responde al 100% la expectativa del usuario.

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