Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
La renuncia silenciosa está en aumento en Argentina. Los empleados disminuyen su rendimiento hasta ser despedidos debido a factores tales como la falta de reconocimiento, el acoso laboral y los bajos salarios. Las empresas deben tomar medidas proactivas a fin de prevenir este tipo de renuncia y generar ambientes laborales positivos. Según una encuesta, el 40% de los trabajadores en Argentina atraviesa esta situación, siendo la falta de motivación y la falta de valoración las principales razones.
El aumento de la "renuncia silenciosa" es un hecho en los últimos años y en la Argentina. Esta práctica se da cuando los empleados no renuncian formalmente a sus trabajos, si no que en su lugar, disminuyen su rendimiento y compromiso con la empresa o institución hasta que finalmente son despedidos.
La renuncia silenciosa, también conocida como quiet quitting o fuga de talentos, surge como resultado de una variedad de factores, entre ellos incluye la falta de reconocimiento y recompensa, la falta de oportunidades de crecimiento y desarrollo, el acoso laboral, los bajos salarios, el pluriempleo y la falta de tiempo para proyectos personales.
El empleado asume una postura de bajo esfuerzo, sin excederse en horarios ni tareas. Esto ocurre entre aquellos trabajadores que no están en posición de abandonar voluntariamente la empresa, o cambiar de trabajo, ya que dicha decisión pone en riesgo su estándar de vida.
Para abordar este problema, es importante el rol que cumplan los empleadores, quienes deberán tomar medidas proactivas, siendo capaces de acompañar, valorar y motivar el desempeño de sus empleados fomentando un ambiente laboral productivo y saludable. Algunas de ellas pueden ser:
La prevención de la renuncia silenciosa implica la creación de un ambiente laboral positivo en el que los empleados se sientan valorados, respetados y motivados.
A pesar de la incertidumbre económica, los profesionales en Argentina meditan cada vez más sobre el impacto que tiene el trabajo en su día a día, pero sobre todo en su salud mental. El estrés, la excesiva carga horaria, los contratos precarios, el aumento en las responsabilidades, entre otras cuestiones que llevan a la insatisfacción generalizada respecto al trabajo, tienen una consecuencia directa para la empresa y su productividad.
En la Argentina, 4 de cada 10 personas asegura que experimenta la renuncia silenciosa en sus trabajos, según una encuesta realizada por Búmeran (empresa de contratación y bolsas de trabajo en América Latina) al ser consultados sobre el tiempo que vienen sintiéndose de este modo, el 53% de los trabajadores respondió que hace más de un año. Y frente a esta situación, el 30% de los argentinos presenta una postura pasiva: o no hará nada al respecto o en algún momento buscará otro trabajo. En cuanto a las razones que explican esta problemática, el 75% indicó que no se siente motivado en sus empleos. En esta misma línea, el 33% no cree ser valorado.