Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
El Consejo Profesional cuenta con el Comité de Jóvenes Graduados, espacio ideal para la contención de las inquietudes de las nuevas generaciones y una escuela de futuros dirigentes. En este artículo el testimonio de dos matriculados de las Delegaciones La Plata y Bahía Blanca que comparten sus puntos de vista sobre el presente de las Ciencias Económicas y su relación con nuestra Institución.
Se trata de la Dra. Constanza Ganuza (Matrícula 449814) graduada en la Universidad Nacional de La Plata y del Dr. Nicolás Gómez Vega (Matrícula 438146) graduado en la Universidad Nacional del Sur, ambos contadores públicos.
Su inserción laboral, las razones de su matriculación y la vocación por participar, su visión sobre la Caja de Seguridad Social y el nuevo rol de los profesionales ante el largo futuro que tienen por delante.
Las instituciones necesitan de nuevas generaciones a las que pasarles la llave y en el Comité de Jóvenes Graduados el Consejo Profesional de Ciencias Económicas encuentra a un grupo de entusiastas colegas con ganas de involucrarse y participar. RePro decidió conocer sus voces y en este artículo le llegó el turno a la Dra. Constanza Ganuza, Contadora Pública (Tomo 173, Folio 94, matriculada en el Consejo Profesional de la Provincia de Buenos Aires), de 30 años, y al Dr. Nicolás Gómez Vega, Contador Público (Tomo 168, Folio 249, matriculado en el Consejo Profesional de la Provincia de Buenos Aires), de 29 años.
Constanza se inclinó por las ciencias económicas por su afinidad a los números durante su paso por el colegio secundario y pudo insertarse laboralmente incluso antes de culminar sus estudios universitarios. “Empecé a trabajar a mitad de la carrera, en la administración pública. Me organicé para poder seguir cursando y cuando me recibí comencé a hacer tareas impositivas de manera independiente con algunos clientes y en simultáneo trabajé también en estudios contables”, relata la joven platense.
Por su parte, a Nicolás igualmente le gustaban las materias de la contabilidad y eso lo ayudó a decidirse por la carrera: “Me gustaba el orden, el hecho de que los resultados cierren, que es lo que a los contadores nos interesa”, asegura. Pero además cuenta que “estudiar ciencias económicas viene de la familia, de una tradición muy larga”. Su padre -también Contador Público- se hizo cargo del estudio contable que su abuelo fundó en Bahía Blanca. “Los almuerzos familiares habiendo tantos contadores a veces son cargados de trabajo, de situaciones de la semana. No es tan conveniente pero es inevitable”, confiesa entre risas.
Su paso por la universidad es recordado con agradecimiento: “no solo te forma como profesional sino también como persona”, afirma el Dr. Gómez Vega en relación a la Universidad Nacional del Sur en donde obtuvo el título con el que comenzó a ejercer. “Al tener el estudio contable familiar pude empezar a trabajar antes de terminar la cursada”, recuerda y agrega: “Luego de recibirme realicé un postgrado en el exterior y a su término surgió la posibilidad de volver al estudio pero en un rol más protagónico, ya con mi cartera de clientes y llevando las cuestiones impositivas y contables, y en ello estuve durante años ejerciendo la profesión de manera liberal completamente”.
Los actos de matriculación de ambos profesionales fueron muy distintos. Mientras el de Nicolás fue en septiembre de 2019 con habitual modalidad presencial, la jura de Constanza tuvo lugar durante la pandemia de COVID-19 y se realizó de manera virtual a través de una video llamada. “Recuerdo que en el Zoom, las autoridades nos invitaron a sumarnos al Comité de Jóvenes y eso me quedó como grabado”, comparte Constanza.
Sin embargo, ambos coinciden en que su acercamiento a la Institución fue natural. “La decisión de matricularme tiene que ver con la ética profesional. Uno cuando se gradúa de una carrera de ciencias económicas tiene que estar matriculado. Es también una cuestión de respeto hacia los clientes, para que tengan la seguridad de contar con un contador habilitado”, sintetiza con claridad el Dr. Nicolás Gómez Vega.
Su par graduada en la Universidad Nacional de La Plata, quien además es perito auxiliar de la Justicia, coincide: “Cuando empecé a ejercer la profesión de manera independiente sentí la necesidad de matricularme para tener el respaldo del Consejo. Está bueno contar con el Consejo porque te da tranquilidad para el desarrollo profesional”.
En sus delegaciones La Plata y Bahía Blanca se encontraron con los grupos de Jóvenes Graduados organizados en comisiones y nucleados en el Comité Provincial. “Conocí al grupo, todos te integran enseguida y el ambiente es lindo, todos profesionales en la misma situación, en los que apoyarse cuando uno está empezando una tarea nueva”, asegura la Dra. Constanza Ganuza y el Dr. Gómez Vega adiciona: “Empecé a participar en la Comisión de Jóvenes de mi Delegación por recomendación de un amigo. Fui a una reunión presencial y había un muy buen ambiente, con gente de la misma edad. Cuando uno termina la carrera es complicado encontrarse con gente de la misma generación para compartir inquietudes. A partir de ahí siempre participando en la Comisión y luego en el Comité y en la Delegación”.
Entre los beneficios de estar matriculado, “además de la certeza de estar ofreciendo un servicio para el que uno se encuentra habilitado; he aprovechado las capacitaciones que brinda el Instituto de Postgrado del Consejo”, narra el profesional de Bahía Blanca en relación a los cursos sin cargo que brinda el IPIT por estar al día con el pago del Derecho de Ejercicio Profesional. “La formación, tanto impositiva como en habilidades blandas, me ha servido mucho para mi formación”, afirma.
La Dra. Ganuza coincide en que la oferta de cursos es muy buena y manifiesta que le gustaría “tener más contacto con organismos, como ARBA y AFIP”.
Estar matriculados en el Consejo los convierte también en afiliados a la Caja de Seguridad Social para los profesionales en Ciencias Económicas, institución que ofrece a los jóvenes la posibilidad de realizar aportes reducidos para alivianar su impacto en los primeros años de ejercicio.
“Opté por la reducción al 25% en los aportes, en parte porque al trabajar en la administración pública ya estoy aportando para mi jubilación. También como en la profesión recién me estoy iniciando, no tengo un caudal de ingresos como para afrontar la totalidad de los aportes. Me gustaría en algún momento poder aportar el 100%”, resume la Dra. Constanza Ganuza.
Mientras, el Dr. Gómez Vega actualmente hace uso del beneficio de reducción de aportes al 50%. “Creo que es una gran opción para el profesional que recién comienza y a veces cuesta tener los recursos necesarios para pagar el 100% de los aportes. Si bien impacta a futuro en lo que uno pueda llegar a cobrar, es una muy buena opción para alentar a matricularse y empezar de a poquito”, asume el bahiense.
A su edad, es natural que se encuentren indagando en el amplio abanico del ejercicio profesional, para descubrir dónde especializarse.
“Tuve la experiencia de trabajar de forma independiente en un estudio contable y también en relación de dependencia en el área impositiva de una empresa multinacional; además mis estudios de postgrado estuvieron vinculados con la gestión de negocios internacionales donde adquirí muchas habilidades blandas como las vinculadas a comunicación, negociación y liderazgo”, relata el Dr. Gómez Vega y agrega: “Creo que mi futuro en la profesión tiene que ver con vincular esos dos mundos. Actualmente brindo capacitaciones, en especial para colegas, en las que trato de vincular el mundo de la profesión independiente con las habilidades blandas y casos prácticos”.
Finalmente, la Dra. Ganuza ya conoce el mundo de la administración pública, el trabajo en relación de dependencia en estudios contables y el ejercicio independiente. A la hora de sacar conclusiones, expresa: “Me gustaría seguir trabajando de forma independiente con clientes porque me gusta estar ayudando en lo que necesiten, continuar también con las pericias y explorar otras ramas que podrían gustarme más”.
Nicolás y Constanza, al igual que todos sus pares de las comisiones de Jóvenes Graduados de las Delegaciones, son el testimonio de que en este Consejo Profesional no tiene lugar una frase negativa que suele escucharse en otros ámbitos en alusión a las nuevas generaciones. Se comprende que es posible y necesario armonizar alegría con seriedad, innovación con responsabilidad e informalidad con compromiso, porque así estará ganada la juventud y asegurada la vitalidad institucional.