Realidad Profesional | Revista del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires y su Caja de Seguridad Social
En junio pasado, el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) publicó las dos primeras normas de sostenibilidad, que giran en torno al rol de las empresas y su impacto en el medioambiente, como así también, los efectos negativos que la falta de políticas ecológicas puede generar en el clima. Si bien se dispuso que entraran en vigor desde el 1 de enero de 2024, se cree que los usuarios principales de la información financiera (actuales y potenciales inversionistas y acreedores, como organismos de control) utilizarán dicha data para la toma de decisiones sobre la asignación de recursos de una entidad, por lo que las empresas no solo deberán aggiornarse para evitar multas, sino también, para no ver disminuida la evolución de sus ingresos.
La preocupación de la sociedad sobre el cuidado del medioambiente es una tendencia en crecimiento, y en los distintos grupos de interés alrededor del mundo ha sido tema de agenda para asegurar el desarrollo de manera sostenible.
Es cierto también que los negocios que se planifican con intenciones de largo plazo se diseñan desde su génesis con la perspectiva de creación de valor de forma sostenible. En los últimos años, los temas relacionados con el impacto en el medioambiente, la sociedad y la forma de gobierno de las empresas han adquirido mayor importancia para los stakeholders de las organizaciones, por lo que es cada vez más frecuente la necesidad de conocer qué es lo que están haciendo las compañías sobre estos temas.
Como toda información, los usuarios esperan que cumpla con determinados atributos que le brinden confianza a la hora de analizarla; entre ellos, que sea completa, congruente, comparable y verificable.
El G20 y las Naciones Unidas han discutido el impacto de las organizaciones en la sociedad y el medioambiente y, en línea con ello, la Fundación IFRS (organismo a cargo de la emisión de normas internacionales de información financiera) anunció hace algunos años la creación del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB por sus siglas en inglés) como iniciativa para proporcionar a los mercados financieros un cuerpo normativo acerca de las revelaciones que las organizaciones deberían preparar en relación con esta información.
Luego de haber emitido algunos borradores, en el pasado mes de junio el ISSB publicó las primeras dos normas de sostenibilidad, que tienen como objetivo exigir la presentación de información sobre riesgos y oportunidades a corto, mediano y largo plazo, que sea útil para los usuarios de los informes financieros de propósito general.
La NIIF S1 establece el requerimiento de que una empresa revele información sobre todos los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad, que se podría esperar que afecten los flujos de efectivo de la entidad, su acceso a financiamiento de corto, mediano o largo plazo o el costo de capital. A su vez, deberán ser divulgados:
Por su parte, la NIIF S2 establece el requerimiento de divulgaciones específicas sobre los riesgos físicos y de transición relacionados con el clima, a los que la entidad está expuesta, y las oportunidades disponibles. Por ejemplo, debería revelar información sobre:
Adicionalmente a lo mencionado, la NIIF S2 también requiere que una entidad informe sobre las emisiones de gases de efecto invernadero generadas durante el período de reporte, ya sean procedentes de fuentes de la sociedad (alcance 1), emisiones indirectas creadas por la producción de energía que la sociedad compra (alcance 2), o emisiones indirectas que no son consecuencia de la entidad pero que actúan en fuentes de terceros (alcance 3).
Estas normas fueron desarrolladas para poder utilizarse junto a cualquier requerimiento contable y, basadas en los conceptos de las normas internacionales de información financiera que ya tienen carácter obligatorio para empresas bajo régimen de mercado de capitales en muchos países, crean un lenguaje global común que permitirá también ampliar las fuentes de financiamiento.
Se cree que los usuarios principales de la información financiera (actuales y potenciales inversionistas y acreedores, como organismos de control) utilizarán esta información para la toma de decisiones sobre la asignación de recursos de una entidad. Es por esta razón que estas normas requieren que las entidades establezcan conexiones entre elementos de información para permitir que se comprenda la relación entre ellos, estos son:
La fecha de entrada en vigor de estas primeras normas es para los períodos anuales que comiencen a partir del 1 de enero de 2024, por lo que los primeros reportes obligatorios se verán en el 2025, siempre en la medida que las diferentes jurisdicciones las aprueben. La aplicación de las NIIF S1 y NIIF S2 no está vinculada a la aplicación de las NIIF y, por lo tanto, una entidad que aplica NIIF en la Argentina (por ejemplo, las empresas bajo el régimen general de la Comisión Nacional de Valores), no está obligada actualmente a aplicar las normas de sostenibilidad, hasta tanto los organismos que regulan las entidades en el país las adopten.
En la actualidad, en Argentina, la mayoría de las empresas que voluntariamente presentan sus reportes de sustentabilidad lo hacen bajo los estándares Global Reporting Initiative (GRI por sus siglas en inglés), organización independiente con base en Ámsterdam que tiene como objetivo colaborar con las empresas a asumir la responsabilidad de sus impactos, proporcionando un lenguaje común para comunicarlos.
Ahora que se han emitido las normas NIIF S1 y NIIF S2, el ISSB trabajará junto con las jurisdicciones y las empresas para fomentar su implementación global. Si bien es cierto que el cumplimiento y entendimiento de las nuevas normas ocasionarán desafíos para las compañías, también generarán valiosas oportunidades dado que, como manifestó Emmanuel Faber, presidente del ISSB, “una mejor información conduce a mejores decisiones económicas”.
En ese sentido, será muy importante para los directivos de las compañías la manera en la que logren anticiparse a esta situación, alimentando la estructura y a los sistemas para que puedan generar información no financiera de reporte, entendiendo que lo que hoy es una tendencia será en algún momento información que deberá publicarse, y no solo por la obligación de cumplir con algún organismo de control, sino por la propia demanda de los sujetos con los que habitualmente interactúa , y de cuya interacción depende, en gran parte, la evolución de sus negocios.
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